La adolescencia puede ser una etapa difícil para los padres, los hijos están en una etapa un poco 'rebelde'. Están buscando su identidad y desafían a los padres constantemente en muchos casos. Es más fácil disciplinar a los niños pequeños que a los adolescentes, por eso es importante tener una buena disciplina en casa desde que los hijos son pequeños. No es lo mismo una rabieta con 3 años que con 15.
La disciplina efectiva para los adolescentes se centra en establecer límites acordados y ayudar a los adolescentes a trabajar dentro de ellos.
Los adolescentes te pueden poner a prueba
Los adolescentes están en el camino de convertirse en adultos independientes y una forma de hacerlo es poniendo a prueba los límites y las normas tanto en el hogar como las sociales. El cerebro del adolescente está experimentando cambios y como resultado, quieren probar cosas nuevas, algo que no siempre les hará tomar buenas decisiones. Pueden estar influenciados por sus iguales, y sienten las cosas con mucha más intensidad a causa de la revolución interna de hormonas que tienen.
Disciplinar a un hijo no es sinónimo de castigarPero al mismo tiempo, también son capaces de razonar mientras cuestionan el mundo y usan formas creativas para resolver problemas, esto último sin duda, es una ventaja y se deben aprovechar en su educación y en la disciplina que se emplea con ellos.
Aspectos básicos a tener en cuenta
Disciplinar a un hijo no es sinónimo de castigar. Se trata de enseñarles a los adolescentes formas apropiadas de comportarse. Para los adolescentes, la disciplina consiste en acordar y establecer límites apropiados y ayudarlos a comportarse dentro de esos límites.
La disciplina que utilizaste con tus hijos cuando eran más pequeños, probablemente ahora no funcionará, pero es necesario que aprenda cosas tan importantes como la independencia, asumir la responsabilidad de sus actos y que aprendan a resolver problemas y conflictos de la vida diaria.
Un adolescente necesitará estas habilidades para convertirse en un adulto joven con sus propios estándares de comportamiento apropiado y respeto por los demás. Una parte importante de esto es aprender a apegarse a algunas reglas claras, acordadas por adelantado y con consecuencias establecidas y conocidas por el adolescente. Los adolescentes aún no tienen todas las habilidades que necesitan para tomar sus propias decisiones, por lo que los límites que acuerdes para el comportamiento son una influencia importante para tu hijo.
La disciplina adolescente es más efectiva cuando:
-Existe una comunicación abierta y sincera por ambas partes. Así se podrá hablar tranquilamente sobre las normas, los límites y las consecuencias.
-Se construye y se mantiene un ambiente familiar cálido y con amor, así los adolescentes se sentirán seguros y si cometen errores podrán resolverlos. Los niños con relaciones familiares cálidas aprenden a controlar su propio comportamiento, especialmente cuando son guiados por los padres.
Cuando se disciplina a los adolescentes la negociación es una parte fundamental porque es la clave de la comunicación para que comuniquen sus problemas. Negociar con los hijos mostrará que respetas sus ideas y sus opiniones y le ayudará a sentirse más cercano a ti. Sentirá que sus decisiones también son importantes para ti.
La importancia de acordar límites
Los límites y expectativas claros pueden desalentar el comportamiento problemático porque los hijos sabrán qué se espera de ellos en todo momento. Los límites también ayudan a desarrollar un comportamiento social positivo, que incluye mostrar preocupación por los demás. Pero, ¿cómo se pueden establecer los limites para que sean claros?
-Involucra a tu hijo en la elaboración de los límites y de las reglas, también de las consecuencias. Cuando un adolescente siente que puede contribuir verá más justo todo y podrá llevar a cabo las reglas pactadas.
-Tienes que ser claro con el comportamiento que esperas d tus hijos. Ponle ejemplos claros.
-Deja claras cuáles son sus responsabilidades.
-Acuerda las consecuencias de antemano por cada regla que se incumpla.
-Usa elogios siempre que cumpla con las reglas.
-Ten una disposición a ajustar las reglas y a ser flexible siempre y cuando muestre actitudes de responsabilidad y buen comportamiento.
El uso de las consecuencias
En ocasiones los adolescentes pueden poner a prueba los límites para saber hasta dónde pueden llegar. Para manejar esto será necesario establecer consecuencias.
-Las consecuencias deben ser adecuadas. Las consecuencias deberán ser ajustadas a la mala conducta, esto hará que reflexione sobre lo que ha ocurrido y sentirá que es justo.
-Se usan para comprender. El uso de las consecuencias es para ayudar a que los hijos comprendan tu punto de vista y que aprendan a dar y recibir, así como a tener parte del control de su conducta.
-Se pueden retirar privilegio. Esta consecuencia debe usarse con moderación; si la usas demasiado, no funcionará bien. La idea es eliminar algo que sabes que le gusta a tu hijo, por ejemplo, ir a la casa de un amigo. Debes informar a tu hijo por adelantado que esto es lo que sucederá. Los privilegios no se deben retirar durante mucho tiempo para que la consecuencia sea efectiva.
-Refuerza las consecuencias. Para reforzar las consecuencias es importante que te comuniques con tus hijos con clama y claridad sobre los problemas que hay. La autoreflexión también es necesaria para que los hijos aprendan a pensar sobre su comportamiento y cómo podría cambiarlo en el futuro.
Para reforzar las consecuencias es importante que te comuniques con tus hijos con clama Otras ideas para trabajar la disciplina con los adolescentes
Existen otras ideas que puedes tener en cuenta para trabajar la disciplina en los adolescentes:
-Establecer un contrato de comportamiento. En este contrato se pueden dejar claras las normas y las consecuencias antes de que vayan a tener ningún comportamiento negativo o imprudente. Sus errores serán sus grandes maestros.
-No avergüences a tus hijos adolescentes. La humillación nunca será un buen camino. Por lo que es mejor trabajar desde el respeto mutuo y sabiendo que ellos tienen su propia opinión al respecto de lo que haya podido suceder.
-Que aprendan de sus errores. Si tu hijo por ejemplo, ha roto una ventana, tendrá que pagar el arreglo. Si se comporta mal con su hermano, tendrá que enmendarlo haciendo algo bueno por él durante la semana.
-No tengas demasiadas reglas. Si pones demasiadas reglas, puede que acaben por no cumplir ninguna. Céntrate primero en unas pocas y cuando las empiecen a cumplir de forma interiorizada, entonces cámbialas por otras.
-Elige tus batallas. No quieras discutir por todo. Recuerda que es adolescente y ten empatía con esto. Si algo no es demasiado importante, simplemente hazle saber con calma lo que piensas, pero nada más.