El hipotiroidismo es la deficiencia de trabajo de la glándula tiroidea en el organismo, causando una transformación del metabolismo lo que lleva en los adultos normalmente a un cambio principal en el aumento de peso. Pero el hipotiroidismo también puede darse en los recién nacidos y lactantes, y en este caso los síntomas y las causas no son tan claras. Existen dos tipos de hipotiroidismo cuando hablamos de niños o lactantes: el hipotiroidismo adquirido y el hipotiroidismo congénito.
El hipotiroidismo adquirido solo se da en los niños más mayores, en la segunda infancia y en el principio de la adolescencia y es provocado por una tiroiditis autoinmunitaria. Es muy poco común que en los lactantes se produzca hipotiroidismo adquirido porque se ha dado poco tiempo de vida para que se haya podido desarrollar de forma externa.
En la mayoría de los casos, el hipotiroidismo en lactantes y niños es un hipotiroidismo congénito, es decir, que nace con la misma persona. Hay que tener en cuenta que las alteraciones del tiroides de forma congénita no son hereditarias, no se produce porque los progenitores tengan alguna alteración en la glándula, aunque sí se pueden producir por algún hábito de la alimentación o la medicación de la madre durante el embarazo.
El hipotiroidismo es la deficiencia de trabajo de la glándula tiroidea en el organismoSon muchos los casos conocidos en los que la madre ha tomado una determinada medicación durante el embarazo, incluso alguna recomendada para trastornos derivados de la glándula tiroidea, y cuyos recién nacidos han desarrollado hipotiroidismo desde su nacimiento. Pese a ello, en la mayoría de los casos el hipotiroidismo en los lactantes y niños se produce de manera aleatoria y solo afecta a uno de cada tres mil recién nacidos.
Signos y síntomas del hipotiroidismo en lactantes y niños
En los niños pequeños y en los lactantes, los síntomas del hipotiroidismo son muy diferentes que los que podemos encontrar en los niños mayores y en los adultos. Mientras en los adultos se ve una inflamación de la glándula, un aumento de peso e incluso otros síntomas derivados de taquicardias, en los niños pequeños estos síntomas no se dan.
En los casos más graves, el mal desarrollo de la glándula tiroidea puede afectar al desarrollo del crecimiento del pequeño porque afecta al metabolismo. Sin embargo, los principales síntomas que se pueden apreciar en un pequeño con hipotiroidismo son los rasgos faciales, sobre todo la cara hinchada, la lengua gruesa y un abdomen distendido. A nivel de comportamiento, los síntomas más comunes son la alimentación deficiente, el sueño, el estreñimiento y el llanto debido al malestar.
Diagnóstico y tratamiento
Es muy difícil apreciar a primera vista algún síntoma relacionado con el hipotiroidismo en niños y lactantes porque sus síntomas pueden estar relacionados con muchas otras dolencias que nada tienen que ver. Por ello, lo mejor ante cualquier síntoma de cualquier tipo es acudir al pediatra o asistente médico de cabecera para que realice el diagnóstico oportuno.
Aunque el primer diagnóstico que realizará el especialista será el examen físico del menor, de sus posibles síntomas y reflejos, la única forma de realmente saber si un niño tiene hipotiroidismo es a través de un análisis de sangre específico en el que se estudia el trabajo de la glándula tiroidea. A veces, estas pruebas no son suficientes o los niveles que aparecen en la analítica no son lo firmemente claros como para poder dar el diagnóstico certero del hipotiroidismo, por lo que se pueden llegar a elaborar otras pruebas más desarrolladas como la ecografía o la gammagrafía de la zona de la glándula, que se encuentra en el cuello.
Es muy difícil apreciar a primera vista algún síntoma relacionado con el hipotiroidismoEn el caso en que el diagnóstico sea positivo y efectivamente te encuentres ante un caso de hipotiroidismo, debes saber que no es nada alarmante y que con el tratamiento adecuado, el pequeño puede llegar a remitir la enfermedad.
Para el tratamiento del hipotiroidismo, la única medicación existente es una pequeña píldora diaria que compense el ejercicio que debería hacer la glándula tiroidea por sí sola, ayudando a que está funcione correctamente y el metabolismo trabaje de forma correcta. Esta medicación normalmente se toma de forma diaria en la dosis recomendada durante el resto de la vida, salvo en casos leves o de hipotiroidismo adquirida en los que puede ser pasajera y el tratamiento puede acabar pasado un tiempo.
En el caso de lactantes o niños muy pequeños, esta dosis se podrá administrar triturando la pastilla e incluyéndola en la leche materna o en un porcentaje de agua que se le administrará al bebé a través de un biberón.
Si no se lleva a cabo el tratamiento recomendado para el hipotiroidismo en lactantes y niños pequeños, la enfermedad puede desarrollarse hasta llegar a afectar al crecimiento corporal e intelectual del pequeño. La única manera de prevenir esta enfermedad en la medida de lo posible es evitar determinados medicamentos durante el embarazo, como pueden ser el yodo.
Debes saber que el hipotiroidismo no es una enfermedad considerada grave si está diagnosticada y tratada a tiempo, por lo que el menor que tenga esta enfermedad puede realizar una vida normal, y realizar ejercicio físico sin problema siempre y cuando siga el tratamiento asignado por el especialista.