'Dale un abrazo a los abuelos', esta frase es bastante habitual en todas las familias con niños pequeños. En realidad, hay razones de peso para que no le vuelvas a decir a tu hijo que abrace o bese a nadie, incluidos a sus familiares... o a ti.
Deja de insistir
El problema con la insistencia en que los niños den besos y abrazos cuando no quiere darlo es que le estás diciendo que no te importa cómo se sienta, debe hacer lo que se le dice sin rechistar. Es como cuando le das una orden como que recoja sus juguetes y si no lo hace tendrá una consecuencia negativa.
Así que cuando dices "da abrazos y besos", estás insinuando que habrá consecuencias negativas si él no hace lo que dices. Es como decir: "No me importa si te sientes cómodo o no, muestra afecto de todos modos". Cuando un niño se siente obligado a mostrar afecto, recibe el mensaje de que no tiene control de su propio cuerpo. Este es un mensaje muy peligroso para que los niños lo reciban.
A muchos padres les preocupa que no dar un abrazo a alguien sea percibido como groseroPeligro de abuso sexual
Los niños que piensan que necesitan cumplir con las solicitudes de afecto de un adulto tienen más probabilidades de ser sufrir abusos sexuales. Si un depredador sexual le dice a una niña que haga algo con lo que no se siente cómoda, puede sentirse obligada a cumplir.
Pero, una niña a la que se le enseñó: "Es tu cuerpo y tienes la oportunidad de decir no a las cosas que no quieres hacer", es más probable que pueda decir que no si alguien le pide que haga algo que no se siente cómoda haciendo.
Enseña que tiene el control sobre su cuerpo
Cuando les enseñas a tus hijos que tienen el derecho a escoger si quiere que alguien le haga cosquillas o no, o si quiere sentarse en el regazo de alguien o no... esto le demuestra que puede tomar decisiones basándose en su nivel de comodidad. Puedes crear una regla en casa que diga que nadie puede tener contacto físico con nadie si no lo desea, ni tan siquiera con familiares.
Deja claro a tu hijo que no tiene que mostrar afecto físico para complacer a alguien. Entonces, si la abuela dice: "Hoy te di un regalo, dame un beso de despedida para mostrarme cuánto te ha gustado". o un tío dice: "No te daré una galleta a menos que primero me des un abrazo", intervén y recuérdale a tu hijo que no tiene que hacerlo si realmente no quiere. Enseña a tu hijo que él es quien decide sobre su propio cuerpo y decide quién puede tocarlo y quién no. Este mensaje lo deberá tener tu hijo en su mente para siempre.
Cuando un niño se siente obligado a mostrar afecto, recibe el mensaje de que no tiene control de su propio cuerpoTu hijo estará mejor equipado para resistir los avances sexuales más adelante en la vida cuando se niegue a permitir que otros le culpen al contacto físico. No hay necesidad de mostrar afecto simplemente porque alguien insiste, si no se quiere dar afecto, la otra persona debe aceptarlo.
No hay necesidad de ser grosero
A muchos padres les preocupa que no dar un abrazo a alguien sea percibido como grosero. En consecuencia, dicen cosas como: 'La tía, solo viene una vez al año, ¡lo menos que podrías hacer es darle un abrazo de despedida!' Pero en realidad, cuanto menos ven a alguien, es más saludable para ellos tener menos contacto físico. No tienen vínculo emocional para más. Si tu hijo no quiere abrazar a esa tía que apenas ve, no le fuerces. Te debe importar más el desarrollo saludable de tu hijo que la opinión de los demás.
Si un pariente dice "¡Dame un abrazo!" Y tu hijo claramente no está interesado, interviene diciendo: "¿Te gustaría dar un abrazo o prefieres despedirte?" Es posible que necesites educar a tus amigos , miembros de la familia y otras visitas para que sepan que tío no obligas a tu hijo a ser físicamente afectuoso. Enseña a tu hijo que dar la mano es una opción cuando se encuentre con nuevas personas a las que no quiere dar otra muestra de afecto. Habla sobre cómo puede ser apropiado dar la mano al conocer a un nuevo maestro o al saludar a un nuevo amigo.