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Cómo conseguir que tu hijo deje de lloriquear rápidamente
Cómo conseguir que tu hijo deje de lloriquear rápidamente

COMPORTAMIENTO

Cómo conseguir que tu hijo deje de lloriquear rápidamente

¿Tus hijos suelen lloriquear y quejarse constantemente? Entonces estos consejos son para ti, ¡volverá la armonía en el hogar!

Gimotear o lloriquear son comportamientos habituales en los niños. Se puede convertir en un problema de comportamiento muy molesto (pero común) en los niños. Si no existe una intervención adecuada por parte de los padres, un niño que se queda mucho se podría convertir en un adulto quejica que no sabe buscar soluciones a los problemas a los que debe enfrentarse.

Es necesario que los padres tomen medidas para controlar el lloriqueo de sus hijos y evitar que se convierta en un mal hábito. Recordemos que el lloriqueo no es lo mismo que una rabieta. El lloriqueo consiste en quejas llorosas para dar pena al adulto o para molestarle hasta conseguir los objetivos.

Establece una regla familiar

Se necesita una regla familiar sobre lloriquear o quejarse constantemente que diga algo como: 'Se deben pedir las cosas amablemente y aceptar la respuesta con calma' . Esto ayudará a los niños a comprender que los intentos para cambiar la opinión de los adultos no serán efectivos. Tendrás que asegurarte que otros cuidadores de tus hijos hagan exactamente lo mismo cuando el niño o niña intente lloriquear para salirse con la suya.

A veces, lloriquear se convierte en un mal hábito para los niñosA veces, lloriquear se convierte en un mal hábito para los niños

Dale una advertencia clara

A veces, lloriquear se convierte en un mal hábito para los niños y no se dan cuenta de que lo están haciendo. Da una advertencia diciendo: 'Recuerda que las quejas no sirven para nada'.

Esto puede ayudar a que tu hijo sea más consciente de que mendigar, suplicar y pedir en repetidas ocasiones no funciona.

Permanece en calma sin ceder

Escuchar a un niño lloriquear constante puede ser muy molesto, pero es importante que mantengas la calma. Respira hondo y cuenta hasta diez. Si es necesario abandona la habitación y ponte música en auriculares para mantener la calma y no perder la compostura.

Hagas lo que hagas, no debes rendirte. Si por frustración terminas diciendo algo como: 'Vale, toma otra galleta, ¡pero cállate!'. Le habrás enseñado a tu hijo que lloriquear es una forma efectiva de obtener lo que quiere. Es necesario evitar estos refuerzos negativos para que no se queje en el futuro.

Ignora las quejas

La atención en cualquier forma, incluso si se trata de atención negativa, puede alentar a que el comportamiento continúe. Ignorar el comportamiento de búsqueda de atención , como las quejas o las provocaciones, es una forma efectiva de modificación del comportamiento.

Si tu hijo comienza a lloriquear cuando le dices que recoja sus juguetes, y tú sigues hablando con él mientras lloriquea, estás reforzando el comportamiento. Darle atención alienta a los lloriqueos a que continúen. Además, cuanto más tiempo te involucres en una conversación, más tiempo puede retrasar el guardar los juguetes.

Escuchar a un niño lloriquear constante puede ser muy molestoEscuchar a un niño lloriquear constante puede ser muy molesto

Ignorar las quejas y los lloriqueos significa que no le escuchas. Desconecta del lloriqueo pero prepárate porque llorará más fuerte cuando vea que le ignoras. Si esto ocurre, es que la estrategia funciona. Continua ignorando hasta que el comportamiento se detenga y entonces, tu hijo verá que no está funcionando y asegúrate de no ceder en ningún momento en el que tu hijo haya empeorado su comportamiento.

Atención positiva: en el momento justo

La atención positiva solo deberá efectuarse cuando el mal comportamiento se haya detenido. Tan pronto como el lloriqueo se detenga brinda a tu hijo atención positiva y elogia su actitud con frases del tipo: 'Me gusta la forma en la que estás jugando tranquilamente ahora mismo'. Prestar mucha atención positiva al buen comportamiento motivará a tu hijo a buscar tu atención de forma positiva.

Prevenir que vuelva a pasar

Dale a tu hijo las habilidades que necesita para manejar la frustración, la desilusión o la tristeza sin necesidad de quejarse. Enseña que los sentimientos son todos válidos y nos ayudan a reconocer cómo nos sentimientos y a aprender a manejar los sentimientos más incómodos.

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