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Cómo evitar que los niños entren en cetosis
Cómo evitar que los niños entren en cetosis

CETOSIS

Cómo evitar que los niños entren en cetosis

Estos consejos te ayudarán a evitar que tus hijos entren en cetosis, ¡es muy peligroso para su salud!

Durante los cuatro y los cinco años de edad, es muy habitual que los niños puedan entrar en un estado que se conoce como cetosis o acetona infantil. Y si bien este estado en adultos no es muy preocupante, en niños podría llegar a serlo, porque ellos mismos no son capaces de detectarlo y explicarlo. Sucede como en muchas enfermedades o dolencias; los niños no dejan de ser niños, al fin y al cabo, y pueden no saber explicar cómo se sienten o cómo se encuentran, lo que les lleva a sufrir muchas veces en silencio. Como padres, lo único que se puede hacer es estar pendiente de todo este tipo de situaciones para saber anticiparse al problema.

La cetosis no es en sí misma una enfermedad, pero sí que es una respuesta del organismo, una especie de mecanismo de defensa que se pone en marcha cuando los niños agotan por completo sus reservas de azúcar. Esto puede pasar si se encuentran malos del estómago, si tienen fiebre, o si sencillamente no han querido comer durante un tiempo más largo de la cuenta; y es que los niños necesitan hasta cuatro veces más glucosa que una persona adulta, porque sus reservas no son tan amplias com lo pueden ser las nuestras.

Cuando el cuerpo no encuentra azúcar que absorber, pasa a consumir la grasa para recuperar energía; es en este punto en el que se generan los llamados cuerpos cetónicos, donde podemos encontrar la acetona. Esta sustancia se suele eliminar por la orina o la respiración, con lo cual si un niño está en cetosis se puede notar porque su aliento olerá por regla general a fruta madura.

Cuando el cuerpo no encuentra azúcar que absorber, pasa a consumir la grasa para recuperar energíaCuando el cuerpo no encuentra azúcar que absorber, pasa a consumir la grasa para recuperar energía

Para saber si el niño tiene acetona a ciencia cierta, se pueden comprar una especie de sticks en las farmacias capaces de detectarlo; solo serán necesarias unas gotas de orina, y se tendrá la respuesta. Si es positiva y, efectivamente, el niño se encuentra en cetosis, se deben tomar unas medidas determinadas. Pero, antes de que todo esto suceda, ¿podemos hacer algo para evitar que entre en este estado? ¡Por supuesto! Continúa leyendo para descubrirlo.

Hay que cuidar la alimentación de los niños

Para prevenir la cetosis, es fundamental cuidar la alimentación de los niños, sobre todo en el caso de que estos padezcan diabetes. Si bien la cetosis infantil puede tratarse rápidamente, con niños que tienen diabetes podría complicarse bastante más la situación, y es mejor acudir directamente al Hospital, puesto que suele requerir el ingreso hospitalario.

Si se cuida la alimentación, lo más probable es que los niños no tengan ningún tipo de problema con la cetosis. La dieta debe ser lo más saludable posible, con cinco o seis comidas al día; independientemente de las veces que se coma como adulto, no debemos olvidar que los niños se encuentran en pleno crecimiento y que su cuerpo necesita mucha más energía. Es importante que consuman siempre carbohidratos complejos en lugar de simples (pan, arroz, patatas y pasta son una buena fuente de carbohidratos), así como grandes cantidades de verdura y fruta. La carne debe ser siempre libre de grasa, y se debe evitar cualquier tipo de alimento procesado en la rutina diaria; no pasa nada si se consume de forma esporádica, pero esto nunca debe ser la base de la alimentación de los niños.

Tratar una cetosis no es complicadoTratar una cetosis no es complicado

Teniendo en cuenta que la cetosis se produce por una ausencia de azúcar, debemos asegurarnos de que nuestros hijos tengan siempre sus reservas de azúcar cargadas. Esto no significa, ni mucho menos, que deban comer muchos alimentos industriales, o con altas cantidades de azúcar refinada, sino que deben tener suficiente carbohidratos en sus comidas diarias para que puedan encontrar glucosa fácilmente. Es tan sencillo como asegurarse de que tomen dos piezas de fruta cada día, que tengan pan o algún tipo de carbohidrato complejo en al menos una comida, y que se alimenten las veces necesarias.

Tratar una cetosis no es complicado, a menos que estemos hablando de niños que padezcan diabetes. Pero en caso de niños que se encuentran completamente sanos, es tan sencillo como asegurarnos de que vuelvan a tener sus reservas de azúcar altas. En casos en los que se necesite paliar la cetosis de la forma más rápida posible, se puede recurrir a zumos naturales o lácteos descremados; también hay sueros, que se venden en la farmacia sin ningún tipo de receta, que harán que el niño recupere su vitalidad y vuelva a tener azúcar suficiente en su organismo.

Una vez que un niño tenga cetosis en una ocasión, es posible que vuelva a tenerla en más momentos, porque nos está indicando que su organismo tiende a entrar en cetosis; en esos casos, será buena idea llevar siempre un zumo o un refresco azucarado (aunque no sea buena opción alimenticia) encima, para que en momentos de apuro se pueda solucionar rápido.

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