Los niños deben alimentarse de forma sana y adecuada para que su crecimiento sea óptimo. El hecho de que se desatiendan hábitos correctos de alimentación puede dar lugar a una serie de problemas a nivel de salud, como en el caso de la acetona infantil. Conozcamos en qué consta la cetosis o acetona infantil.
¿Qué es la cetosis o acetona infantil?
En los niños, los azúcares que les proporcionan la energía, cuando estos se agotan, provocan que el organismo recurra a las grasas para obtenerla. Al quemarse la grasa, se producen los cuerpos cetónicos, entre ellos la acetona, un elemento tóxico que se elimina con la respiración y la orina.
Cuando la acetona entra en contacto con el aire, desprende un olor a manzana, el que desprende el niño que padece de cetosis con su aliento. Algunos síntomas de la cetosis son los siguientes :
-Dolor de cabeza.
-Mal aliento: El más evidente cuando se padece de insuficiencia de azúcar. El niño expulsa los cuerpos cetónicos que le sobran con el aliento. El olor suele ser a manzana o afrutado y no resulta agradable.
-Boca seca y/o sabor metálico.
-Fatiga: Sin energía el niño se sentirá más débil.
-Sensación constante de sed: Al expulsar los cuerpos cetónicos con la orina tendrá más ganas de miccionar y sudará más, por lo tanto necesitará hidratarse más.
-Fiebre.
-Vómitos y náuseas.
-Dolor estomacal.
-Irritabilidad.
-Somnolencia.
-Manos y pies fríos.
-Pérdida de peso: Si el organismo no dispone de azúcar ni hidratos de carbono para quemar, debe hacerlo con la grasa, por lo que el niño adelgazará.
-Pérdida de apetito: El cerebro puede verse controlado por el síntoma acetona, y con ellos se logra reducir la sensación de hambre.
Acetona infantil: ¿Cómo se debe prevenirla y tratarla?
Los cuerpos cetónicos sirven para que, no solamente el cerebro, si no todos los órganos puedan beneficiarse de alimento. En los casos más severos, el niño podría morir de hipoglucemia en poco tiempo, si no existiese la cetosis, a las pocas horas. Si durante tiempo el organismo no dispuso de azúcares, lo que hizo fue aprovecharse de las grasas. La acetona infantil ocurre cuando el niño :
-Se alimenta de comida basura, como fritos, pizza, hamburguesas...
-Ayuna.
-Tiene fiebre.
-Practica ejercicio intenso o durante un tiempo prolongado.
-Cuando es propenso al vómito. Al vomitar, elimina el porcentaje acumulado de azúcares. En otras ocasiones la aparición de acetona es la que provoca el vómito.
-No tiene reservas de azúcar en los niños, que son más limitadas, y es que necesitan el cuádruple que una persona mayor. La acetona aparece como mecanismo de defensa.
Para afrontar los anteriores inconvenientes, es necesario que se instauren unos hábitos correctos alimenticios, a la vez que sirven para prevenir y tratar la acetona. La dieta debe ser saludable, pudiéndose tomar un zumo de frutas o una manzanilla con azúcar, cuando ya está instaurado el problema. Además si el niño, al hecho de que haya comido inadecuadamente, se le añade que ha vomitado, se aconseja una dieta suave, a base de fruta, verduras y carbohidratos, de tipo pan, arroz o pasta.
Recomendaciones generales a tener en cuenta
La cetosis o acetona es un fenómeno habitual en los niños, y normalmente ocurre en el intervalo de los 4 a los 5 años. Con el sistema de aviso de la cetosis, se consigue estar atento a las necesidades del pequeño y si se queda sin el suministro de azúcar o glucosa. Tras ese momento ya solo le queda actuar al organismo, abasteciéndose de la grasa para obtener la necesaria energía y seguir activado.
La cetosis puede aparecer junto con afecciones e infecciones, como la diarrea, faringitis o infecciones del intestino. Hay pediatras, que para que disminuyan los niveles de acetona y remitan los vómitos, aconsejan que se le administre al niño un suero que puede elaborarse en casa, con agua, azúcar, un poco de sal, bicarbonato y zumo de limón.
Como los cuerpos cetónicos se expulsan por el aliento y la orina, podrá averiguarse con una sencilla prueba, los sticks urinarios. En farmacias y parafarmacias, pueden adquirirse estos denominados sticks urinarios, los cuales, al ser impregnados con orina, miden la acidez y la cantidad de cuerpos cetónicos o cenoturia.
El médico será quien vea si el niño tiene un exceso de cuerpos cetónicos y cómo debe tratarse. Si el niño tiene acetona infantil, un síntoma, durante pocos días, deberá seguir algunas recomendaciones en su dieta. Es imprescindible consultar al pediatra, si tras alimentarse correctamente, el niño posee un índice elevado de acetona.