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Cómo conseguir que tu hijo deje de insistir cuando ya le has dicho que no
Cómo conseguir que tu hijo deje de insistir cuando ya le has dicho que no

DISICPLINA

Cómo conseguir que tu hijo deje de insistir cuando ya le has dicho que no

Los niños pueden llegar a ser muy insistentes por las cosas que quieren conseguir, ¡pero no es no! Descubre estas estrategias para evitar que tus hijos te rueguen después de una negativa.

'Por favor', 'Venga mamá', 'Papá, venga cómpralo'... Estás palabras después de haber dado una negativa y que los hijos las repitan una y otra. vez, pueden desgastar a cualquier padre, incluso al más paciente. Ya sea que tu hijo te esté rogando ir a dormir más tarde, quedarse más rato en el parque o que le compres chucherías... es necesario que enseñes a tus hijos a que dejen de rogarte de forma tan insistente. Un 'no' es un 'no' sin marcha atrás.

Si tu hijo se queja, te suplica y te molesta hasta que no puedas soportarlo más, estas estrategias de disciplina pueden ayudarte a enseñarle que 'no', es 'no'.

No te rindas

La mayoría de los niños aprenden desde una edad temprana que molestar a sus padres para que les hagan caso a lo que quieren, es una de las mejores armas que tienen. Pero, cada vez que cedas en las súplicas de tu hijo, refuerzas que molestar es una buena manera de obtener lo que quiere.

Debes dejar claro a tu hijo que rogar y molestar, no le funcionará, ¡y que realmente no lo haga! Si has dicho que no, tendrás que mantenerte firme ante tu decisión y que sus ruegos no te hagan cambiar de opinión. Si reculas, solo lograrás callarle ahora, pero tendrás que aguantar problemas de comportamiento peores a largo plazo.

Perder la calma refuerza a tu hijo y sabe que él tiene el poder de molestartePerder la calma refuerza a tu hijo y sabe que él tiene el poder de molestarte

Mantén la calma

Perder la calma refuerza a tu hijo y sabe que él tiene el poder de molestarte. Cuanto más frustrado te sientas, más probable será que explotes o digas algo de lo que te arrepienta después. Respira profundamente, aléjate o repite frases positivas en tu mente para mantener la calma mientras tu hijo se está portando mal. Recuerda que necesita tu guía, no tu enfado.

Ignora las protestas

Si no haces caso e ignoras las formas de llamada de atención de tu hijo, será una de las mejores formas de detener los malos hábitos de ruego. Simplemente, aléjate y no le prestes atención a tu hijo mientras tenga este comportamiento.  Cuando se da cuenta de que sus intentos de llamar la atención no son efectivos, dejará de hacerlo.

A veces, los problemas de conducta empeoran antes de mejorar. Esto es especialmente cierto cuando retiras tu atención. Entonces, no te sorprendas si tu hijo levanta la voz o se vuelve más frenético para llamar tu atención. Si te has molestado por el hecho de que no está respondiendo, toma como prueba de que ignorarle es un elemento disuasivo eficaz: no está recibiendo tu atención y está trabajando más para que te des cuenta. Después se cansará al darse cuenta de que sus esfuerzos no tienen éxito.

Tendrás que utilizar las advertencias para que sepa que si sigue con un mal comportamiento habrán consecuenciasTendrás que utilizar las advertencias para que sepa que si sigue con un mal comportamiento habrán consecuencias

Da una sola advertencia

Si el comportamiento de tu hijo cruza la línea en algo que no puedes ignorar, como si estuviera gritando en voz alta en un lugar público o si comenzara a agarrar tu ropa, hazle una advertencia.  Tendrás que utilizar las advertencias para que sepa que si sigue con un mal comportamiento habrán consecuencias.

Puedes decir algo como: 'Si no dejas de gritar, entonces tendrás que sentarte a pensar'. Tendrás que asegurarte que la consecuencias que utilices sea realmente una consecuencia que te atrevas a utilizar.

Sigue con la consciencia

Si tu hijo sigue sin cumplir, tendrás que seguir adelante con la consecuencia negativa. No ofrezcas advertencias repetidas ni insistas demasiado. Si le das 3 advertencias, ya no debe haber una cuarta. En lugar de esto deberá haber una consecuencia como por ejemplo: tiempo de reflexión, quitar un privilegio o una consecuencia lógica a su comportamiento. Esto le dejará claro para la próxima vez que no es tolerable que tenga un mal comportamiento.

Debes ser consistente

La consistencia es clave para extinguir este tipo de comportamientos. Si cedes en los días en que estás cansado o cuando estás frustrado, desharás todo lo conseguido hasta ahora. Cada vez que te das por vencido, tu hijo aprende que las molestias son efectivas. Y será más probable que moleste más a menudo y te molestará por más tiempo.  Asegúrate de enfocar el comportamiento de la misma manera cada vez, sin importar en qué estado de ánimo estés.

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