Para un padre o una madre, la alimentación de sus hijos es una gran preocupación, sobre todo cuando los pequeños no comen bien o son demasiado quisquillosos con las comidas. En realidad, un niño no es que nazca siendo quisquilloso con la alimentación, es que hay que enseñarle a comer bien poco a poco y de forma progresiva.
Cuando a un niño se le intenta enseñar a comer violentamente u obligándole a ingerir alimentos que aún no tiene asociados como buenos para él, se puede generar aversión hacia la alimentación y lo peor, futuros trastornos alimenticios que pueden pasar factura a la autoestima del pequeño.
Para una buena alimentación saludable
Muchos padres con tal de que sus hijos coman, les dan cualquier cosa, incluso alimentos que no son saludables, pero esto es contraproducente. Si tu hijo se acostumbra a que cada vez que te dice que no quiere comer algo le das algo que le gusta, no es difícil intuir qué pasará después. Siempre te hará rabietas para comer lo que le gusta, sin tan siquiera probar lo que tiene delante. Es necesario aprender a equilibrar los alimentos saludables y los alimentos que le gustan a los hijos, para que de esta manera se alimenten correctamente.
Para esto, tendrás que comenzar temprano a enseñarle qué es una buena alimentación y cuáles son los hábitos saludables que tenéis en casa y que además, tendrás que dar un buen ejemplo. Es mejor que comiences con esto cuanto más pronto mejor, así empezarán a acostumbrarse a una buena alimentación.
También tendrás que ser creativo/a con la comida para que a tus hijos les sea más apetecible. Presenta la comida de maneras diversas y divertidas, así tus hijos querrán probar nuevas formas, texturas y gustos. No te preocupes si tus hijos no quieres probar lo que le presentas la primera vez. Es normal que lo rechacen, no le obligues a comerlo, simplemente retíralo y dale otra opción saludable de comida que ya conozca. Con el tiempo y la persistencia acabará aceptando el primer alimento saludable también.
Otra idea para que tus hijos tengan una alimentación saludable es que les involucres en la planificación de la dieta semanal. Así cuando estés pensando y escribiendo tu horario semanal de la comida, permítele que él también piense opciones saludables para todos.
Que NO debes hacer
Hay algunas cosas que no debes hacer para que tus hijos estén bien alimentados, porque solo de esta manera lograrás que puedan desarrollar una buena relación con los alimentos.
Sobrealimentación
No todos los niños tienen el mismo apetito. También podría llevarles un tiempo saber si están llenos. Para asegurarse de que se sienten llenos, es posible que desees sobrealimentarlos. Sin embargo, no le des a tus hijos una gran ración de comida solo para asegurarte de que han comido bien.
Esperar a que lo terminen todo
Habrá momentos en que tus hijos no quieran acabar la comida de su plato porque no tienen más hambre y tienes que confiar en ellos. Pero si realmente no tienen hambre, no les de algo de comer que les guste justo cuando han pasado 20 minutos desde que comieron.
Guardar el apetito para la cena
Podría pensar que darles bocadillos entre comidas les hará sentir llenos más tarde, pero no darles alimentos cuando sienten hambre tampoco es bueno. Además, los niños necesitan más energía, por lo que sienten hambre con más frecuencia. Por lo tanto, permita tentempiés saludables entre comida y comida.
Prohibir las golosinas
Los niños tienden a hacer las cosas que específicamente les pides que no hagan. Es solo su naturaleza. Es posible que desees mantener los dulces y otras golosinas lejos de tus hijos, pero prohibirlos por completo solo los hará querer más. Por lo tanto, permíteles comer golosinas de vez en cuando, especialmente cuando terminan su comida saludable.