Cuando algo se pone de moda entre los más jóvenes es muy difícil que nuestros hijos no sucumban a esa tendencia. Da igual lo que opinen sus padres, especialmente si se ponen en contra, porque lo que persevera es aquello que se considera 'in', lo que también gusta a sus amigos y será muy difícil que cambie su opinión.
Y la última moda entre los más jóvenes son las zapatillas deportivas con ruedas, siendo la marca de referencia Heelys, que les permiten desplazarse rodando. Al margen de que nos puedan o no gustar estéticamente está el dilema de si se trata de un calzado adecuado para los niños. Por mucho que a ellos les gusten.
En las últimas semanas han surgido voces en contra de este tipo de calzado, que califican como perjudicial para los pequeños. ¿Es cierto? ¿Pueden suponer un problema en el futuro desarrollo de nuestros hijos? ¿No son tan malas como nos las pintan?
¿Zapatillas o patines?
No son unas zapatillas convencionales y por lo tanto no se usan como tales, algo de lo que no siempre son plenamente conscientes los niños. Al llevar las ruedas hacen que se pierda parte de la estabilidad que confiere un calzado estándar y puede hacer que quien las lleve pueda acabar de bruces en el suelo. Y es que este tipo de deportivas podría considerarse algo a medio camino entre unas zapatillas y unos patines. Al fin y al cabo con ellas se puede caminar y también patinar. Pero, ¿dejaríamos que nuestros hijos pasasen el día con los patines puestos?
Muchos médicos alertan del riesgo de caída de las zapatillas con ruedasLa respuesta más probable es que no, que dejarles con los patines puestos todo el día sería un peligro y un imán para los accidentes. Aunque en realidad la gran mayoría de los padres cuando sus hijos se ponen patines o montan en bicicleta les equipan con complementos que les protegen ante posibles caídas.
Cuando los niños llevan deportivas con ruedas no llevan ningún tipo de protección. Las usan para caminar por la calle, para ir al colegio, incluso para estar en casa. De ahí que en realidad puedan llegar a ser más peligrosas que los patines, porque nada evita que se hagan daño si se caen.
Accidentes y lesiones derivadas
En España las zapatillas con ruedas son una moda bastante reciente, que ha empezado a poblar los colegios y parques en el último año. Sin embargo en países como Estados Unidos están habituados a este tipo de calzado. Allí se han hecho estudios sobre la relación que existe entre estas zapatillas y los accidentes.
A partir de las visitas al traumatólogo se ha podido determinar que el principal mal a hora de portar este tipo de deportivas es sufrir una caída, que puede ser leves o derivar en traumatismos. El más frecuente es la fractura de la muñeca, probablemente por el impulso de adelantar las manos al ver que se está cayendo y cargar sobre la muñeca con el peso de todo el cuerpo.
En nuestro país cada vez son más los médicos que empiezan a advertir del incremento de traumatismos derivados del uso de este tipo de zapatillas deportivas. Como era de esperar las caídas se dan especialmente cuando los niños aún no tienen un control de las mismas. Según un estudio de Estados Unidos uno de cada cinco niños que se lesionaba portando estas zapatillas lo hacía en el momento en que las estrenaba. Algo de lo que podemos deducir que no son tan fáciles de utilizar como podría parecer en un primer problema.
La visión de los podólogos
Los traumatólogos no son los únicos médicos que han estudiado el efecto que las zapatillas con ruedas pueden tener sobre los niños. Los podólogos también se han fijado en el calzado más de moda entre los pequeños y han llegado a pedir que no se permitan en los colegios.
Los niños deben entender a diferenciar entre las zapatillas de andar y un jugueteLo han hecho después de que un estudio de la Universidad Miguel Hernández de Elche constatara que algo más del 10% de los alumnos de Infantil y Primaria usan este tipo de deportivas para ir a clase, lo que supone que pasen con ellas ocho horas al día, incluso más.
En el mismo se ha constatado que este tipo de calzado no aporta la estabilidad necesaria ni es tan flexible como cabría esperar debido a las ruedas. Este elemento hace, además, que el pie tenga una ligera inclinación y el mismo efecto que si llevara unos zapatos con un poco de tacón. Las consecuencias son que se aumenta la carga en el antepié y la presión que se ejerce sobre el talón y, a la larga, puede derivar en un problema de crecimiento o de pies planos.
De ahí que la recomendación de los podólogos pasa por reducir el tiempo que los niños usan las deportivas con ruedas a no más de dos o tres horas al día, para que no sufran las consecuencias de un uso prolongado.