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5 formas de ayudarte emocionalmente en el postparto
5 formas de ayudarte emocionalmente en el postparto

POSTPARTO

5 formas de ayudarte emocionalmente en el postparto

El postparto puede ser complicado a nivel físico, pero también debes cuidarte a nivel emocional... No te pierdas estos consejos.

¿Crees que en tu maternidad nadie te ayuda y te sientes sola y agotada? En realidad el primer paso para que eso cambie es ayudarte a ti misma. El postpato no solo dura 16 semanas, dura un año o más... dependiendo de cada caso particular y de la madre. Los días y las semanas posteriores al nacimiento del bebé pueden ser los mejores y los peores de tu vida, a partes iguales... aunque todo lo bueno que sientes sin duda pesará mucho más que lo malo que puedas vivir.

Estos meses siguientes pueden ser emocional, mental y físicamente exigentes. Aunque te centres en tu bebé o en cómo recuperar tu cuerpo de antes de estar embarazada, también es muy importante que te cuides emocionalmente... ¡es mucho más importante! Ya sea tomar tiempo para ti, rodearte de seres queridos, ver la televisión cuando el bebé esté durmiendo... lo que importa es que te asegures de que estás en plena forma emocional (y no sólo física).

Los efectos mentales de tener un bebé pueden variar de madre a madreLos efectos mentales de tener un bebé pueden variar de madre a madre

Entiende que lo que sientes es normal

Los efectos mentales de tener un bebé pueden variar de madre a madre, pueden experimentar de todo, desde cambios hormonales e insomnio hasta sentimientos de insuficiencia como padres y incluso el temor al juicio de los demás. Las mujeres a menudo tienen una idea de cómo serán esas semanas después del parto: su ideal del embarazo perfecto. Incluso cuando todo sale como se espera, los cambios hormonales durante y después del embarazo pueden hacer que las situaciones de rutina tengan más carga emocional de lo esperado.

No prestes atención a la presión

Si es tu primera vez como nueva madre, la presión a veces puede ser abrumadora, y muchas mujeres cometen el error de ocultar sus sentimientos o retirarse de los demás debido al temor de ser juzgados como padres inadecuados. En lugar de aislarte, rodéate de amigos y seres queridos, ya sea para compartir tus preocupaciones o sentimientos con alguien o simplemente para tomar un café rápido y alejarte por unos minutos de tus preocupaciones. El mero hecho de tener a alguien en quien confiar o simplemente sentarse puede ayudar a reducir el estrés de las nuevas mamás y los sentimientos de soledad.

Expresa tu creatividad

Aunque tomarte el tiempo para bailar, pintar, leer o escribir puede no ser una prioridad en tu lista de prioridades con un recién nacido, encontrar el tiempo y las maneras de expresar la creatividad es clave para sentirte emocionalmente saludable en los días posteriores al parto. Ser capaz de volver a ser creativo y volver a ti mismo te ayuda a volver a tu ritmo. Intenta escribir en un diario durante 15 minutos cada día, o toma una clase de baile en tu gimnasio porque también puedes disfrutar de la compañía de otros.

 Intenta volver a tus rutinas de antes de que naciera tu bebé Intenta volver a tus rutinas de antes de que naciera tu bebé

Medita para reflexionar sobre ti

Respira lenta y profundamente, inculcándote una sensación de relajación y paz en su rutina diaria. La meditación es realmente importante, y solo tener un tiempo a solas, contar tus respiraciones o ver cómo sopla el viento en los árboles, puede ayudarte a sentirte mejor. Puedes probar formas relajantes de ejercicio, como yoga, danza o tai chi, para ayudar a equilibrar tu mente y cuerpo.

Vuelve a tus rutinas

Aunque tu bebé te lo ponga complicado intenta volver a tus rutinas de antes de ser madre, pero ahora, incorporando a tu bebé. Las citas con el médico, el cuidado de tu bebé, la hora de comer de tus pequeños... es posible que todo esto se apodere de ti durante las primeras semanas y meses después de dar a luz. Intenta volver a tus rutinas de antes de que naciera tu bebé, o al menos a algo parecido a eso. Por ejemplo, intenta sentarte a tomar el desayuno o el café de la mañana mientras el bebé duerme la siesta, o ve a tu nocturna habitual mientras tu pareja cuida las cosas de la casa.  Vuelve a conectarte e intenta mantener tu agenda.

Recuerda dormir bien, hacer ejercicio, mantener una dieta equilibrada y sobre todo, cuidar tus emociones.

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