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Técnicas de respiración útiles durante el parto
Técnicas de respiración útiles durante el parto

ALUMBRAMIENTO

Técnicas de respiración útiles durante el parto

Te explicamos cómo debe ser la respiración durante el parto, paso a paso y adaptándose a cada una delas fases de alumbramiento.

La respiración debe adecuarse a cada momento de la vida. Su poder de relajación, para transformar las sensaciones o aliviar el dolor es muy grande, así que conocer las distintas formas de inhalar y exhalar dependiendo de la situación en la que te encuentres puede ser de gran ayuda. Y el parto es uno de esos momentos en los que controlar la respiración se hace imprescindible. En este caso su objetivo será la relajación de la madre y la correcta oxigenación del bebé. También te servirá para soportar mejor las contracciones. Está comprobado que con una inhalación y una exhalación rítmicas se reducen parte de los riesgos y los posibles problemas que pueden producirse al dar a luz. Utilizar estas técnicas puede ayudarte y mucho a la hora de pasar por uno de los momentos más maravillosos y estresantes al mismo tiempo de toda tu vida.

Cada fase del parto tiene asociada un tipo de respiración que te ayudará a superarla lo mejor posible. Hará que liberes oxitocina, la hormona encargada de generar las contracciones y que hace que estas sean más efectivas. Esto a su vez sirve para que consigas dilatar los 10 centímetros necesarios para dar a luz lo antes posible. Ten en cuenta que en situaciones de miedo o estrés la segregación de oxitocina puede ser menor, lo que dificultaría la tarea que tienes por delante. Incluso el frio también puede provocar una dilatación más lenta.

En las clases de preparación al parto nos enseñan a respirar correctamente para facilitar la salida del bebéEn las clases de preparación al parto nos enseñan a respirar correctamente para facilitar la salida del bebé

El parto tiene cuatro fases: la inicial, la activa, la de transición y la de expulsión. Y en cada una de ellas debes respirar de una manera diferente. Te explicamos cada técnica para que vayas practicando a lo largo del embarazo y consigas una mayor relajación. Así te sabrás la lección de memoria cuando llegue el momento de que tu pequeño venga al mundo.

A continuación os explicamos cómo debe ser la respiración en cada fase, tal y como te han explicado en las clases de preparación al parto:

1. Durante la fase inicial del parto

En esta fase las contracciones son más débiles y se producen de forma regular (cada 15 minutos más o menos). Su duración está entre los 20 y los 45 segundos. Cuando empieces a sentir que vas a tener una contracción debes llevar una respiración abdominal, cambia a la respiración torácica cuando esta ya haya comenzado y vuelve a la abdominal cuando sientas que se termina. Practica primero el cambio de una respiración a otra: túmbate boca arriba y coloca tus manos bajo las costillas. Llena tus pulmones tomando aire por la nariz y notarás como tus manos se separan la una de la otra y vuelven a su sitio cuando expulses el aire por la boca. Ahora ponlas sobre el vientre, intenta que se hinche al respirar. Toma aire por la nariz y expúlsalo por la boca.

¿Lo tienes dominado? Pues recuerda: respiración abdominal al inicio y al final de la contracción y torácica en el medio. Cuando empiece el parto puedes colocarte en varias posturas: tumbada, sentada sobre las rodillas o de pie. En este caso te sentirás más cómoda si te apoyas sobre una mesa, el respaldo de una silla... o incluso la pared.

2. Durante la fase activa

Cuando el parto llegue a su parte activa lo sabrás porque las contracciones se volverán más intensas, se producirán cada 3 o 5 minutos y durarán unos 60 segundos. Pero durante su transcurso tienes que utilizar una respiración jadeante. ¿En qué consiste? Debes inhalar profundamente y exhalar todo el aire en siete resoplidos. Si pronuncias algún sonido (ah, ah, ah o uf, uf, uf) siete veces te resultará más sencillo. También puedes pronunciar alguna frase separando las sílabas.

El tipo de respiración variará según la fase del partoEl tipo de respiración variará según la fase del parto

Mientras aplicas esta técnica ayudarás a tu cuerpo a ensanchar la cavidad abdominal, a aumentar la presión en el cérvix y tus niveles de oxitocina subirán. Al empezar y terminar respira de forma abdominal o torácica, como más cómoda te sientas.

3. La fase de transición

La siguiente fase del parto es una transición entre la preparación de las dos anteriores y el alumbramiento. Aquí la duración de las contracciones será de un minuto o minuto y medio y se producirán cada dos minutos. En esta fase deberás optar por respirar de manera jadeante. Pero ten cuidado porque corres peligro de hiperventilar. Para evitarlo alterna los jadeos con respiraciones torácicas o abdominales. Puedes ponerte a gatas o de pie en este momento. También puedes acompañar esta respiración con movimientos de la pelvis hacia adelante y hacia atrás o a izquierda y derecha. De esta forma conseguirás que los músculos de esta zona se relajen y mejorarás la circulación de la sangre.

Ten en cuenta que aquí dilatarás los últimos dos centímetros, que suelen ser los más dolorosos. Ten un pañuelo en la mano para apretarlo con fuerza e incluso morderlo, y si sientes que necesitas gritar en lugar de jadear para aliviar el dolor, no te cortes. Lo hará más llevadero.

En la fase de expulsión expulsaremos el aire a la vez que hacemos fuerza para que salga el bebéEn la fase de expulsión expulsaremos el aire a la vez que hacemos fuerza para que salga el bebé

4. En la fase final, la expulsión del bebé

En la última fase del parto, la de expulsión, sentirás contracciones cada dos minutos, al que igual que ocurre en la fase anterior, con la diferencia de que ya estarás completamente dilatada y podrás empezar a empujar. Toma aire despacio y expúlsalo mientras haces fuerza para que salga el bebé, coordinando la respiración con las contracciones. Antes de volver a empujar recobra el aliento inspirando y expirando de forma abdominal o torácica hasta que te recuperes del esfuerzo y puedas volver a intentarlo. Haz fuerza con los músculos del suelo pélvico.

Cuando hayas superado todo esto todavía te quedará expulsar la placenta. Utiliza la respiración de la fase dos. Al acabar, el ritmo de inhalaciones y exhalaciones volverá a ser natural gradualmente.

Recuerda que en situaciones como esta debes hacer un esfuerzo por respirar de manera controlada. Si entras en pánico respirarás muy deprisa y tomarás muy poco aire. Esto hará que tus músculos se contraigan, que te sientas mareada e incluso que notes un ligero hormigueo en los dedos. Además, no le estarás aportando a tu bebé la cantidad de oxigeno que necesita para nacer. Practica estas técnicas de respiración y relajación y tu experiencia durante el parto será mucho más positiva.

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