Todos los padres quieren que sus hijos sean felices en la escuela, pero cuando están allí no se puede saber si realmente lo son. Los padres deben fiarse de las palabras de los maestros, aunque esto a veces no es suficiente.
En ocasiones, los niños se pueden sentir presionados o intimidados en la escuela y no te lo dicen por vergüenza o por miedo. También el hecho de que pasen demasiado tiempo fuera de casa puede hacer que se sientan también infelices. Sin embargo, es posible que los padres no sepan si realmente sus hijos son felices o no dentro de la escuela.
Por este motivo, si sospechas que tu hijo no es del todo feliz en la escuela, hay algunas formas de saberlo. No te pierdas estas señales que te indican que tu hijo no está contento yendo a la escuela. Si realmente descubres que tu hijo no es feliz allí, será necesario que vayas a la escuela a hablar con los maestros o incluso con el equipo directivo para saber qué ocurre y cómo solucionar la situación cuanto antes. Ningún niño se merece pasarlo mal en un centro educativo.
Cómo saber que tu hijo no es feliz en la escuela
Mojar la cama
Cuando un niño ya tenía controlado sin problemas el hacer pipí por la noche y nunca mojaba la cama, de repente cuando empieza a tener enuresis nocturna es porque algo le pasa emocionalmente. Esto significa que hay algo en su vida que le hace sentir ansiedad y estrés. Cuando esto ocurre no te enfades con el niño simplemente habla con él para saber qué puede estar pasando.
Chuparse el dedo
Si tu hijo nunca se ha chupado el dedo o dejó de hacerlo desde bien pequeño y de repente empieza a chuparse el dedo (o a morderse las uñas), quizá es que hay algo en su vida que le provoca ansiedad. Si cuando está en casa o en otros ámbitos suele estar tranquilo, entonces tendrás que hablar con su maestro para averiguar cómo está en la escuela. Dale mucho amor a tu pequeño en casa para que sepa que está seguro.
Rabietas demasiado constantes
Si tu hijo empieza a tener rabietas demasiado constantes en casa, también puede significar que está teniendo problemas. Los niños que se sienten intimidados por otros niños en la escuela o por una figura de autoridad, saca sus frustraciones en casa. Si te das cuenta que tu hijo actúa constantemente de esta manera, deberás ignorar sus rabietas para encontrar la raíz de lo que le ocurre. Es necesario reconocer sus sentimientos y darle todo el amor que necesita en estos momentos. De esta manera, tu hijo querrá complacerte y no tendrá rabietas.
Esta siempre 'enfermo'
Esta es otra señal evidente de que tu hijo no está contento en la escuela. Si tu hijo se queja con frecuencia de estar enfermo sin tener señales físicas o síntomas de enfermedad, es posible que no quiera ir a la escuela. Como padre o madre, no debes complacer esto y mantenerle alejado de la escuela porque esto agravará el problema. Es necesario hablar con él para saber qué está mal, hablar con el maestro y buscar soluciones cuanto antes.
Problemas de alimentación
Estos problemas son más comunes en niños mayores o niños en sus primeros años de adolescencia. Cuando los niños repentinamente comienzan a comer muy poco o demasiado poco o generalmente desarrollan hábitos alimenticios poco saludables, es posible que no estén contentos en la escuela. No debe forzar a tus hijos a comer comidas completas, sino alentarlos a comer aperitivos pequeños y saludables que los mantendrán en buen estado de salud. También debes mostrarte comprensivo y hablar con los maestros cuanto antes.
Empieza a tener un comportamiento retraído
Esta también es una señal de que tu hijo no está contento en la escuela. Si tu hijo normalmente está contento en casa y en la escuela y de repente se retrae y habla menos, entonces quizá es que ocurra algo en la escuela. No debes ser crítico/a ni tampoco forzarle a hablar si ves que le cuesta. Es necesario ser paciente y preguntarle si necesita ayuda con algo de la escuela.