A la hora de dar a luz, lo que más preocupa a las futuras mamás es que pase cuanto antes, que no duela mucho y que su bebé sufra lo menos posible. Esto es muy normal, pero en aquellas madres primerizas, sobre todo, el miedo a que sea rápido y sin dolor es más importante de lo que pensamos. El parto natural duele, eso es algo que hay que aceptar, porque una vida sale desde dentro de ti, y el cuerpo tiene que adaptarse para ello y para hacerlo tiene que provocar dolores que harán que crezcan dentro de ti partes que normalmente no tienen ese tamaño. Tan sencillo como eso. Es lo primero que una mamá tiene que asimilar.
Antes esto y una vez aceptado dicho hecho, quizá se puede encontrar la forma de hacer que pase lo más rápido que se pueda y que el dolor sea el mínimo posible, en este punto, se pueden realizar una serie de consejos y ejercicios que van a ir fortaleciendo toda la zona que va a trabajar durante el parto y conseguir que sea más sencillo y se pueda disfrutar de ese momento tan bonito que es ver la cara de tu hijo o hija por primera vez y crear vida.
Dolores de parto
La pregunta más generalizada y que más angustia a las embarazadas es el dolor que puedan llegar a sufrir durante el parto natural. Es sabido, según la biblia, que las mujeres fuimos castigadas con la "maldición" de que al parir sentiríamos tanto dolor como si existieran rayos y centellas en nuestras barrigas; pero nada más lejos de la realidad, de hecho, nunca los sabremos hasta que lo vivamos, es más, puede que una misma mujer sienta algo totalmente diferente en un parto u otro. A veces quizá los "rayos y centellas" se queden cortos, y en otras ocasiones sea tan leve que la futura mamá ni se de cuenta que está de parto.
Por ello es muy difícil compararlo de alguna manera, se ha llegado mencionar que pueden ser peor o menor que un dolor de muelas, una regla muy intensa o como los retortijones cuando sufrimos una fuerte gastroenteritis. También existen otro tipo de dolores que son los que se refieres a un "parto de riñón", en este caso el dolor llega desde la parte de atrás de los riñones hasta el vientre y la mayor parte del dolor se suele concentrar en la fase de dilatación.
A la hora de dar a luz, lo que más preocupa a las futuras mamás es que pase cuanto antesAntes de dar a luz
Existen una serie de consejos y ejercicios que puedes realizar junto a tu pareja y que te ayudaran a llegar a la hora del parto natural a estar en plena forma. También existen la posibilidad de realizarlos sola, pero tendrán que ser frente al espejo y lo bueno de estar con el papá es que puede corregirte y ayudarte si por la posición o el movimiento lo necesitas. Así, también será mucho más ameno pasar esos 15 minutos diarios y, además, al hacer esto contigo se verá obligado a relajarse también y en el momento del parto será una gran ayuda.
El primer ejercicio consistirá en unas flexiones de piernas. De pie, uno frente al otro, os agarráis de las manos mientras ella, con las piernas ligeramente flexionadas, baja lentamente doblando las rodillas hasta quedar en cuclillas, manteniendo los pies fuertes contra el suelo y soportando el equilibrio ayudada por él, que la cogerá por las manos evitando que caiga. Es bueno mantener así todo lo que puedas.
Ella tendida en el suelo boca arriba, pone las manos detrás de la cabeza. A continuación, debe flexionar una pierna, mientras el papá la ayuda, llevarla hacía la rodilla contraria hasta que toque el suelo o se quede cerca. Hay que volver a la posición original y repetir hacía el otro lado.
En este ejercicio, él va a sostener las piernas de ella mientras ella se tumba boca arriba, pone las manos detrás del cuello y el papá agarra los tobillos de la futura mamá y va subiendo las piernas despacio y sin prisas. Esto ayudará a relajar la espalda. Respira profundamente en esta postura y tranquilízate, lo ideal es mantener esta posición durante dos minutos.
Sentados, uno enfrente del otro, separar las piernas todo lo que podáis sin que los músculos lleguen a tensarse y apoyad las plantas de los pies uno en las de el otro. Cogeros de las manos para mantener el equilibrio y quedaros en esta posición, sin curvar la espalda al menos durante un minuto completo, después, relájate.
En este ejercicio, ella debe sentarse con las piernas flexionadas y juntar las plantas de sus pies, mientras él extiende las suyas por encima de las de ella. La mamá ejerce una ligera presión en sus rodillas con las manos, empujando hacia el suelo. La posición debe durar tres minutos, sin curvar la espalda en ningún momento.
Lo mejor es adquirir una pelota de pilates y que sea tu mejor amiga durante todo el embarazoConsejos para que sea rápido y sin dolor
Bueno, una vez asumido que el parto va a doler, aunque sea en menor o mayor medida; vamos a intentar que sea lo menos posible y que de alguna manera sea rápido para que pase todo cuanto antes, eso sí, sin que el bebé sufra nada en absoluto. La mamá debe pensar que, si desea un parto natural, es totalmente respetable, pero si en algún momento quiere la epidural siempre estará ahí para ayudar a toda mujer embarazada que lo desee.
1. Lo mejor es adquirir una pelota de pilates y que sea tu mejor amiga durante todo el embarazo. Con ella puedes realizar ejercicios que ayuden a que el bebé se encaje perfectamente y antes de lo esperado, facilitando así la salida por el canal del parto natural.
Así trabajarás mucho el perineo, su flexibilidad y ello llevará a acabo que la dilatación sea más fácil y rápida. El día del parto, llévatela al hospital o pide una allí y sigue con los movimientos.
2. Practica mucho las respiraciones, ayudaran a calmar el dolor de las contracciones. Controlar la respiración abdominal es lo mejor que puedes hacer en este momento. Muchas embarazadas acuden a "yoga prenatal" durante la gestación, y la realidad es que es lo mejor que pueden hacer, porque van a aprender a relajarse y mirar hacía dentro de su cuerpo y este tipo de respiración no puede ser más beneficiosa para un parto sin dolor.
a) Los efectos físicos que produce son la reducción de la actividad cardíaca y dar elasticidad al diafragma. Aumenta la capacidad respiratoria y al mismo tiempo realizas un masaje intestinal. Revitaliza todo el organismo haciendo fluir la tensión del momento.
b) En cuanto a los mentales, te va a generar la paz interior y serenidad mental que necesitas para ese momento, además de reducir la ansiedad.
3. El tercer consejo es confiar el uno en el otro, que os fundáis de tal manera que tu bebé y tu seáis uno solo, ayudándoos mutuamente durante el proceso y haciendo que todo fluya de manera natural sin miedos, sin tensiones y dejándote llevar por el momento tan especial que consiste en traer al mundo a tu hijo o hija. Disfrutar el momento y que no importe nada más. Crear un vínculo con el bebe es muy importante.