A lo largo del embarazo, una de las pruebas más importantes para determinar las anomalías del bebé en el feto es la medición del pliegue nucal o translucencia nucal (TN). Este estudio está basado en la detección de alguna característica asociada a un mayor riesgo de padecer una anomalía cromosómica, anomalía genética y/o anomalías en el feto, evaluando el riesgo de que el bebé presente síndrome de Down así como problemas cardíacos importantes.
Así pues, la prueba del pliegue nucal consiste en medir un espacio anatómico en la región de la nuca del bebé, donde se acumula liquido de forma fisiológica y transitoria en el primer trimestre del embarazo. Este estudio se realiza en búsqueda de la posibilidad de que el bebé tenga síndrome de Down (trisomía 21), así como otros desórdenes que son causados por copias extras de cromosomas (trisomía 13 y trisomía 18) y defectos congénitos del corazón.
El especialista mide el espacio claro o traslúcido en este tejido. Todos los bebés tienen algo de líquido en la parte posterior de su cuello, pero los fetos que tienen un cromosoma extra tienen más cantidad de líquido en el pliegue nucal. El mejor momento para realizar el examen es en el primer trimestre, entre las semanas 11 a 14, cuando la base del cráneo es todavía transparente. En este momento, existe una correlación más clara entre el tamaño de la translucencia nucal y el síndrome de Down. Mientras el bebé sigue creciendo, el pliegue se hace menos transparente. Esta prueba permite hacer una adecuada evaluación de la anatomía fetal en el embarazo en el 95% de los casos.
La técnica de medición del pliegue nucal se ha ido modificando para garantizar su eficacia
Actualmente, la técnica más aceptada y usada internacionalmente es la propuesta por la Fetal Medicina Foundation de Londres, quienes han elaborado unas tablas con las medidas normales de la TN en embriones con una Longitud Embrionaria Máxima (LEM) que alcanza los 45 mm y no supera los 84 mm.
El tiempo de exploración para realizar este estudio es de 15 minutos. Durante este tiempo, el especialista confirmará la edad del desarrollo del bebé durante el embarazo, midiéndolo desde la parte superior de la cabeza hasta las nalgas, para así verificar que su tamaño es aproximadamente adecuado para su edad. Tras esto, enfocará en la ecografía la zona del pliegue de la nuca del bebé y medirá su grosor.
Valores normales
Una cantidad normal de líquido en la nuca durante la ecografía significa que es muy improbable que tu bebé tenga síndrome de Down. En términos generales, una translucencia nucal inferior a 3 mm es normal en la mayoría de los casos. Más específicamente, una medición normal a las 11 semanas es hasta 2 mm, y a las 13 semanas es hasta de 2,8 mm. Por lo tanto, cualquier medición superior a 3 mm está asociada con posibles malformaciones genéticas. El riesgo de anomalías aumenta con el aumento de espesor de la transluencia nucal: si es de entre 3 y 4 mm el riesgo es del 10%, si es de entre 4 y 6 mm el riesgo es del 40% y, por último, si es más de 6 mm, el riesgo es del 80%.
Es importante tener en cuenta que la medición del pliegue nucal durante el embarazo no es una prueba diagnóstica, sino que suele ser indicadora de anomalías cromosómicas o del desarrollo. Durante el segundo trimestre la TN disminuye, pero esto no implica cambios en el riesgo previamente determinado. Del mismo modo, el hecho de que la translucencia nucal esté aumentada no quiere decir que tu hijo vaya a tener síndrome de Down u otra anomalía cromosómica, aunque es cierto que el riesgo aumenta considerablemente.