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Discalculia, ¿qué es?
Discalculia, ¿qué es?

EDUCACIÓN

Discalculia, ¿qué es?

La discalculia es un trastorno que sufren muchos niños a la hora de poder seguir un orden a la hora de contar.

Cuando se sabe que se va a tener un hijo son muchas las cosas que van a cambiar en la vida de los padres y de aquellas personas que les rodean. Los niños son una gran responsabilidad, incluso antes de que lleguen al mundo, por lo que es normal que durante sus primeros años de vida los progenitores tengan muchas dudas y vayan a aprender muchas cosas nuevas, sobre su salud, su crecimiento y la educación en general.

Por eso, los padres deben ser receptivos e intentar comprender que ni ellos ni sus hijos son perfectos. Cada uno de ellos tendrá unas maneras de entender el mundo distintas y unas capacidades para el aprendizaje diferentes. Lo más importante es que los padres estén siempre de acuerdo cuando tomen unas decisiones, es decir, que haya consenso en la educación y los valores que van a darles a sus hijos. De esta manera tendrán claro que es lo que los progenitores consideran correcto y lo que no, de manera que puedan actuar en consecuencia y conseguir la educación que tanto el padre como la madre desea.

Además de enseñar disciplina a los hijos, también deberá pasarse tiempo con ellos y no solamente para el juego, sino también en el aprendizaje escolar. Algunos hijos requerirán más soporte que otro por parte de los progenitores, ya bien sea porque tienen mayor facilidad para el estudio o porque tienen más amor propio y sentido de la responsabilidad, haciendo que no haya necesidad de recordarles si tienen deberes pendientes o asignaciones que entregar.

Sin embargo, todas las personas somos diferentes, por lo que habrá niños que requerirán mayor apoyo por parte de los profesionales de la educación y de los padres para llevar las tareas al día o para poder completarlas adecuadamente. En algunos casos, es posible que incluso requieran la ayuda de un profesional, puesto que el problema esté determinado como médico o relacionado con las dificultades específicas de un aprendizaje por parte de niños y adultos, cuyos casos están tratados por profesionales de la salud como logopedas, neurólogos o pediatras.

Se cree que el origen de este trastorno es genéticoSe cree que el origen de este trastorno es genético

La discalculia

Puede que hayas oído hablar en más de una ocasión de la dislexia. Este es un trastorno que impide a algunos niños, e incluso adultos, poder leer con normalidad, puesto que las letras parece que dejen de estar juntas ante sus ojos y les es sumamente complicado poderse concentrar en el texto, además de otras complicaciones en la lectoescritura.

Esto es algo parecido a lo que les sucede a los niños que padecen discalculia, un trastorno parecido a la dislexia, pero que se da solamente en el caso de los números. Para estos niños es sumamente complicado concentrarse a la hora de realizar operaciones matemáticas y suelen sentirse frustrados en clase, puesto que no pueden seguir el ritmo del resto de los niños y no pueden superar con éxito las asignaturas relacionadas con la numeración en general.

La discalculia es un trastorno que hace que, no solamente no puedan concebir los números en orden sobre el papel o en la pizarra, sino que también presentarán una gran dificultad a la hora de realizar operaciones matemáticas. Por lo que no podrán seguir el ritmo de una clase normal en la escuela ni resolver los problemas matemáticos que se le presenten en una asignatura común de su curso.

Origen de la discalculia

Se cree que el origen de este trastorno es genético, basado en una alteración genética del cerebro, haciendo que sea la neurología la ciencia que se encargue de estudiar la discalculia. Algunas zonas del cerebro podrían estar afectadas, sobre todo aquellas relacionadas con el aprendizaje, haciendo que al ser diversas a las de la mayoría de la gente no puedan realizar las operaciones matemáticas y relacionadas con números como ellos.

Las personas que padecen discalculia suelen tener un coeficiente intelectual normal, por lo que los casos no suelen detectarse hasta que el niño empieza a tener asignaturas de matemáticas en la escuela y presenta problemas a la hora de resolver los problemas que se le plantean concretamente en esta asignatura, sin presentar quizás inconveniente a la hora de realizar el resto de materias que se le presentan en la escuela.

Existen multitud de ejercicios que puede realizar en casaExisten multitud de ejercicios que puede realizar en casa

Creo que mi hijo tiene discalculia

Si crees que tu hijo podría padecer este trastorno, lo primero que tienes que hacer es consultarlo con un profesional de la salud y con el profesor a cargo del niño. En la escuela estarán acostumbrados a ver problemas de aprendizaje distintos y puede que te aconsejen sobre la situación de tu hijo en concreto. Puede que haciendo cambios en el aula, dónde se sienta, si se distrae, etcétera, el niño consiga concentrarse y conseguir mejores resultados en la asignatura de matemáticas.

No obstante, si el problema no es de comportamiento sino más bien de capacidad numérica deberás consultar con el pediatra del niño si podría estar padeciendo este trastorno. Es posible que le pueda hacer alguna prueba específica para poder concretar más el diagnóstico o que le derive a un psicólogo para niños o un médico especializado, con tal de poder realizarle más pruebas y poder determinar si realmente tiene discalculia.

En el caso de que los profesionales de la salud le diagnostiquen discalculia, serán ellos quienes se encarguen de darle ejercicios que podrá realizar con ellos y en el hogar para poder mejorar la capacidad numérica y de resolución de problemas matemáticos. Existen multitud de ejercicios que puede realizar en casa para poder incrementar esta capacidad, poco a poco, pero deberás tener siempre el beneplácito del médico especialista que lleve su caso, con tal de que no afecte de manera negativa al tratamiento que él o ella esté llevando a cabo.

Con fuerza de voluntad y apoyo el niño podrá conseguir mejorar estas capacidades, aunque será el profesional de la salud quien determine hasta que punto puede llegarse a tener mejora, aunque muchas de las personas tratadas presentan una mejora notable todos los casos son distintos, por lo que deberás tener paciencia y dedicarle tiempo a tu hijo como se merece.

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