Cuando somos padres, cualquier cosa que haga el bebé es algo que nos despierta curiosidad. Cualquier pequeño gesto puede acabar volviéndose algo de lo que tenemos que preocuparnos, e incluso lo que antes podríamos considerar una nimiedad, ahora es de vital importancia.
Por ejemplo, el hecho de que un bebé, al dormir, respire con la boca abierta... ¡Puede llegar a preocupar mucho a los padres! Y es que, desde que nace, el respirar por la nariz es fundamental para el bebé. Es algo que todos los seres humanos debemos hacer; pese a que podamos respirar al tener la boca abierta, lo mejor es que lo hagamos por la nariz, para evitar que se nos reseque la garganta, así como mil complicaciones más.
El hecho de que un bebé, para dormir, prefiera dejar la boca abierta, podría estar indicándonos que es incapaz de respirar de forma adecuada. Sí, puede que nos parezca muy tierno, porque es un gesto muy dulce, pero es algo que deberíamos tener en cuenta para averiguar por qué lo hace y procurar que deje de hacerlo. Al dormir con la boca abierta, el bebé podría acabar provocándose, a largo plazo, una maloclusión dental, una gran sequedad bucal (lo que le llevará a tener más enfermedades en las encías, ronquera...) e incluso fuertes dolores de cabeza y apnea del sueño.
A veces el bebé duerme con la boca abeirta por la postura que tienePero lo más importante de todo a la hora de analizar el hecho de que nuestro bebé haya decidido dormir con la boca abierta es ver por qué está sucediendo esto. Y es que puede haber bastantes posibilidades, todas igual de preocupantes.
Motivos por los que el bebé duerme con la boca abierta
Lo más probable es que el bebé, o el niño, dependiendo de la edad, no sea capaz de respirar correctamente por la nariz. Esto le lleva a abrir la boca para, de esta forma, obtener todo el aire posible. En ese caso, pudiera ser que tuviera vegetaciones o que tuviera alguna desviación nasal. Las vegetaciones se notarían en que el bebé pareciera tener siempre mocos, y le costaría respirar en todo momento; no obstante, por la noche es cuando más se dificulta todo. En el caso de la desviación nasal, respirar le sería más difícil que a cualquier otra persona.
También pudiera ser que, por la posición al dormir, el bebé acabe con la boca abierta. Y es que hay posiciones en las que es más fácil que acabemos abriendo la boca de forma innata; por ejemplo, si el bebé duerme boca arriba o si no usa ningún tipo de almohada. Ninguna de estas dos posturas son recomendables, y en el caso de los bebés lo mejor es corregirlo desde primera hora. Si son más mayores, puede que sea un poco complicado, pero no imposible.
Mantén sus fosas nasales limpias, sobre todo si tiene catarro, para evitar que el bebé respire mal de nocheO puede ser que, a causa de un catarro o una gripe, el bebé acabe abriendo la boca más de la cuenta para dormir. Esto sí que tiene fácil solución: hay que procurar que el motivo que le impide respirar correctamente desaparezca, llevándole al médico y sanando su dolencia.
Una última posibilidad es que el bebé, o el niño, tenga sobrepeso. Las personas con obesidad, independientemente de su edad, tienen una mayor dificultad para respirar. Si a eso le sumamos que, para dormir, están tumbados, podemos entender rápidamente su necesidad de abrir la boca.
Ayudar a que cierren la boca al dormir
Debes intentar que el bebé cierre la boca al dormir, porque así le acabarás ahorrando una gran cantidad de problemas futuros. Para ello, procura que tenga las fosas nasales limpias (puedes usar una solución salina, por ejemplo) y visita al medico para comprobar que no haya ningún tipo de apnea del sueño, ni vegetaciones ni desviación del tabique. Además, colócalo de lado a la hora de dormir para que así tenga que respirar por la nariz.