En ocasiones los niños pueden tener un comportamiento demasiado dramáticos, sus emociones son irracionales y en ocasiones, desproporcionadas a la situación, es normal y eso no tiene que angustiarte más de la cuenta. A los niños se les debe permitir que sientan, pero esto no significa que puedan comportarse cómo quieran.
Si tu hijo rompe las reglas, lastima a otras personas o se comportan mal socialmente. Trabaja con tus hijos las emociones, que aprendan a ponerle nombre y dile que está bien que se sienta enfadada, triste, asustada, exaltada o cualquier otra emoción que esté experimentando en estos momentos.
No minimices ni niegues las emociones de tus hijos
Los niños que piensan que no debe sentirse de alguna manera en concreto, harán todo lo posible para evitar el dolor y esto no es bueno porque el dolor es un proceso de curación (tanto físico como emocional). Del mismo modo, los niños que piensan que estar enfadado no es bueno, no querrán defenderse cuando les traten mal. En realidad, la ira no está mal sentirla. Es la forma en que los niños eligen lidiar con su ira que puede llevar a decisiones saludables o no saludables.
No tienes que cambiar las emociones de tu hijo, si no el comportamientoNo tienes que cambiar las emociones de tu hijo, si no el comportamiento. Para ello evita frases del tipo:
-Deja de llorar o llorarás con razón
-Cállate ya, estás siendo muy pesado
-Deja de ser un bebé
-No te preocupes por esa tontería
-Deja de ser tan dramático
Separa la emoción del comportamiento
Es necesario que aprendas a diferenciar lo que hace tu hijo de cómo se siente. La ira es un sentimiento y pegar es un comportamiento. La tristeza es un sentimiento y gritar es un comportamiento. En lugar de convencer a tu hijo de no sentir ciertas cosas, enséñale a manejar las emociones que sienta más incómodas. Por ejemplo si siente ira, enséñale a cómo canalizarla pero dile que sentirlo es normal solo que una rabieta no es correcto.
Proporciona confianza ante la incomodidad
Hay padres que piensan que para criar un mentalmente fuerte se trata de criar a un niño sin emociones... Pero nada más lejos de la realidad. Los niños mentalmente fuertes reconocen sus emociones y luego, eligen formas saludables de enfrentar esos sentimientos. Enseña a tus hijos a que son capaces de manejar esos sentimientos incómodos, como por ejemplo, cuando sienten ansiedad. Sin embargo, si envías el mensaje de que la ansiedad es mala, puede evitar hacer cosas que la hagan sentir con ansiedad y esto es poco saludable.
Demuestra a tu hijo que las emociones incómodas son parte de la vida y que en ocasiones nos comportamos de forma contrario a cómo nos sentimos y también es normal siempre que seamos conscientes de ellos. Por ejemplo, habla sobre cómo todavía se puede tratar a los demás amablemente, incluso en los días en que te sientes triste. Muestra a tu hijo que en los días en que te sientes triste, todavía vas a trabajar. Deja claro que a veces, tiene que hacer las cosas, incluso cuando no tiene ganas.
Cuando le enseñas a tu hijo a manejar las emociones, podrá aprender a manejar las situaciones de una forma más asertiva y empáticaCómo manejar las emociones
Cuando le enseñas a tu hijo a manejar las emociones, podrá aprender a manejar las situaciones de una forma más asertiva y empática. Tendrá una gran mejoría en su comportamiento. Para ayudar a tu hijo a comprender sus sentimientos:
-Pon nombre a las emociones
-Enseña habilidades para enfrentar las situaciones más complicadas
-Enseña a tu hijo que puede tener control sobre los sentimientos
-Mantén una buena disciplina para el comportamiento inadecuado
-No permitas que tu hijo utilice las emociones como una excusa
Una vez que tus hijos aprendan a tener un mayor control sobre sus emociones, ¡se sentirá con más seguridad y confianza en si mismo! Y por tanto, su autoestima también se verá reforzada.