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Sigue la 'Ley de la abuela' para criar a tus hijos
Sigue la 'Ley de la abuela' para criar a tus hijos

DISCIPLINA

Sigue la 'Ley de la abuela' para criar a tus hijos

A veces, si se sabe apreciar bien, la disciplina tradicional es la mejor opción, ¡haz caso a la Ley de la abuela!

Son muchas las personas que miran la educación de antaño con cierto rencor, pero en realidad, si se mira bien se puede aprender mucho. Cuando en la disciplina tradicional no hay autoritasimo, ni agresividad y sí hay respeto, se pueden aprender grandes cosas que los padres pueden aplicar hoy en día para la crianza de sus hijos. 'La ley de la abuela' es un método de disciplina efectivo y que merece la pena conocerlo.

La ley de la abuela consiste en enseñar a los niños que siempre tendrán una opción si quieren ganar sus privilegios y si no quieren hacerse cargo de la opción, simplemente, perderán esos privilegios. Les da la oportunidad de reconocer que tienen cierto control sobre los privilegios que ganan y cuándo los ganan. 

La ley de la abuela

La ley de la abuela o la disciplina de la abuela implica enmarcar las cosas como un incentivo en lugar de señalar únicamente las consecuencias negativas. En lugar de decir cosas como:'No te tomarás el postre si no te comes todo lo que tienes en el plato', se puede decir según la Ley de la abuela lo siguiente: 'Cuando termines de cenar, podrás tomar el postre'. Suena mucho mejor y a los niños les da más motivación a hacer las cosas mejor y se reducen las discusiones a cero.

En lugar de utilizar un sistema de recompensas más formal, la ley de la abuela simplemente son recordatorios espontáneos de cómo los privilegios están directamente relacionados con su comportamiento. De esta manera se les da a los niños un recordatorio sobre lo que deben hacer para conseguir otra cosa.

La ley de la abuela o la disciplina de la abuela implica enmarcar las cosas como un incentivoLa ley de la abuela o la disciplina de la abuela implica enmarcar las cosas como un incentivo

No se tienen que ofrecer recompensas grandes como incentivo, ¡ni mucho menos! En lugar de eso, solo hay que recordar a los niños que puede tener sus privilegios cuando cumpla con tus expectativas. Es sencillo, rápido y efectivo. ¡Las abuelas siempre son y serán las más sabias! Si el niño elige no hacer lo que has dicho, no ganará el privilegio. Tan fácil como esto.

La Ley de la abuela es excelente para evitar las luchas de poder con los niños, porque es una disciplina que deja claro a los niños tienen una opción y que son ellos quienes deciden. Los resultados que se reciben dependerá del comportamiento que muestren en cada momento concreto. Esta forma educativa de la abuela también enseña a los niños autodisciplina puesto que aprenden a vincular sus acciones con los resultados y esto le ayudará a tomar mejores decisiones en el futuro.

Ejemplos de la Ley de la abuela

La ley de la abuela básicamente puede funcionar al vincular una tarea a un privilegio específico. Mira algunos ejemplos y lo entenderás mejor:

-Cuando hayas acabado tu tarea podrás ver un rato la televisión.

-En cuanto acabes de limpiar tu dormitorio podrás jugar en el jardín.

-Cuando termines de fregar los platos podrás bañarte en la piscina.

-Cuando termines de barrer y fregar el suelo del salón podrás jugar media hora a tus videojuegos.

-Cuando te pongas la chaqueta y las zapatillas iremos al parque.

¿Puede ser aún más efectiva?

Sí, puede serlo. La ley de la abuela puede ser aún más efectivo cuando tienes el tiempo suficiente para esperar a que el niño cumpla con su tarea. Por ejemplo, si le dices a un niño que en cuanto esté preparado para ir a la cama le leerás un cuento, quizá el niño perderá un tiempo y podrías acabar leyendo el cuento una hora más tarde, entonces, ¿cómo manejar esta situación siguiendo la ley de la abuela?

En este tipo de situación puedes decir cosas como: 'Si estás listo para ir a dormir en 10 minutos, podremos tener tiempo para leer un cuento'. Si no está listo en 10 minutos, entonces no tendréis tiempo para leer el cuento.

También solo es efectivo cuando tu hijo realmente tiene una opción. No digas: 'Cuando te pongas los zapatos iremos a la tienda', porque te tienes que ir a la tienda de todas maneras, si lo haces acabarás enfadado/a para que tu hijo se ponga las zapatillas cuanto antes y entonces esta ley no tendrá efectividad. Para que sea correcto tendrás que decirle algo como: 'Cuando te pongas los zapatos iremos a la tienda y después a jugar al parque 10 minutos'.

No podemos negar que las abuelas son las más sabias de cualquier familiaNo podemos negar que las abuelas son las más sabias de cualquier familia

¿Y si no funciona?

La ley de la abuela dejará de ser efectiva si cedes ante tu hijo. Si le dices algo como: 'Puedes tener un postre tan pronto como termines de comer", pero terminas permitiendo que tu hijo coma postre aunque él no haya terminado su cena, le enseñarás que no cumples lo que dices. Tienes que estar preparado/a para cumplir con lo que dices.

La ley de la abuela tampoco funcionará si comienzas a ofrecer recompensas demasiado grandes o extravagantes. Si usas demasiadas recompensas, tu hijo las esperará e incluso llegará un momento en que las exigirá. En lugar de esto tendrás que usar los privilegios que tu hijo ya tiene o usar recompensas gratuitas o de bajo coste. Incluso puedes utilizar recompensas improvisadas en el mismo momento como: 'jugar unos minutos a la tablet', 'hacer manualidades', 'salir a jugar al jardín', 'ir al parque', etc.

No podemos negar que las abuelas son las más sabias de cualquier familia. Ellas han criado a sus hijos y aún son capaces de seguir dando lecciones a sus hijos convertidos en padres y a sus nietos. La sabiduría de las abuelas no se puede despreciar, por eso, merece la pena que de vez en cuando o al menos en esto, tengas en cuenta que la sabiduría de la abuela realmente es importante. Educar a los niños con opciones es algo que se hace desde hace siglos y que se debe mantener porque es efectivo.

Lo que no es efectivo, ni lo ha sido nunca ni lo será jamás, es el estilo de crianza demasiado punitivo y autoritario donde no se respetan a los niños. Los niños deben sentirse comprendidos, amadas y respetados todo el tiempo. De esta manera tendrán la motivación suficiente para mejorar su comportamiento y cuando tengan opciones que le hagan sentir que ellos también tienen cierto control sobre la situación y que no todo es dictado por el adulto.

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