Para que una familia esté feliz y los hijos, disfruten de ella, es imprescindible que un matrimonio se cuide. Los niños aprenden de los padres y si ellos están felices, los hijos también lo estarán. En este sentido es imprescindible que sepas detectar a tiempo a los asesinos silenciosos de tu matrimonio , solo de esta manera podrás poner remedio antes de que sea demasiado tarde.
Es posible que sepas las cosas más obvias que pueden destruir cualquier matrimonio o relación estable de pareja, como el abuso emocional o físico, las adicciones, las mentiras o la infidelidad. Algunos problemas son menos visibles y también pueden causar angustias emocionales en las relaciones. Estas dificultades también pueden estar presentes en otros problemas más obvios. Debes tener cuidado con otros asesinos de las relaciones y de los matrimonios, que p ueden estar acechando en tu hogar sin que te des cuenta.
Falta de respeto
La falta de respeto a menudo es bastante sutil. Es como un iceberg. A veces es tan sutil que las parejas no se dan cuenta ni son conscientes de que están faltando el respeto a su pareja, o a ellos mismos. Por ejemplo, cuando una persona critica a su pareja sobre algún fallo, se crearán sentimientos negativos que se acumulan y se convierten en abuso emocional o verbal.
Falta de empatía
La empatía es imprescindible en cualquier relación de pareja para que sea sana, pero aún es más importante cuando se trata de matrimonio y se tienen hijos. Una persona debe estar preparada emocionalmente para 'ponerse en los zapatos' de su pareja. Es necesario consolar a las parejas cuando pasan por momentos delicados y sienten dolor, tristeza o enfado. También es importante aprender a celebrar sus éxitos y logros, sin resentimientos ni envidia.
La empatía no es lo mismo que sentir pena o envidia. La empatía debe permitir sentir el dolor y las alegrías de tu pareja en tu mismo corazón. Esto es el amor.
Si hay algo que mate silenciosamente a una pareja y que casi no se den cuenta es el desinterésDesinterés
Si hay algo que mate silenciosamente a una pareja y que casi no se den cuenta es el desinterés. Las parejas pueden desinteresarse poco a poco el uno del otro. Esto puede deberse a que se están separando emocionalmente, no compartiendo actividades juntos, teniendo diferentes valores o falta de intereses comunes.
Una parte de la pareja puede estar demasiado involucrado en una actividad particular donde excluye al otro. O bien, una parte de la pareja se niega a hacer cosas con el otro porque lo disfruta con otra persona.
Tu marido puede odiar las películas que a ti sí te gusta, pero las ve de vez en cuando y eso significa mucho para ti. Pero si no lo hace... esto separa. Cuando existe desinterés mutuo lleva a la desconexión y después al divorcio o a la infidelidad.
El sarcasmo
Las bromas pesadas o con doble sentido no son bromas, son insultos. Este tipo de 'bromas' que más bien es agresión emocional encubierta aleja a las personas. Es posible que una parte de la pareja use la broma como una forma de ocultar o desviar la hostilidad hacia el otro. Por ejemplo, una persona puede decir: 'está comida es asquerosa' y después, 'no te pongas así, que era broma'.
Sin embargo, este comentario no fue tomado por el destinatario como una broma. Este tipo de 'bromas' y sarcasmo se erosiona lentamente a medida que pasa el tiempo e incluso puede llegar a ser tóxico. Este comportamiento a menudo es el resultado de la ira subyacente o reprimida que no se expresa directa o constructivamente a la pareja.
Es posible que el amor se haya acabado y que una de las partes esté fingiendoEl amor se acabó
Es posible que el amor se haya acabado y que una de las partes esté fingiendo. Puede ser incluso una respuesta natural intentar mostrar amor donde no lo hay, sobre todo, por el sentimiento innato de protección hacia los hijos.
Esto sucede con frecuencia con las parejas casadas que se han desconectado emocionalmente. Todavía pueden decir 'te quiero' y hacer los mismos gestos de cariño todos los días, aunque cada vez lo sienten menos. No se esfuerzan por conectar más, porque realmente no quieren hacerlo.
El matrimonio está claramente en peligro en este punto. El antídoto es plantear este doloroso tema con la pareja. Finalmente, se deberá hacer un esfuerzo consciente para acabar con esta dinámica asesina del amor.