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¿Debo usar sujetadores especiales durante el embarazo y lactancia?
¿Debo usar sujetadores especiales durante el embarazo y lactancia?

EMBARAZO

¿Debo usar sujetadores especiales durante el embarazo y lactancia?

El embarazo provoca que los pechos de la madre aumenten y se mantengan así durante la lactancia, por ello debemos utilizar el sujetos más adecuado.

Casi desde el momento en el que las mujeres quedan embarazadas comienza el aumento del pecho. Esto se debe a que las glándulas mamarías empiezan su evolución, preparándose para la lactancia que comenzará después del parto. El tamaño crecerá cada día hasta que lleguen a las últimas semanas de gestación y, en este momento, suelen estabilizarse un poco más. Tras el parto las mamas tienden a inflamarse, y no será hasta pasadas unas dos o tres semanas que no tendrán un tamaño más estable y que se irá manteniendo en toda la época lactante, disminuyendo con la demanda del bebé.

Para aquellas mamás recientes que han decidido dar el pecho a su bebé, es recomendable recordar que tienen que proveerse de sujetadores especiales para este proceso, algo que ayudará a recoger esos senos prominentes que son consecuencia del aumento del pecho y que pueden resultar algo incómodos por la falta de costumbre y por los cambios que suponen hormonalmente.

Sujetadores especiales

El sujetador de lactancia, es aquel específico para este proceso tan importante de la maternidad. Tanto si las mamás van a dar el pecho como si no, son necesarios; en este último caso para asegurar cierta comodidad hasta que esta zona se restablece, que suelen ser desde el momento en que se comienza a sentir el cambio en las primeras semanas de embarazo, hasta los dos o tres primeros meses después del parto.

Esta prenda no solo facilitará el proceso de lactancia para la madre y el bebé, si no que dará mucha más estabilidad a los senos de la mujer en este momento y durante el embarazo.

Nunca debemos dejar que el sujetador nos aprieteNunca debemos dejar que el sujetador nos apriete

Suelen existir de diferentes formas y tamaños, así como de distinta talla y copas; llegando a cubrir incluso la copa K. Con o sin aros, de encaje o tela, con o sin dibujos, etc. En la variedad está el gusto. Los sujetadores de maternidad o embarazo y los de lactancia son similares, lo que ocurre que los segundos tienen una abertura para poder dar de mamar al bebé.

Lo más recomendable es que no lleven aros, aunque para aquellas que tengan mayor voluptuosidad ya de por sí, sí que se puede aconsejar que los lleven y estarán mucho más a gusto. También influye mucho la apertura que puedan tener para facilitar el proceso de alimentación al pequeño/a. Los hay que abren desde arriba en la zona del tirante, otros desde abajo e incluso por un lateral; éstos incluso los hay para favorecer la colocación del extractor de leche, muy útil para madres trabajadoras o que pasan varias horas separadas de sus hijos.

Lo más importante es elegir el sujetador perfecto para cada persona, no vale cualquiera, es muy importante encontrar el que se ajuste más a las necesidades de cada embarazada o mamá y que cumpla con todas las condiciones necesarias para asegurar la comodidad y el proceso de alimentación.

Crecimiento del pecho durante el proceso de lactancia

Desde el primer momento en que una mujer queda embarazada hasta que da a luz y, posteriormente, comienza a amamantar a su bebé; empieza el aumento del pecho, un proceso bastante gradual que solo se estabiliza cuando el pequeño/a ya ha cogido un cierto ritmo de alimentación.

Durante la gestación, las glándulas mamarias comienzan a preparar el cuerpo para lo que se acerca, y e n este momento es cuando éstos cambian y crecen poco a poco subiendo la talla. Más que crecimiento es ensanchamiento, prácticamente es que deben convertirse en un "embalse" de leche para la futura "personita" que viene en camino; por lo que el cuerpo cambia para este proceso que se le viene.

Existe una amplia variedad de tallasExiste una amplia variedad de tallas
Una vez que tiene lugar el alumbramiento, los senos se hinchan un poco más de lo normal y no suelen bajar hasta las dos o tres semanas posteriores, momento en el que ya se estabilizan. Ésto es debido a que en las primeras semanas, tanto la madre como el bebé se encuentran en un proceso de adaptación para este tipo de alimentación; y también tiene mucho que ver con la expulsión del calostro que es un proceso costoso y que suele durar más o menos ese tiempo.

Es por todo esto, que se recomienda tener en la reserva un sujetador básico, sin aros, se tenga poco o mucho pecho, ya que estas primeras semanas son muy incómodas y dolorosas. Una vez se acomodan, ya no hay problema para usar el que sea más del gusto de la recién estrenada mamá.

Elegir la mejor talla

En cuanto a la talla que es mejor comprar, obviamente hay que esperar para comprarlos a ese momento en el que el aumento del pecho hace que el sujetador normal sea insoportable o incluso dormir con él sea un suplicio. Cuando esto ocurra existen multitud de experiencias y claramente dependerá de la situación de cada persona.

Hay mujeres que van comprando según van necesitando, o en el principio del embarazo compran aquellos que son más económicos y gastan algo más cuando el proceso de lactancia se acerca, incluso adquirir una talla más para apurarlo al máximo. En este aspecto es a gusto del consumidor.

Hay que tener en cuenta que no tienen el precio normal ni tampoco existen las mismas ofertas para éstos que para los normales, por lo que siempre hay que ir con cabeza y pensar que conviene más.

Los sujetadores de lactancia solo servirán durante el embarazo, pero serán 9 meses, y es demasiado tiempo para estar tan incómodas. Debe ser un proceso cómodo, y sobre todo dar facilidad para ese momento tan bonito que espera y que dará esa gran unión entre madre e hijo, un vínculo que no se romperá jamás.

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