Tiene muchos nombres: rincón de pensar, silla de pensar, tiempo de espera, tiempo fuera o tiempo muerto... pero todas las aplicaciones son iguales, solo que debe hacerse bien para que realmente sea efectivo. Si no se hace correctamente puede causar consecuencias negativas en el desarrollo de los niños.
Decirle a un niño que 'se marche del lugar' porque se ha portado mal parece fácil, pero retirarle de la situación no es tan sencillo como parece para que realmente sea disciplina infantil. ¿Realmente funciona el tiempo muerto? Dependerá de cómo lo apliques en la disciplina.
Defensores
Los defensores de los tiempos muertos o tiempos de descanso utilizados en la disciplina infantil de sacar a los niños que se portan mal de una actividad y colocarle en un área determinada para 'descansar' o 'pensar', le ayuda a que el niño tenga cierto tiempo para calmarse, dentro de un tiempo controlado.
El tiempo fuera se puede utilizar para hablar con el niño sobre lo que ha pasado, por qué no es apropiado y cómo debe actuar el niño en el futuro. Siempre se deberá acompañar al niño y en ningún caso dejarlo abandonado emocionalmente o en una estancia donde esté totalmente solo.
Habla con frecuencia con tus hijos sobre las expectativas de comportamiento que esperas en momentos determinadosConceptos clave
estos consejos clave son necesarios recordar siempre que se utilicen los tiempos muertos:
- Habla con frecuencia con tus hijos sobre las expectativas de comportamiento que esperas en momentos determinados. Tu hijo deberá tener un entendimiento básico de lo que es correcto y de lo que no lo es, así como de las consecuencias.
- Tiempo muerto sin discusiones. Esto significa que tendrás que recordar tú también las expectativas y recordárselas a tu hijo, sin gritos y desde la calma.
- Usa los tiempos de espera con moderación. El uso excesivo de ellos por cada infracción de un niño pequeño diluirá enormemente su efectividad.
- La cantidad de tiempo para un tiempo de espera debe estar de acuerdo con la edad de un niño. La mayoría de los defensores recomiendan usar un minuto por edad del niño... y puede ser menos, pero más no porque entonces el tiempo de espera pierde su función y el niño puede olvidar por qué está ahí.
- Habla con tu hijo y acompáñale en todo momento. Tu hijo debe sentir que le quieres sin importar nada más. Recuérdale que ciertos comportamientos no pueden ser permitidos. La conversación puede ser positiva para que se sienta bien.
Nunca amenaces con el tiempo muerto y luego no lo lleves a cabo. Si haces esto, esta herramienta de disciplina simplemente dejará de funcionar. No dés múltiples oportunidades, y no digas cosas como: "vas a tener un tiempo de espera" si no dejas de hacer algo, y luego no cumples. Si lo dices, tendrás que llevarlo a cabo ... incluso si la situación hace que el tiempo de espera sea incómodo o incluso embarazoso. Los padres a tu alrededor lo entenderán y probablemente se alegrarán de que esté sacando a tu hijo de la situación de manera inapropiada.
Olvídate de la vergüenza y aleja a tu hijo de la situación: que llore si es necesario, pero no que no arruine el evento para todos los demás. Además, no permitas que tu hijo se sienta capacitado para tratar de hablar en voz alta o sobornarlo para que actúe correctamente. No le des el control de la situación. Es posible que se sienta mortificado por tener que irse la primera vez, pero cuando tú y tu hijo tengan una comprensión clara, serás el único que quedará sonriendo cuando la próxima vez sea el hijo de otra persona el que se comporte mal, mientras que el tuyo actúa correctamente.
Los que no están a favor...
Hay quienes están totalmente en contra del tiempo muerto (o cómo quieras llamarlo). Creen que es un método de disciplina demasiado duro. En muchas ocasiones, la táctica disciplinaria se usa en exceso y se aplica de manera inconsistente, y el niño a menudo no tiene la menor idea de por qué debe ser colocado en el tiempo muerto en primer lugar. Después de todo, dicen, muchos niños pequeños regresan a la misma conducta inapropiada después de completar su tiempo de espera.
Hay quienes están totalmente en contra del tiempo muerto¿Es este un acto deliberado de desafío? No, en absoluto. Es solo que el niño no entiende por qué tuvo que estar en ese lugar ni tampoco sabe qué es lo que ha hecho mal ni qué debe hacer para mejorar. Si un niño pequeño no hace la conexión entre el comportamiento y la emoción, entonces un padre puede sentirse cada vez más frustrado y las interacciones entre niños y padres pueden intensificarse. Además, el niño no aprendió nada de la experiencia.
Quienes defienden que no se deben usar los tiempo muertos, creen que no deben utilizarse por los siguientes motivos:
- Tu hijo puede ser demasiado joven para comprender qué es un tiempo muerto o para qué sirve. Si no entiende por qué tiene esa consecuencia entonces, simplemente este método de disciplina simplemente no funciona.
- Se resiste y no quiere estar. Si te das cuenta que utilizar los tiempo muertos para tu hijo es pasarlo mal y se resiste... no le obligues porque en realidad la técnica no va a surgir efecto. Algunos padres intentan y aumentan sus habilidades continuando añadiendo tiempo al tiempo de espera cada vez que se levantan o se mueven. Esto significa que estás sentado allí manteniendo el tiempo y observando cada uno de sus movimientos. Al final, estás más enfadado y molesto y es probable que tu hijo convierta toda la experiencia en una batalla.
- No eres constante. La mayoría de los padres no aplican los tiempos de espera constantemente. Muchos padres "amenazan" con un tiempo muerto y en realidad no aplican la disciplina, haciéndola efectivamente inútil. Después de todo, ¿cuántas veces has escuchado a un padre pronunciar las palabras: "Si no paras ahora mismo, ¡te sientas y no te mueves en toda la tarde!", Solo para no hacer nada con respecto al mal comportamiento de un niño cuando continúa. Amenazar con consecuencias y no llevarlo a cabo, ¡es un gran error!
Lo importante con esta disciplina es que te sientas cómodo/a utilizándola y sobre todo, que tu hijo pueda usar este tiempo para calmarse y reflexionar.