Con la llegada del verano y las altas temperaturas, el helado se convierte en uno de los mayores deseos de cualquier niño. Como todo en la vida, con moderación no supone ningún tipo de problema para la salud del niño. Sin embargo son muchos los niños los que se exceden en su consumo, provocando serios conflictos con los padres y generando un gran número de dudas en lo que respecta a la salud.
¿Son malos los helados para las gargantas de los niños?
Sin lugar a dudas, se trata de la duda principal para muchos padres. El helado está demasiado frío y el comerlo con ansias puede llegar a irritar la garganta del pequeño.
Sin embargo esto es una creencia totalmente errónea y falsa, ya que el frío ayuda a rebajar cualquier proceso inflamatorio que haya en la garganta, además de aliviar el dolor.
¿Comer helados favorece la aparición de caries?
Es verdad que los helados pueden contener mucha azúcar, algo que puede favorecer la aparición de caries en los dientes. Aparte de ser aconsejable el consumo moderado de helados, es importante que los niños lleven una correcta higiene de sus dientes, sobretodo después de comerse un helado.
Clases de helados
No todos los helados son iguales, sin embargo la gran mayoría de ellos se componen en un 60% de agua, un 25% de azúcares ,un 15% de grasas y un 5% de proteínas. A partir de tal composición, hay diferentes clases de helados:
- Los helados cremosos se caracterizan porque su ingrediente principal es la leche o algún derivado de la misma como la nata o la mantequilla. Este tipo de helados son los que suelen vender las heladerías y no son demasiado aconsejables debido a que contienen un tanto por ciento bastante alto de grasas saturadas. Es por ello que no se aconseja el abusar de los mismos y dejar que los niños lo tomen muy de vez en cuando.
En cuanto a las puntos a favor de tales helados, hay que indicar que aportan mucho calcio y proteínas al organismo.
- Los helados de hielo son otro de los más populares entre la población infantil. Dentro de los helados de hielo, hay que meter a los granizados y a los sorbetes. Están compuestos sobretodo de agua pero también contienen grandes cantidades de azúcares. A diferencia de los cremosos, no llevan nada de grasas pero tampoco aportan proteínas ni calcio.
- En los últimos años se han puesto muy de moda el yogur helado como un producto nutritivo y saludable, cuando realmente no lo es. Es rico en calorías y en grasas por lo que su consumo debe ser moderado. El yogur helado tiene tres veces más calorías y azúcares que un yogur natural.
Qué cantidad de helados puede tomar un niño
Un niño puede tomar un helado siempre y cuando su consumo sea moderado y la dieta que siga sea saludable y equilibrada. Los padres pueden optar por ofrecer a sus hijos una alternativa mucho más saludable y nutritiva.
Para ello basta el triturar un poco de fruta congelada y mezclarla con un poco de yogur natural o crema de cacahuetes. De esta manera los niños disfrutan de un helado mucho más sano que el que pueden comprar en la calle.
En definitiva, no es nada aconsejable que los niños cojan el mal hábito de tomarse un helado todos los días durante el verano. En la gran mayoría de los casos, los helados son ricos en grasas saturadas y en azúcares, aportando muy pocos nutrientes al organismo. Es por tanto, aconsejable que los niños tomen los helados de una manera totalmente ocasional y combinarlos con un tipo de alimentación que sea lo más saludable y equilibrada posible.