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Cómo ayudar a tus hijos cuando se van a otra ciudad a estudiar
Cómo ayudar a tus hijos cuando se van a otra ciudad a estudiar

UNIVERSIDAD

Cómo ayudar a tus hijos cuando se van a otra ciudad a estudiar

Irse a estudiar a otra ciudad es un paso muy importante, sobre todo cuando tenemos 18 años, por eso los padres siempre tienen que estar dando todo su apoyo.

En solo un par de meses mucho jóvenes sabrán si han sido seleccionados para entrar en la universidad y comenzar una nueva vida. Por fin todas esas horas invertidas en estudiar han dado su resultado y nuestros hijos pueden empezar una nueva etapa donde por primera vez van a poder decidir aquello que realmente les motiva y quieren estudiar. Sin embargo, estos meses hasta que se incorpore en la universidad pueden ser duros tanto para estudiantes como para padres. Los primeros estarán nerviosos a la vez que emocionados mientras que los segundos estarán angustiados pensando en todo lo puede ocurrir a su hijo en un lugar desconocido.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo en su nueva vida ?

Tanto si el joven va a mudarse a una ciudad española como a una extranjera hay muchas formas de ayudarle como padres. A continuación os dejamos con una guía básica para asegurarte de que tu hijo va bien preparado a la universidad.

1. Ayúdale a instalarse

Nada más que tenga decidido la ciudad a la que va a mudarse a estudiar tenéis que poneros a buscar un piso, cuanto antes mejor para evitar sorpresas de última hora. Muchos padres se quedan más tranquilos mandando a los hijos a residencias universitarias. Son bastante cómodas porque ofrecen algunos servicios para hacer la nueva vida de los estudiantes más fácil, como la cercanía a la facultad, el servicio de lavandería, de mantenimiento, comidas, incluso zonas comunes para hacer deporte o estudiar. El punto en contra es el precio, que puede rondar fácilmente los 1000 euros. Por otro lado un piso compartido es tres veces más económico aunque hay que tener suerte con los compañeros y la zona.

Dale todo tu apoyo para que no se sienta culpable por tener que marcharDale todo tu apoyo para que no se sienta culpable por tener que marchar

Sea lo que sea no lo dejes para las últimas semanas y habladlo cuanto antes. Una vez que ya sabéis donde va a mudarse es aconsejable que vaya al menos 15 días antes para ir acostumbrándose a ser totalmente independiente.

2. Ve enseñándole a realizar las tareas del día a día

Cuando se vaya a la nueva ciudad tu hijo puede estar tan emocionado que se olvide prácticamente de las tareas que tiene que hacer. Ve entrenándole con tiempo y pídele que te ayude a realizar las tareas de casa. ¿En qué tiendas puedo comprar las mejores ofertas? ¿Qué puede hacer si se pone enfermo? ¿Cómo poner correctamente la lavadora? ¿Qué tipo de platos son sanos y fáciles de preparar? No solo estará cogiendo práctica si no que además os echará una mano en casa y tendréis más tiempo para vosotros.

Enseñándole todas esas cosas pasaréis más tiempo con el joven antes de que se marche de casa (lo cual fortalecerá los lazos afectivos entre vosotros), aumentarás su confianza en si mismo y vosotros os quedaréis más tranquilos porque sabréis que más o menos "se las puede apañar".

3. Manejar un presupuesto mensual

Vivir en una nueva ciudad es complicado emocionalmente y también económicamente, por muy barato que sea el destino de origen el hecho de vivir en un sitio completamente nuevo hará que aparezcan, sin quererlo, gastos imprevistos. Van a tener que pasar unos meses para que tu hijo sepa donde se encuentran las tiendas más baratas, cuantas veces puede permitirse comer fuera a la semana o el dinero que va a necesitar gastarse al mes en material, por ejemplo en fotocopias. Intentad hacer una lista con todos los gastos que tendrá que afrontar y enséñale a gestionar correctamente el dinero mensual.

Por otro lado, si tu hijo no ha recibido una beca para su nueva vida en la universidad tendrás que ser tú quien le pague parte o todos los gastos. En este sentido no es bueno que os excedáis con el dinero. Dile que vas a darle una cantidad fija al mes y que tiene que arreglárselas independientemente de lo que te cuente después. Es mejor que empieces dándole lo justo e irle aumentando el presupuesto si lo ves necesario a darle primero mucho y después ir retirándole gradualmente la cantidad, es mejor que se acostumbre desde el principio a economizar a que tenga que hacerlo en mitad del curso.

4. Ponte al día en las nuevas tecnologías

Es básico si quieres mantener el contacto en tu hijo cuando vaya a la universidad. Es la forma más rápida y económica de comunicarte con él. Hace unos cuantos años la moda eran los mails, sin embargo es más rápido el whatsapp, no solo podrás comunicarte en el momento con vuestro hijo si no que podéis enviaros fotos e incluso audios para evitar tener que andar escribiendo en la pantalla. Será mucho más cómodo y directo para los dos. Las llamadas telefónicas tampoco pueden faltar. Las compañías normalmente ofrecen packs que incluyen tarifas planas con algunos de los contactos que tu elijas.

Es buena idea ir enseñándoles a realizar las tareas domésticas y ganar autonomíaEs buena idea ir enseñándoles a realizar las tareas domésticas y ganar autonomía

Por otro lado, si no quieres ser ignorado repetidamente por tu hijo, establece con él un horario en el que esté disponible para poder hablar sin que nadie moleste. Es mejor que le llames una vez por semana y que podáis hablar 15 o 20 minutos tranquilamente a que le llames todos los días y habléis 1 o 2 porque le pilles ocupado. También debes de tener presente que si tu hijo cada vez te llama menos es porque has realizado bien tu trabajo, has conseguido volverle más independiente, por eso, aunque de pena, debes sentirte orgulloso como padre porque has conseguido volverlo "un poquito" más independiente. Si no necesita llamarte es porque seguramente se habrá integrado con sus compañeros y todo irá bien.

5. No le crees ansiedad

Es muy típico en padres sobreprotectores anticipar todo tipo de desgracias antes de que tu hijo ni sepa a que ciudad va a ir a estudiar. Es muy desagradable y solo conseguirás agobiarle y mermarle su autoestima, producirle miedo. Con miedo lo volverás inútil y mermarás su confianza. Si él o ella va a mudarse igualmente, ¿qué consigues asustándolo? porque anticipar desgracias realmente no ayuda en nada, solo a preocuparse por cosas que ni puede que ocurran. En vez de crear problemas aporta soluciones.

6. Cuídate también tú

Habla con otros padres que estén en tu misma situación o hayan pasado por ella con el fin de que te puedan ayudar si te ves sobresaturado. Hay familias que tras la marcha de sus hijos de casa (por ejemplo a una nueva ciudad a estudiar) sufren el síndrome del nido vacío. Son sentimientos de tristeza extrema, melancolía y soledad relacionada con ese motivo. Si crees que puedes estar sufriendo algo parecido pide ayuda psicológica porque aunque se considera más una fase de la vida que un trastorno puede llegar a desencadenar una depresión si no se controla.

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