Elegir un buen campamento de verano para nuestros hijos puede ser una tarea algo difícil y a veces incluso sobrepasarnos. Y es que hay un montón de opciones para el verano y un montón de posibilidades que considerar antes de elegir una en específico. El campamento tiene que concordar con los intereses de los niños, personalidad y actividad. Además, como padre o madre, tienes la responsabilidad de asegurarte de que el campamento que elijas para tu hijo es seguro y se adapta a las capacidades del niño para su edad.
No podemos olvidarnos de que tenemos que contar siempre con el "sí" previo del niño, ya que una actividad como ésta puede convertirse en un recuerdo memorable y la experiencia puede ser muy enriquecedora para nuestro hijo, pero mandarlo a un campamento de verano a disgusto no es recomendable bajo ningún concepto. Si se puede inculcar la idea de un campamento como actividad para el verano, reforzando la idea de hacer amigos, vivir nuevas aventuras, actividades divertidas y deportes que en casa serían imposibles de realizar.
Así que ¿cómo lo elegimos el campamento adecuado para nuestros niños?
1. Habla sobre ello con él o ella y valora las opciones
Si estás considerando un campamento en el que se queden también por la noche durante unos días, si es un campamento solo de día... y todas éstas cuestiones que pueden afectar a las necesidades de tu hijo. Consulta con él o ella la cantidad de tiempo que quieren pasar en el campamento y lo que quieren hacer en él. Ve hablándole suavemente y con tacto de las posibilidades según la cantidad de días o sus preferencias, así evitaremos que el niño pase por episodios de ansiedad o nostalgia, tratando el tema con suavidad y no sobreexcitándole. Enfatiza el hecho de que estás interesado o interesada en un campamento porque crees que será una gran experiencia para ellos y les hará bien, y evita que se sientan presionados a asistir a un campamento al que no quieren ir.
Elige campamento según los intereses de tu hijo o hija2. Infórmate y escribe una pequeña lista con las posibilidades
Siempre habrá alguien alrededor que ya conozca algún tipo de campamento. En este tema el boca a boca funciona casi hasta mejor que Internet, pero aun así no dudes en emplear todas tus herramientas para buscar información: amigos, grupos religiosos, Internet y otros círculos sociales pueden servirte de ayuda según tus preferencias y puedes ir haciendo acopio de ideas. Busca en páginas web las recomendaciones de gente que ya ha tenido experiencias pasadas con uno u otro camping y ve haciéndote una idea de cuál es el mejor valorado. Siempre hay información y anuncios en la web a los que puedes acceder con éste propósito.
3. Infórmate del programa del campamento cuanto antes:
Todos los campamentos tienen una filosofía diferente y dirigen su programa de una u otra manera según uno u otro método. Unos campamentos promueven las actividades en grupo y se centran en la convivencia y el aprender a trabajar unidos, otros enfatizan e inciden más en el individualismo y la capacidad de resolver tareas por ellos mismos para desarrollar sus habilidades innatas y otros simplemente mezclan actividades de todo tipo. Muchos dejan que escojas tu propio programa dentro de las actividades del campamento y otros sin embargo tienen un programa más general al que deberás adaptarte. Algunos campamentos se centran más en actividades estrictamente tradicionales mientras que otros se centran en deportes, teatro o alguna actividad académica como escritura creativa, cuenta cuentos o lecturas en grupo.
Quizá a tu hijo o hija le pegue más, por ejemplo, un campamento que promueva la competitividad, mientras que otro niño busque actividades no competitivas en las que se pueda apoyar en los demás para realizar una tarea en equipo. Conociendo la personalidad, los gustos del niño o niña, y sus habilidades de aprendizaje, podrás deducir cual es el estilo de campamento que más se adapta a él o ella y por tanto el que más te interesa a ti.
4. Asegúrate de que el campamento tiene la acreditación necesaria y cumple con sus políticas antes de inscribir en él a tu hijo.
Debemos de informarnos de que el lugar cumple todas las normas de seguridad5. Investiga sobre los monitores y los directores del campamento
Los supervisores de tu hijo pueden ser el detonante de una experiencia positiva o negativa. Asegúrate de que el personal sabe lo que tiene entre manos y tratará con respeto y amabilidad a tu hijo para que su experiencia sea inolvidable. Además, normalmente los monitores no solo supervisan las actividades de los niños si no que les sirven también de modelo a seguir, porque durante unos días estarán a su cargo y serán lo encargados de enseñarles nuevas habilidades, guiarlos por nuevas aventuras y mantenerlos a salvo en todo momento. Intenta averiguar cuál es la actitud general de los y las que integran el camping y cuál es el porcentaje de niños que vuelven a sus casas antes de que termine la actividad.
6. Busca sobre la capacidad del camping de dar soporte a necesidades especiales:
Está claro que si tu hijo o hija no tiene ningún tipo de discapacidad, o no sufre ninguna enfermedad crónica como alergias o alguna condición médica, no tiene porqué interesarte éste aspecto de un campamento, sin embargo, no está mal saber cuáles son las opciones y cómo gestionan el aspecto médico dentro de la organización. Cómo reaccionarían si tu hijo sufre algún accidente, qué herramientas tienen a su disposición, si tienen algún médico entre ellos y cuáles son los procedimientos que van a seguir en caso de accidente. Asegúrate de que son rigurosos con éste tema y de que lo tratan con seriedad y profesionalidad. Esto puede decir mucho de la calidad de un campamento.
Por último, no nos olvidemos de que, ante todo, lo que buscamos es la comodidad de nuestros hijos, por lo que tenemos que perder el miedo a ser críticos e incisivos cuando llamamos a un campamento para informarnos y no quedarnos con ninguna duda cuando colgamos. Aunque parezca que estamos pidiendo demasiada información para nuestros niños, nunca es poca en pos del bienestar del más pequeño.