El desarrollo de las nuevas tecnologías forma parte de nuestro día a día. La era digital en la que vivimos convierte a las nuevas generaciones en "nativos digitales", que crecen y aprenden bajo una sobreestimulación, a veces descontrolada por parte de los progenitores, que son los que tienen la responsabilidad de supervisar a sus hijos/a.
Además, muchos adultos se sorprenden de la facilidad que tienen los niños para manejarse con dispositivos como smartphones, tablets, videoconsolas, etc., y es que al desarrollarse rodeados de tecnología, su habilidad para utilizar estos aparatos se adquiere de una forma mucho más natural, y ese aprendizaje se ve motivado por su instinto de descubrir y explorar el mundo que les rodea, aparte de lo atractivas que resultan las nuevas tecnologías para los más pequeños.
Estos avances tecnológicos son muy útiles si su uso es el apropiado. Por ello, la educación es fundamental. Los niños aprenden por imitación, por lo que los padres son los principales modelos para favorecer el buen uso de la tecnología y para enseñar la utilidad que tienen en nuestro día a día si su aplicación es correcta. Por ejemplo, de nada sirve querer que los niños no abusen de aparatos electrónicos, si lo primero que utilizan los adultos para mantenerles distraídos es un dispositivo digital.
Consejos para favorecer un buen uso de las nuevas tecnologías
La tecnología se ha convertido en un instrumento muy potente en la vida diaria de la sociedad occidental. Como instrumento, tiene sus ventajas y desventajas, y esto depende de la intensidad, la frecuencia y la necesidad que pongamos en su uso. A continuación, enumeramos una lista de consejos para mejorar su uso y utilidad dentro del hogar familiar:
1. Es responsabilidad de los padres y adultos que acompañen al niño o a la niña, la regulación del tiempo en el uso de los aparatos digitales. No se trata de prohibir, sino de educar y establecer unas normas para que su utilización sea lo más adecuada posible. Es importante que los jóvenes exploren este campo, pero también es fundamental que se desarrollen en otros como, la lectura, el juego, las conversaciones entre la familia, etc. Además, una alta exposición a las pantallas de la televisión, el móvil o el ordenador, puede provocar problemas de salud como trastornos del sueño, obesidad, etc.
2. La implicación y el conocimiento de los padres sobre las nuevas tecnologías es crucial para tener herramientas útiles y para saber poner filtros a la información que se obtiene mientras se usan, ya que existen contenidos virtuales que no son aptos para determinadas edades. Por ello, es conveniente que conozcan todas las oportunidades que ofrecen las aplicaciones y páginas web, como el "control parental", para recurrir a ellas cuando sea necesario.
3. Debido al refuerzo positivo inmediato que da este tipo de dispositivos a los jóvenes, es importante estar pendiente de su uso habitual. Muchos niños pueden llegar a obsesionarse y como consecuencia llevan a cabo un abuso real de los aparatos digitales. Observar la conducta de nuestros hijos, cuando se les pide que dejen de utilizar la consola, el móvil o el ordenador, es importante para detectar cualquier comportamiento fuera de lo normal, como rabietas, necesidad constante de tenerlos en las manos o utilizarlos, inquietud por saber dónde están situados dentro de la casa, etc. Esto nos puede indicar una posible dependencia del niño hacia el uso de las nuevas tecnologías.
4. Con los avances tecnológicos, aparecen las redes sociales, cada vez más utilizadas por los jóvenes. Por ello, es importante informarse acerca de los peligros que pueden sufrir usando estas redes, como el ciberbullying o sexting. El papel que tienen aquí los padres, es hablar con sus hijos de los riesgos que pueden correr al usar estas nuevas comunidades sociales y proporcionales estrategias para que eviten cualquier situación de este tipo. La población más vulnerable para sufrir estas nuevas formas de acoso son los adolescentes, por lo que los padres tienen la responsabilidad de establecer un clima de confianza y respeto en la dinámica familiar. Asimismo, esto servirá como factor de protección y ayudará a que los jóvenes se sientan seguros para contar lo que les sucede.
5. No es extraño que aparezcan conductas, propias del aislamiento social, en aquellos niños que tienen una dependencia con el uso de las nuevas tecnologías. Para prevenir este tipo de situaciones, una buena estrategia sería fomentar la práctica de actividades en las que el niño o la niña pueda socializarse y a la vez disfrutar. Por ello, es importante hablar con ellos sobre qué les gustaría aprender, por ejemplo practicar algún deporte, tocar un instrumento, dibujar, etc. Hay que evitar cualquier tipo de imposición, no olvidemos que no se trata de nuestras inquietudes.
6. No obstante, siempre hay que tener en cuenta que las nuevas tecnologías vienen acompañadas de una gran variedad de recursos muy útiles para que los niños aprendan materias o adquieran conocimientos de una forma más lúdica. Existen numerosas aplicaciones gratuitas, que sirven para estimular y trabajar funciones, como la memoria, la atención, la creatividad. A su vez, también hay muchos recursos que nos sirven para trabajar con nuestros hijos contenidos de las materias que aprenden en la escuela. En este caso, elegir bien es la clave. Por ello, aconsejamos que los adultos pasen un tiempo buscando por Intenet, y decidan qué tipo de material pueden utilizar para que los niños usen las nuevas tecnologías, no sólo para jugar sino también para aprender.
La importancia de adquirir el buen uso de las nuevas tecnologías
Hoy en día, todos nos vemos envueltos en la nueva era digital y tecnológica, que abarca la mayoría de nuestro tiempo y de la que dependen mucho nuestras vidas. Es habitual ver cómo muchos están atrapados en el uso de móviles u aparatos electrónicos cuando paseamos por la calle, vamos a cenar o viajamos en algún transporte público. No olvidemos que, como se ha mencionado anteriormente, los niños aprenden a través de la imitación. No sólo es importante que ellos conozcan el buen uso que hay que darle a los dispositivos que incorporamos en nuestro día a día. Para ser un buen modelo de imitación, tenemos que ser las personas adultas las que aprendamos y llevemos a cabo los usos adecuados sobre las nuevas tecnologías.
Por supuesto que hay que aprender a manejarse con la informática o los dispositivos digitales, porque forman parte de nuestro mundo y se pueden obtener muchos beneficios si su uso está regulado y no perjudica nuestra vida laboral, social, académica o personal. No se trata de alejarnos de los nuevos avances, sino de aprender a tener control sobre ellos y sobre la utilidad que les damos.
El hogar y la escuela se convierten en los principales microsistemas en la formación, desarrollo y aprendizaje de los más pequeños. Es por esto, que los padres y profesores se convierten en las personas que tienen la responsabilidad de ayudar a los jóvenes a adquirir un uso apropiado de las nuevas tecnologías, siempre unido a su nivel madurativo, y por eso, los adultos deben de estar preparados para afrontar el mundo digital en el que las nuevas generaciones van a crecer. Equiparse de la mayor información posible acerca de las ventajas y desventajas que ofrecen las nuevas tecnologías, es una buena manera de empezar.