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6 consejos para prevenir la obesidad infantil
6 consejos para prevenir la obesidad infantil

CRECIMIENTO SANO

6 consejos para prevenir la obesidad infantil

La obesidad infantil puede acarrear problemas de salud en nuestros hijos e hijas, por eso el mejor remedio es la prevención.

Ahora que el Reino Unido no se encuentra en Europa, España ha pasado a ser el país con un mayor índice de obesidad infantil de la Unión Europea, y no solo entre niños, si no también con personas con más sobrepeso.

El 23 de junio de 2016 se celebró el XVIII Congreso del SECO, un congreso que reúne a más de 400 profesionales en el ámbito de la medicina en Barcelona. Uno de los motivos de preocupación en este congreso fueron las altísimas cifras de obesidad que salieron a la luz con el último informe de The economist sobre nuestro país, en el que se declara que en España el 17% de la población tiene obesidad y un 53,7% tiene sobrepeso. Otro de los datos más preocupantes es que respecto a la infancia un 26% y un 24% sufren sobrepeso (en niños y niñas respectivamente). Nuevamente son las cifras más altas en la Unión Europea.

Los porcentajes se han multiplicado por tres desde los años 70, puede descolocar un poco tanta diferencia pero lo cierto es que uno de los motivos son las desigualdades sociales, se ha comprobado que generalmente las familias con menos recursos son un factor de riesgo hacia una dieta deficiente y por tanto, hacia el sobrepeso. En parte por el pobre acceso a comida de calidad pero sobre todo al gran desconocimiento sobre este tema por parte de la familia. La poca práctica de actividad diaria por parte de los niños y los hábitos insalubres hacen que los niños tomen más calorías de las que realmente necesitan y no adquieran unas pautas adecuadas de comidas. De esta manera, saltarse el desayuno y sustituir los alimentos de calidad (pescados, frutas, verduras...) por otros de dudoso beneficio (chucherías, bollería, exceso de carnes...) hacen que el niño entre en riesgo de sufrir obesidad infantil.

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Consejos para prevenir la obesidad infantil

Como prevenir es mejor que curar, a continuación os dejamos con unas pautas para evitar que tus hijos puedan llegar a desarrollar este problema. Una vez que tu hijo llega a tener sobrepeso es más difícil que lo supere porque normalmente ya ha instaurado unos hábitos que aunque no imposible, son difíciles de cambiar. Piensa que el niño se ha acostumbrado a tomar ciertos alimentos más sabrosos y a disfrutar de su tiempo libre de forma sedentaria. Querer que se mueva más cuando su cuerpo pesa mucho más de lo que debería le costará un trabajo terrible y hacerle comer verduras de la noche a la mañana mucho más.

Recuerda que los niños muy pequeños no tienen fuerza de voluntad ni visión a largo plazo, solo ven lo que es bueno para ellos en ese momento, hasta que su cerebro no madure del todo las explicaciones que le des no servirán de mucho. Por eso, es mejor empezar cambiando sus hábitos de forma lenta pero insidiosa.

1. Servir una ración acorde a su edad y altura

El estómago de un niño no llega ni al tamaño de media manzana. Muchos padres se empeñan en que coman aun estando llenos, simplemente "por no dejar la comida en el plato". ¿Por qué obligarles a seguir comiendo si ya están saciados? Estás enviado a su estómago y cerebro la señal de que siga comiendo aun estando lleno. ¿Cómo te sentirías tú si el camarero de un restaurante te obligase a comer por no "dejar la comida en el plato"?

2. Controla sus hábitos a la hora de comer

Por ejemplo, insístele en que coma despacio, masticando bien la comida, y échale raciones pequeñas, solo dale más comida si una vez que ha terminado lo del plato te lo pide. Muy importante, no dejes la televisión encendida, si está distraido viéndola no captará las señales de su cerebro que le indican que está saciado.

3. Deshazte de toda la comida no saludable de la casa

No se trata de ponerlo a dieta si no de prevenir el sobrepeso. Por eso, si no quieres que tu hijo coma bollería, chucherías y bebidas azucaradas, sencillamente no las compres, déjalas solo para ocasiones especiales. Llena tu nevera y despensa con panes y pastas integrales (no porque sean bajos en calorías si no porque tienen más fibra), frutas y verduras. Dale agua cuando tenga sed y los zumos de frutas (mejor sin azúcar).

Los alimentos Los alimentos "prohibidos" se vuelven muy atractivos en los niños

4. Prohibido prohibir

Nunca le digas a los niños que "X" alimento es malo o está prohibido. Primero, porque es mentira (no hay ningún alimento que por si mismo tenga la capacidad de engordar si no la frecuencia de su consumo) y segundo porque cuando prohíbes un alimento en la dieta del niño solo lo estás volviendo en más atractivo. Simplemente, intenta no tenerlo en casa.

5. Limita el tiempo frente a las pantallas

Para empezar los niños menores de 2 años no deberían nunca tener contacto con las pantallas (ordenadores, tablets, móviles, televisión...), pero los mayores tampoco deberían pasarse con ellas. Nunca deben de estar más de dos horas diarias frente a ellas. Anímale a bajar al parque para que se relacione con otros niños y haz actividades con él, la mejor manera de conseguir que un niño se vuelva activo es involucrarle en actividades con los padres y que lo asocien con algo divertido. Para eso, es vital que el padre o madre también haga ejercicio y no sea sedentario, seamos sinceros, ¿cómo quieres que tu hijo sea activo si tú tampoco sales de casa? Si el niño se queja de que hacer algo le cansa no debes sobreprotegerlo y decirle que pare porque si no, no le estarás enseñando el valor del esfuerzo, y queremos justo lo contrario.

6. Controla las veces que va a comer a restaurantes de comida rápida

Una forma de prevenir la obesidad infantil es que dentro de su dieta las salidas a este tipo de restaurantes se regulen. No se trata de que no vayan nunca pero estas visitas han de ser casuales. Si a tu hijo le apetece ese tipo de comida siempre va a ser muchísimo mejor que la cocines tú en casa. Los restaurantes de comida rápida gustan tanto a los niños porque asocian a la comida juguetes y zonas de juego a las que pueden acceder después, para los padres es una opción barata cuando se sale a comer fuera, sin embargo, los ingredientes que se usan no son muy saludables y su consumo habitual es un factor de riesgo para la obesidad infantil.

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