La llegada del otoño y de los cambios bruscos de temperatura trae entre otras cosas los primeros catarros o resfriados en los más pequeños de la casa. La cosa se agrava mucho más en el caso de que los pequeños vayan a la guardería o al cole. Ante este problema de salud tan común y habitual entre los niños, sólo queda tener paciencia y seguir una serie de consejos que ayuden a los niños a recuperarse lo más pronto posible.
Cómo se contagia el catarro o resfriado
El catarro es una infección de tipo viral que se contagia de una manera rápida y sencilla. El virus encargado de que el niño pase unos días con mocos y tos es el rinovirus. La forma por la que se suele contagiar es a través de los estornudos y de la tos por lo que es bastante normal que los peques estén continuamente acatarrados.
El catarro suele durar cerca de una semana y en cuanto a los síntomas cabe destacar la acumulación de mocos, tos, malestar general y ojos llorosos. Durante el catarro, los niños no suelen tener fiebre lo que le diferencia de otro proceso viral como es la gripe.
El catarro o resfriado no se puede curar con medicamentos Cómo hay que tratar un catarro
El catarro o resfriado no se puede curar con medicamentos por lo que la mejor forma de tratarlo consiste en aliviar los síntomas y hacer que el niño se siente mucho mejor. En tal caso es esencial que el pequeño beba bastante líquidos con el fin de mantenerse bien hidratado además de eliminar la mayor cantidad de mocos. Para el caso de la congestión nasal el mejor remedio consiste en aplicar agua salina y limpiar las fosas nasales.
Si la tos es bastante persistente y le cuesta respirar debido a la gran cantidad de mocos en la nariz, puedes usar un humidificador para humedecer el ambiente y no se le reseque en exceso la garganta. En el caso de que el niño presente un poco de fiebre, puedes darle algún medicamento que ayude a bajar la fiebre y a mejorar el malestar del cuerpo.
Lo normal es que dicha infección vírica desaparezca al cabo de una semanaLo normal es que dicha infección vírica desaparezca al cabo de una semana pero puede ocurrir que los síntomas se agraven y el catarro se complique más de la cuenta. De tal forma el catarro puede derivar en una sinusitis o neumonía que hay que tratar lo más rápido posible. El pediatra debe examinar al menor para tratarlo lo más rápido posible y evitar que pueda que la cosa pueda agravarse en exceso.
Cómo prevenir un catarro
Los catarros y los resfriados son muy difíciles de prevenir y en los niños es mucho más complicado ya que están en continuo contacto con otros niños. Sin embargo hay que hacerles ver que no deben compartir chupetes, vasos y otros objetos que suelan llevarse a la boca. Otro de los consejos para prevenir un posible contagio consiste en lavarse las manos de una forma habitual.
Si el niño está acatarrado es importante que cada vez vaya a estornudar o toser, se tape la boca ya que el resfriado se contagia de una manera muy rápida a través de los estornudos.
Si tu hijo se ha acatarrado o resfriado no te preocupes en exceso ya que es bastante normal que los niños se contagien muchas veces durante los meses de otoño e invierno. En el caso de que ello ocurra, debes armarte de paciencia y cuidar a tu hijo para que se recupere lo más pronto posible. Intenta tomar buena nota de todos los consejos para prevenir que el niño pueda contagiar a los demás miembros de la familia o a otros niños de su entorno más cercano.