Si un padre o una madre se queda sin empleo es posible que los niños se preocupen. El empleo es necesario para conseguir dinero y el dinero es imprescindible para sobrevivir en esta sociedad. Perder un trabajo es una situación que afecta a toda la familia... por lo que todos deben apoyarse mutuamente y para hacerlo, hay que hablar con los niños sobre lo ocurrido.
Aunque es tentador mantener esto en secreto para evitar que los niños se preocupen o se estresen, pueden sentir que algo va mal aunque no se lo digas. Es probable que se molesten aún más cuando descubran que sus padres (a los que les deben decir siempre la verdad y tienen que confiar) les han estado ocultando un secreto, pueden imaginar los peores escenarios si no se habla de lo que está sucediendo.
Así que tendrás que respirar hondo y hacer una reunión familiar para hablar sobre lo que está pasando y lo que significa para la familia. Incluso si tienes miedo, estás frustrado o estresado, recuerda que no necesitas tener todas las respuestas cuando hables con tus hijos. En lugar de esto, simplemente explica lo que sabes hasta ahora.
Prepárate para la conversación, para calmar a tus hijos y para ayudarles a comprender cómo esto es estresante pero que no te quedarás de brazos cruzados. La pérdida de trabajo afecta a toda la familia pero es el momento más importante para apoyaros unos a otros.
Cómo afecta el desempleo
Cuando no estés trabajando, estés en búsqueda o las cosas sean algo inciertas durante un tiempo, es probable que tus hijos sientan cierto estrés, pero todo volverá a la normalidad cuando vean que de nuevo puedes trabajar. Si te quedas sin trabajo por un tiempo prolongado, tu desempleo podría afectar al bienestar general de tu hijo. Hay estudios que demuestran que el desempleo de los padres puede reducir la felicidad de los hijos (incluso las calificaciones de los niños pueden caer si los padres se quedan sin trabajo porque también son afectados por el estrés).
Hay algunas formas en que el desempleo afecta a los hijos, estas son algunas de ellas:
- El estrés de los padres se transmite a los hijos. Cuando los padres están estresados la pérdida de ingresos o la dificultad para encontrar trabajo también estresa a los hijos.
- Los ingresos reducidos afectan la vida diaria de los niños. El nivel de vida de una familia puede disminuir, lo que podría impedir que un niño disfrute de las mismas actividades y privilegios que antes.
- La pérdida de empleo desencadena otros eventos estresantes. Cuando las familias tienen que mudarse a una nueva ciudad o dejar de enviar a los niños a actividades extracurriculares, la vida diaria de los niños puede verse afectada de manera negativa.
- Los niños se preocupan por el futuro. Los niños mayores que entienden un poco sobre el dinero y las facturas pueden sentirse ansiosos de que su familia viva en la pobreza o se quede sin hogar.
- Los niños pueden convertirse en objetivos de los acosadores cuando un padre está desempleado. El desempleo puede provocar burlas y acoso por parte de otros niños.
Cuando entiendas cómo el desempleo afecta a los niños, puedes reducir el coste que cobra en sus vidas. Hablar con los niños sobre la pérdida de empleos y encontrar maneras de ayudarlos a sobrellevar la situación podría ser fundamental para ayudarles a lidiar con el estrés de una manera saludable.
No pienses que si te quedas sin trabajo solo te afecta a ti. En tu familia sois un equipo y lo que afecta a uno, afecta a todos. Todos sois uno y por tanto, estas cosas son necesarias afrontarlas juntos, desde el cariño y el respeto. Poniendo de tu parte seguro que encontrarás una salida por el bien de tu familia.