La hiperactividad es uno de los síntomas más comunes del trastorno por déficit de atención (TDHA). Cuando un niño es hiperactivo muestra conductas impulsivas, ansiedad, nerviosismo, necesidad de estar todo el rato en movimiento, sin poder relajarse, falta de concentración, etc.
¿Qué dificultades presenta un niño con hiperactividad?
Para saber cómo actuar y tratar a un niño hiperactivo, es importante conocer las dificultades que este presenta. No obstante, hay que tener en cuenta que cada niño es diferente, le afecta a ámbitos distintos, etc. Por lo que la siguiente lista de dificultades está basada en aspectos generales, además de las dificultades más comunes:
- No son capaces de centrar su atención por mucho tiempo a una actividad.
- Les cuesta permanecer quietos y relajados, sobre todo si poseen mucha energía.
- Hablan mucho y sin parar, incluso a veces interrumpen y se meten en conversaciones ajenas.
- Tienen mucha facilidad para ponerse nerviosos, con ansiedad o inquietos, y muy poca para tranquilizarse.
- Presentan actitudes agresivas o destructivas.
- No son capaces relajarse con actividades tranquilas, como puede ser leer, escuchar música, ver la tele, etc.
- No aprender mediante el castigo.
- Como dejan las actividades a medias y pasan a la siguiente sin acabar la anterior. Se distraen con mucha facilidad y con cualquier cosa o estimulo.
- No interiorizan las normas con tanta facilidad como el resto de los niños de su edad.
- No son capaces de anticipar lo que va a pasar o las consecuencias de sus acciones.
- Les cuesta retener la información por lo que se olvidan de muchas cosas que se les pide.
- Muestran un comportamiento impulsivo.
- Tienen un umbral muy bajo para la tolerancia a la frustración, por lo que no son capaces de gestionarla correctamente por si mismos.
- Tienen dificultad para acabar las tareas que han empezado, por lo que es común ver
También puede ser de ayuda que en vez de saturarle a normas¿Cómo tengo que actuar con mi hijo si es hiperactivo?
En muchas ocasiones los padres no saben cómo actuar ante este problema, ni cómo ayudar a su hijo. Por ello, desde Bekia, les dejamos una serie de 6 consejos con los que poder adecuar la respuesta que por esta circunstancia necesita.
1. Mantén un ambiente afectivo en casa
Es importante que el ambiente familiar en el que el niño convive y se desarrolla, sea tranquilo, armonioso, sin cambios bruscos de rutinas, que todos los miembros mantengan una relación estrecha, cercana, afectiva. De esta forma, se sentirá apoyado y respetado, haciendo que se altere menos a menudo, se encuentre más tranquilo, etc.
2. Evita recriminarle su actitud
En vez de castigarle por su comportamiento, enfadarte con él o recriminar su forma de actuar, explícale como debe comportarse, enséñale como se hacen las cosas, lo que quieres que haga, lo que necesitas de él, etc.
3. Dale órdenes sencillas
Para facilitarle la comprensión de las normas, es aconsejable que le digas lo que tiene que hacer de forma sencilla, concisa, asegurándonos de que nos está escuchando y que ha entendido lo que se le ha dicho.
También puede ser de ayuda que en vez de saturarle a normas, se las vayamos indicando de poco a poco, según transcurra su realización, de esta forma evitamos olvidos, que se equivoque o que se agobie.
4. Sé un modelo para tu hijo
La mejor manera de que un niño hiperactivo aprenda cuales son los comportamiento adecuados, es que los vea en su núcleo más cercano, la familia. Por esta razón, es importante que los padres sean modelos de conducta, actuando en concordancia con lo que se le exige al niño, es decir: si a tu hijo le pides que durante las comidas no se levante de la silla, tu no debes levantarte de la silla, o también, si al niño le pides que no grite cuando se enfada, tu ni puedes gritarle cuando estés enfadada.
5. Utiliza el refuerzo positivo
Normalmente los niños con hiperactividad viven en un ambiente de recriminación, castigos, broncas, insultos, etc. Ya sea o no ese el caso, es aconsejable que si te ha gustado cierta actitud que ha tenido, si ha hecho algo correctamente, si estas contenta por su comportamiento, etc; se lo hagas saber.
La manera más fácil es el refuerzo positivo, elogiándole o recompensándole cuando actué de forma correcta, justo en el momento en el que finaliza la acción, para que asimile tus refuerzos con su buena actitud.
6. Facilítale estrategias
Los niños con hiperactividad, necesitan aprender a regularse y a controlarse por sí mismo. Para que lo logre es importante ofrecerle técnicas y herramientas que le faciliten el proceso, las más comunes y recomendadas son:
- Estructuración del habiente: Estableciendo rutinas, hábitos, normas, horarios, etc; con los que sabrán lo que hay que hacer en cada momento, se sentirán más seguros y cómodos, menos perdidos, etc.
- Facilitación de la información: Al tener complicaciones para concentrarse, atender y retener información, es aconsejable que les ayudemos mediante recordatorios, como pueden ser post it, notas, relojes, etc. Además de esto, también se le puede hacer más visible las normas mediante dibujos, fotos, carteles, etc; como por ejemplo poner en el armario una imagen que explique donde va cada cosa.
Todas las personas necesitamos asimilar y adaptarnos a una rutina para convertirla en un hábito- Facilitación de la internalización de los procesos: Todas las personas necesitamos asimilar y adaptarnos a una rutina para convertirla en un hábito, en el caso de los niños que padecen de hiperactividad es igual, solo que presentan alguna dificultad para ello, por lo que es recomendable ayudarles en este proceso. La ayuda puede darse mediante:
* Indicaciones de cómo debe comportarse en cada momento, si su conducta es adecuada o no, que debe cambiar, etc
*Decirle de manera verbal las expectativas que tenemos de él, lo que esperamos de su actitud, etc. (Todo ello basándonos en las características del niño y sin ser demasiado exigentes, pidiéndole lo que por su capacidad des capaz de dar).
* Escucharle cuando nos comenta sus dificultades, lo que siente, lo que necesita; y darle los consejos que sea oportunos para que consiga superar sus complicaciones.
* Pensar en voz alta, con el fin de hacerle saber tu forma de ver las cosas, y utilizar el juego como método principal de aprendizaje, de esta manera le será más divertido y fácil para concentrarse en la tarea.
Si tras leer los anteriores consejos aun no estás seguro y no sabes con certeza como debes actuar, es recomendable que acudas a un especialista. Él valorara el caso de tu hijo y te proporcionara unas pautas adecuadas a su circunstancia.