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Cómo disciplinar a tu hijo sin utilizar el tiempo de espera
Cómo disciplinar a tu hijo sin utilizar el tiempo de espera

DISCIPLINA

Cómo disciplinar a tu hijo sin utilizar el tiempo de espera

Abusar del tiempo de espera no es buena idea, ¿sabes cómo puedes disciplinar sin ésta herramienta de crianza?

Hay amenazas que los padres utilizan a menudo: 'Si no para ya, tendrás que ir a tu habitación a pensar'. A menudo, estas palabras son más que suficientes para que un niño comience a comportarse mejor en un momento determinado. Pero no siempre es así y cuando ocurre, estos padres no tienen más remedio que cumplir con la amenaza de enviar a su hijo a su dormitorio, a un rincón o a otro lugar asignado para realizar el tiempo de espera. Aunque para algunos niños puede ser una consecuencia efectiva, para otros, no siempre sirve y a veces, no es efectivo en todas las situaciones.

Al igual que las consecuencias negativas, se debe usar de forma moderada la estrategia del tiempo de espera. Si siempre estás enviando a tu hijo 'a pensar', perderá su efectividad muy rápido. Además, no siempre se puede utilizar esta estrategia. Por ejemplo, si tu hijo quiere retrasar la hora de ir a la cama, el tiempo de espera podría sentirse más como una recompensa que como una consecuencia negativa. Si estás en un sitio público y no hay ningún lugar donde tu hijo pueda sentarse para tranquilizarse, quizá prefieras optar por unas consecuencias diferentes. A continuación vas a encontrar algunas alternativas efectivas que te podrán ayudar.

Al igual que las consecuencias negativas, se debe usar de forma moderada la estrategia del tiempo de esperaAl igual que las consecuencias negativas, se debe usar de forma moderada la estrategia del tiempo de espera

Tiempo dentro

En lugar de 'tiempo fuera' o 'tiempo de espera', puedes trabajar lo que se conoce como 'tiempo dentro'. Esto significa que te tomes el descanso junto con tu hijo y puede ser efectivo cuando tu pequeño necesita ayuda para resolver un problema, calmare o mantener bajo control sus emociones más incómodas.

Para esto, tendrás que construir una relación y fomentar la comunicación entre vosotros cada día, fortaleciendo el equipo de padres e hijos en lugar de enfrentaros entre sí. No tiene que ser un largo descanso, solo cinco minutos. El proceso de tomar este descanso ayuda al niño a procesar sus emociones más incómodas de una manera saludable.

Esto implica alejarse de la actividad cuando tu hijo parece estar estresado o abrumado. Luego, pasa unos minutos con tu hijo para enseñarle una técnica calmante, como la respiración profunda. Esto funciona bien cuando tu hijo tiene dificultades en la situación en la que se encuentra.

Un rincón de confort

Por supuesto, no siempre es posible abandonar lo que se está haciendo para tomarse un descanso con tu hijo, sin importar cuánto lo desees. Para los momentos en que tu hijo necesita calmarse por sí solo, crea un rincón cómodo. Este espacio no tiene por qué ser grande. Sin embargo, debe incluir artículos reconfortantes como cojines blandos, libros, juguetes tranquilos o artículos de arte, como ceras de colores.

Cuando tu hijo comience a sobreestimularse, dile que vaya al rincón de la comodidad para calmarse. El rincón de confort debe dar privacidad a tu hijo, pero no debe estar aislado. Prueba la esquina de la sala de estar o el sótano, si es allí donde tu familia se reúne. El propósito de un rincón de comodidad es enseñarle a tu hijo cómo reagruparse y reenfocarse sin sentirse aislado o rechazado.  Está pensado para ser una experiencia positiva y puede ser una forma útil de evitar que tu hijo cometa una infracción importante a las reglas.

El rincón de confort debe dar privacidad a tu hijoEl rincón de confort debe dar privacidad a tu hijo

La redirección

Si tu por ejemplo tu hijo está saltando en el sofá, no le montes una escena para enviarle al tiempo de espera. En lugar de esto, prueba con disciplina positiva y redirige su comportamiento diciendo algo como: 'Aunque eres un buen saltador, podrías caerte y hacerte daño, así que si quieres saltar, mejor hazlo en el suelo'.

En este sentido, en lugar de decirle lo que no puede hacer, le estarás diciendo lo que sí puede hacer y esto le dará motivación suficiente para mejorar su conducta sin necesidad de dramas. Darle una alternativa segura y saludable podrá percibir tu orden de una forma mucho más positiva.

Da opciones

El propósito del tiempo de espera es ayudar a tu hijo a tomar mejores decisiones, así que empodéralo para que realmente lo haga, dándole opciones para mejorar la situación.  Deja que tome la decisión entre dos o tres alternativas aceptables para corregir el error.

Ayúdale a asumir la responsabilidad de la situación, ya sea para limpiar el desorden, disculparse por sus acciones o completar la tarea que le has encomendado. Solo asegúrate de que puedas vivir con cualquiera de las dos opciones.

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