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Por qué la envidia conducir al bullying
Por qué la envidia conducir al bullying

ENVIDIA

Por qué la envidia conducir al bullying

La envidia en los niños es una de las causas frecuentes del acoso escolar o el bullying entre los más pequeños

A causa de la sociedad en la que vivimos tan individualista los niños suelen compararse unos a otros. Ven los éxitos y los regalos que tienen los demás niños y en lugar de alegrarse, solo se recuerdan a sí mismos sus propios defectos. Cuando esto sucede, es fácil que los celos y la envidia aparezcan en escena.

La envidia

La envidia existe cuando la gente quiere algo que otra persona tiene. En otras palabras, la persona envidiosa siente que no es justo que esa persona tenga lo que quiere. Por ejemplo, los niños sienten envidia cuando perciben a otro como más popular o más querido que ellos. También pueden sentir envidia cuando alguien es elegido delegado de la clase o es reconocido por obtener buenas notas.  Los niños pueden incluso sentir envidia por la ropa, la cosas y las relaciones.  Cualquiera que sea la fuente de la envidia, la persona envidiosa codicia lo que otra persona tiene y desea que sea de ellos.

Por esta razón, la envidia está a veces en la raíz de los comportamientos de acoso escolar. Esto es especialmente cierto cuando se trata del comportamiento entre las niñas y el acoso relacional. Pero hay más razones por las que la envidia puede conducir al bullying.

La envidia existe cuando la gente quiere algo que otra persona tieneLa envidia existe cuando la gente quiere algo que otra persona tiene

Cuando la envidia se vuelve acoso escolar

El agresor se compara con la otra persona

La mayoría de los adolescentes luchan con las comparaciones mientras usan las redes sociales. La envidia aumenta con el uso de las redes sociales. Parte de esto tiene que ver con el hecho de que la mayoría de las personas solo publican la parte buena de sus vidas. En otras palabras, publican sobre sus éxitos, sus vacaciones y las fiestas a las que asistieron y muy rara vez hablan de las partes mundanas y aburridas de sus vidas.

En consecuencia, cuando otros adolescentes ven esta información, es natural suponer que estos mensajes representan la imagen completa de su vida y aparece la envidia. Cuando estos sentimientos negativos no se reconducen aparece el acoso. Las personas envidiosas quieren quitarle algo a la persona de la que tienen envidia y usan el bullying como herramienta. 

Esta intimidación puede incluir todo, desde comportamientos amenazadores hasta insultos , propagación de rumores y chismes y ciberbullying. En estos casos, la envidia se convierte en una forma de poder. El objetivo es privar a otros de lo que tienen, ya sea un talento especial, ser popular o tener ropa bonita.

La envidia es un hambre que no se puede llenar con el comportamiento de intimidaciónLa envidia es un hambre que no se puede llenar con el comportamiento de intimidación

El agresor tiene baja autoestima

A veces, la envidia asoma su cabeza cuando una persona se siente inadecuada, vacía o indigna. En estos casos, los niños quieren cerrar la brecha entre lo que otros tienen y lo que ellos quieren. Así que el objetivo detrás de su acoso es reforzar sus propios sentimientos de autoestima  a expensas de otra persona.

La envidia es un hambre que no se puede llenar con el comportamiento de intimidación. Los agresores nunca desarrollan un sentido de autoestima o felicidad a costa de otra persona. Al final, el acosador todavía tiene los mismos problemas de autoestima que deben abordarse con ayuda emocional.

El agresor es competitivo y perfeccionista

La envidia también puede ser provocada por la competencia. Aquí es donde el acoso en los deportes comienza, pero no se limita a los deportes. Los niños pueden ser competitivos en todas las áreas de sus vidas, incluso en las relaciones, con las notas o con cualquier otra cosa. Por lo general, los niños competitivos y perfeccionistas envidian a otros que parecen tener alguna ventaja o quizá quieren tener sus habilidades. No pueden tolerar el éxito de otra persona porque los hace sentir inferiores o menos perfectos.  Como resultado, recurren al bullying para intentar suplir esos sentimientos negativos que tienen.

El objetivo detrás de su comportamiento de acoso es eliminar la competencia o encontrar una manera de poseer la posición o estado que tiene su objetivo. Creen que al disminuir el éxito de otra persona, a su vez, se harán sentir mejor. Pero nunca funciona de esa manera...

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