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Consejos para padres de niños celíacos
Consejos para padres de niños celíacos

ENFERMEDAD CELÍACA

Consejos para padres de niños celíacos

La celiaquía es una enfermedad que cada vez se diagnostica a más personas, pero es especialmente molesta en el caso de los niños. Aquí tienes algunas pautas básicas que pueden ayudarte si es tu caso.

La enfermedad celíaca se produce cuando la mucosa que reviste el intestino delgado se inflama debido a una intolerancia inmunológica al gluten que se puede encontrar en ingredientes como la cebada, el trigo, el centeno o sus derivados. Este trastorno en el sistema digestivo, y que en ocasiones puede ser genético, produce lesiones en el intestino delgado y dificulta la absorción de vitaminas, minerales y otros nutrientes que contienen los alimentos. La incidencia de esta condición médica, que también se conoce con el nombre de enteropatía sensible al gluten, ha crecido notablemente en las últimas décadas convirtiéndose en una enfermedad que afecta al 1-2% de la población.

La celiaquía afecta tanto a hombres como a mujeres y puede aparecer tanto en edad adulta como durante la infancia. En todos los casos, la enfermedad celíaca supone una alteración de la vida normal de la persona que la padece; pero en el caso de los niños este cambio puede ser más problemático, ya que les cuesta más comprender el porqué tienen que dejar de comer ciertas cosas. Por eso, desde Bekia Salud queremos dar algunos consejos para ayudar a los padres cuyos hijos han sido diagnosticados con esta enfermedad celíaca

La celiaquía afecta tanto a hombres como a mujeresLa celiaquía afecta tanto a hombres como a mujeres

INFORMARSE SOBRE LA ENFERMEDAD

Cuando a un hijo se le diagnostica con esta enfermedad empiezan a surgir muchas preguntas del tipo '¿qué puedo darle de comer?', '¿qué alimentos son los que pueden hacerle daño?'o '¿qué pasa si come algo que le va a sentar mal?'. No te preocupes, todas estas dudas son normales y no debes tener miedo a preguntar al pediatra hasta el más mínimo detalle o acudir a él en busca de consejos. Y es que conocer en profundidad todos los aspectos de la enfermedad celíaca es clave para que tanto tu hijo como tú aprendáis a convivir con ella. También suele servir de mucha ayuda hacerse miembro de la asociación de celíacos de tu ciudad, ya que en ella podrán darte de primera mano consejos y pautas para que tu hijo lleve una alimentación adecuada.

Debes saber que el tratamiento de la celiaquía no pasa por el consumo de medicamentos, sino que sus efectos tan sólo se pueden prevenir siguiendo una dieta de eliminación con productos que no contengan gluten. Una vez consideres que te has informado en profundidad sobre todos los detalles, es clave que hables con tu hijo para que ya desde el principio comprenda que tiene una enfermedad que le puede poner enfermo si consume ciertos alimentos.

Procura que tu explicación sea lo más clara posible y asegúrate de que el pequeño ha comprendido todo lo que le has dicho y que has respondido a todas sus posibles dudas. Además, también podrás encontrar libros y cuentos especialmente escritos para niños celíacos que les ayudan a comprender mejor su enfermedad. Uno de nuestros consejos es que te apoyes en ellos para que tu hijo entienda perfectamente qué es lo que le estás explicando.

NUNCA PROHIBIR, SINO EDUCAR

Normalmente, en casa seguiréis consumiendo alimentos con gluten mientras que el pequeño tendrá sus productos especiales. Al principio preguntará porqué él no puede comer lo mismo que vosotros e incluso puede que se niegue a comer algo diferente a lo del resto de la familia. Por eso, muchas veces los padres optan por colocar ocultar en sitios donde el pequeño no llega todos aquellos alimentos que él no puede comer, pero eso es un error.

Desde el principio tienes que normalizar la situación y hacerle comprender qué es lo que puede comer y lo que no, explicándole que vosotros podéis comer algunos productos que a él le pondrían malo del estómago. Haciendo esta distinción entre alimentos 'buenos' y 'malos' también él mismo empezará a distinguir entre lo que es bueno para él y lo que no, para que al final él mismo sea capaz de renunciar a lo que no puede comer cuando esté fuera de tu vigilancia.

A la hora de planificar el menú de un niño celíaco, lo mejor es hacerlo con antelación para que te asegures de que su dieta es variada y equilibrada y siempre intentando utilizar productos frescos. Y es que uno de los principales temores de los padres es que, al tener que renunciar a ciertos alimentos, el pequeño no obtendrá todos los nutrientes necesarios durante sus comidas. Pero nada más lejos de la realidad, ya que una dieta sin gluten es sana y completa siempre que los padres se aseguren de ello introduciendo alimentos con fibra, vitaminas, carbohidratos, minerales y proteínas en su día a día.

