Son muchas las mamás que quieren que sus bebés tengan contacto con el agua desde edades tempranas para que de éste modo les resulte más fácil y casi natural el aprender a nadar . Es posible que quieras que tu bebé tome las primeras clases de natación y quizá estés tú bastante nervioso o nerviosa, es comprensible. A continuación te voy a dar algunos consejos para que te asegures de que la natación es una experiencia agradable y memorable tanto para ti como para tu bebé.
1. Bañador y pañales para el agua
Puedes comprar pañales que sean adaptados para el agua y así evitar que haya alguna fuga desagradable. Solo tendrás que asegurarte de que el bañador y el pañal hagan un buen equipo para la clase de natación. Recuerda que el bañador debe ser cómodo para que tu bebé se sienta bien a cada momento.
2. Fíjate en las instalaciones
Es importante que te fijes en las instalaciones de la piscina y sepas cómo está adecuado para ti y para tu bebé. Comprueba las comodidades que te ofrece el lugar, pregunta si te dejan llevar el carrito, si hay cambiadores, etc. Cualquier duda que tengas debes preguntarla, lo que importa es que las instalaciones sean cómodas no solo para ti, sino también para tu bebé.
3. La temperatura del agua
Antes de meter a tu bebé a la piscina debes asegurarte de que la piscina tiene el agua suficientemente caliente como para que tu bebé no pase frío ni se asuste por el cambio de temperatura. Lo ideal es que esté rondando los 30 grados centígrados, por lo que antes de apuntar a tu bebé deberás informarte bien sobre la temperatura del agua.
Si el agua está fría y no hay manera de que sea más caliente, entonces deberás optar por el uso de un traje especial para bebés que puede calentar al bebé hasta dos grados más dentro del agua. Las piscinas de hidroterapia son perfectas para los bebés y ellos pueden estar en ellas desde el nacimiento. En una piscina regular de natación deberás esperar hasta que tu bebé tenga por lo menos 12 semanas de edad.
4. Cuánto hay que esperar después de comer
Lo ideal es dejar 30 minutos a partir de la toma de leche antes de empezar la clase de natación para bebés. Si tu bebé es más mayor y toma alimento sólido, entonces es mejor que esperes una hora completa. Aunque claro, no siempre es posible planificar cuándo el bebé tiene hambre, por lo que es mejor que te preocupes por meterle poco a poco en el agua para que no note demasiado el cambio de temperatura. Los bebés lo notan muy rápido.
5. Lleva tu propio cambiador
Normalmente en los sitios públicos donde muchas personas utilizan las mismas instalaciones suelen estar sucios y además, puede haber peligro de infecciones o de contraer hongos. Nunca se sabe la suciedad que tenía la persona que utilizó antes la misma instalación. Por éste motivo, te aconsejo que lleves tu propio cambiador plegable para que donde pongas a tu bebé esté limpio e higiénico.
6. Que no te falte de nada
Asimismo, es necesario que antes de salir de casa te hagas una lista de todas las cosas que puedes necesitar durante la estancia en las instalaciones de la piscina donde te bañarás con tu bebé. Piensa en todo lo que te hará falta a ti, pero también en todo lo que le hará falta a tu bebé. Una vez que tengas esto en cuenta, evitarás problemas al estar allí y es que no hay nada más molesto que estar en un lugar y que te falten cosas para tu bebé o para ti.
¿Ya tienes más claro todo lo que debes saber ara antes de ir con tu bebé a la piscina?