Los y las adolescentes no saben bien cómo diferenciar a una persona tóxica que está a su lado en una relación romántica, en ocasiones creen que los comportamientos agresivos son normales o que mostrar celos de forma patológica es una forma intensa de querer. ¡Y nada más lejos de la realidad! Como padres y madres se debe enseñar a los hijos adolescentes a reconocer a tiempo a una pareja tóxica para que de esta manera, pueda sacarle de su vida lo antes posible.
Los adolescentes no se dan cuenta a tiempo de cómo es el abuso entre parejas adolescentes. Tal vez piensen que solo le sucede a 'otros' y que a ellos nunca les pasará. También pueden pensar que una chica no puede ser abusiva que esto solo es cosa de chicos... o que la agresión física es lo único que cuenta.
Nada menos que un 23% de los adolescentes y el 14% de niños experimentan violencia con las parejas antes de los 18 años. Son muchos los niños que son agredidos por sus parejas por lo que no es algo de lo que se deba 'pasar'. El primer paso para prevenir el abuso de este tipo es que le enseñes a tus hijos a estar al tanto de las señales de advertencia de abuso emocional. Si esto le ocurre, entonces tendrá que dejar la relación.
No hay respeto
Si la pareja de tu hijo/a se burla de él/ella y le insulta... está claro que está al lado de un agresor. Otros comportamientos irrespetuosos son por ejemplo cuando le critica, cuando socava sus percepciones, cuando le dice cómo debe sentirse en lugar de aceptar sus sentimientos o incluso, cuando le acusa de ser demasiado sensible...
Se piensa que es superior
Las parejas tóxicas y abusadoras tienden a ser condescendientes y groseras. Puede decir su opinión y decir si las opiniones de otros no tienen sentido (pero la suya sí que la tiene). Siempre intentará hacer ver a los demás que de algún modo son inferiores a él/ella. Es una estrategia para mantener el poder y el control sobre tu hijo/a y sobre los demás.
Se basa en la intimidación
Tiene un comportamiento intimidante tanto a nivel físico como psicológico. De esta manera intentará establecer y mantener el poder y el control sobre tu hijo/a. Para conseguirlo se puede mostrar fisicamente amenazante con gestos (golpear paredes, pegar a las mascotas o tirar muebles), mostrar abuso psicológico (amenazas, avergonzar en públicos...) o usar palabras de humillación hacia tu hijo/a.
No tiene empatía
La falta de empatía es la falta de sensibilidad hacia los sentimientos de otras personas y es una cualidad que las personas emocionalmente abusivas a menudo carecen. No muestran una emoción o preocupación genuina por otras personas. Por ejemplo, pueden mostrar sentimientos, pero no son realmente sinceros. En cambio, parece que se ponen una máscara según las situaciones, pero eso no significa que lo esté sintiendo realmente. También carecen de remordimiento si hacen daño a otros.
Tiene celos y envidia
Cuando aparecen los celos o la envidia es una tarjeta roja muy clara. No se debe confundir los celos con el amor. Es un comportamiento inseguro que conduce a problemas de control y representa el miedo del agresor de perder la relación. Si la pareja de tu hijo/a es demasiado celoso/a tendrás que hablar sobre las personalidades tóxicas y cómo poner fin a ello.
Control
Quiere el control total de la persona y para ello exigirá que pase todo el tiempo a su lado, controlar la ropa o el contacto con las demás personas... Incluso es capaz de acusar a tu hijo/a de no estar comprometido por la relación si no cumple con todas sus exigencias o sigue sus 'reglas'. También intentarán aislar a tu hijo/a a toda costa (controlando el teléfono, criticando a amigos y familiares para ponerle en contra o manipularle para que se enfade con quienes no le caen bien al agresor).
También intentará que tu hijo/a se sienta pequeño/a e inútil frente a otros a través de la humillación. Si tu hijo/a recibe insultos por parte de su pareja, está claro que ha llegado el momento de cortar la relación cuanto antes.