Siempre que puedas, intenta que el menú del pequeño sea igual al del resto de la familia optando por productos como la pasta sin gluten, la quinoa, la patata o el arroz. Eso sí, si vas a cocinar dos menús prepara primero el que no contenga gluten para evitar que puedan quedar restos en los utensilios, sartenes o cazuelas.

ATENCIÓN TAMBIÉN FUERA DE CASA

Uno de los primeros problemas a los que se enfrentan los padres con niños celíacos es saber cuáles son los alimentos que pueden comprar y los que no. Para ello es esencial aprender a leer las etiquetas de los productos a la hora de ir al supermercado y comprender que el gluten puede estar oculto detrás de una gran variedad de ingredientes como el almidón. Éste se puede encontrar en productos que en principio no deberían llevar gluten como son los embutidos. Otro caso es el de las salsas, que en ocasiones pueden contener jarabe de glucosa u otros añadidos derivados del trigo. Cuando veas que algún producto contiene proteína hidrolizada, extractos de levadura, sémola o jarabe de malta también ponte alerta, ya que pueden ser portadores de gluten.

Normalmente, los fabricantes están obligados a señalar en negrita en las etiquetas los alérgenos que contienen sus productos, pero no el resto de posibles trazas derivados de ciertos ingredientes o por una posible contaminación cruzada. Ésta última se produce cuando las fábricas no tienen un área exclusiva para alimentos sin gluten y pueda ocurrir que éstos acaben contaminándose al entrar en contacto con otros alimentos que sí llevan. Para asegurarte completamente de que un alimento no lleva gluten deberás buscar el sello de la FACE, un símbolo que asegura con total garantía que ese producto está libre de cereales como el trigo, la cebada, la avena o el centeno.

Por último, asegúrate de que toda la familia del pequeño esté informada de que tu hijo es celíaco. También puedes proporcionarles una lista con los alimentos que sí puede comer y los que no en caso de ir a comer a casa de alguno de ellos. Lo mismo debes hacer cuando el pequeño se quede a comer en casa de un amigo. Por último, no te olvides de hablar con el colegio, tanto si tu hijo se queda al comedor como si no. De esta manera, el cuerpo docente podrá vigilar al pequeño siempre que sea posible o preparar una dieta especial en el comedor cuando sea necesario. Además, seguro que así comprobarás que hay más niños celíacos en la misma situación que tu hijo, lo cual te tranquilizará.

Tú misma puedes ser la encargada de preparar la comida para los más pequeños de la casaTú misma puedes ser la encargada de preparar la comida para los más pequeños de la casa

La Navidad, un mes diferente

Ahora que las fiestas ya están aquí también empiezan a sucederse las comidas y cenas familiares. Durante estas reuniones se pone en la mesa una gran cantidad de comida y dulces que el niño encontrará muy apetecible pero que no siempre son aptos para su consumo, por lo que durante este mes habrá que poner especial atención en lo que el niño come. Ya se celebre la reunión en tu casa o en la de otro familiar, lo mejor es que se prepare un menú especial para el pequeño con ingredientes que no le sienten mal. Además, si los niños tienen una mesa especial para ellos, lo mejor es asegurarte de que en ella no hay nada que pueda contener gluten.

Tú misma puedes ser la encargada de preparar la comida para los más pequeños de la casa. Y es que con la gran variedad de ingredientes alternativos sin gluten que puedes encontrar hoy en día, no tendrás problemas a la hora de buscar recetas para posibles aperitivos, platos principales o dulces con los que los niños se chuparán los dedos y no notarán ninguna diferencia.

Pero, a pesar de que tu hijo tenga su propia comida especial, puede ocurrir que pique de la mesa de los mayores o de otras cosas que vea en la cocina sin que tú te des cuenta. Y es que tampoco puedes tener mil ojos para comprobar todos sus movimientos, por lo que es esencial la colaboración de toda la familia para ayudarte en estas reuniones navideñas. Por último, asegúrate de que tu hijo es el primero a la hora de servirse la comida y así te asegurarás de que ésta no se contamine.

También comprueba que el pequeño utiliza siempre su propio plato y cubiertos, que no los confunda con otros que pueda haber por la mesa. Es cierto que al principio todas estas pautas pueden abrumar un poco a los padres. Pero como has podido comprobar, asegurarte de que tu hijo no consume ningún ingrediente que pueda contener gluten o trazas de gluten no es tan complicado. Todo pasa por concienciarse del cambio que el pequeño ha sufrido en su vida normal y armase de paciencia y calma hasta que la situación acabe normalizándose.

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