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Los terrores nocturnos suelen confundirse con las pesadillas, aunque como vas a ver enseguida son dos cosas diferentes ya que tienen sus propias características. Mientras que en las pesadillas el niño se suele despertar exaltado y muy nervioso, en los terrores nocturnos el menor no se despierta aunque si lo parezca por tener los ojos abiertos, pero no es así.
Los terrores nocturnos se suelen a dar a partir de los 3 años de edad y tienden a desaparecer con la llegada de la adolescencia aunque en muchos casos se suelen tener durante toda la vida. A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos son poco frecuentes y se dan en un parte muy pequeña de la población infantil. Acto seguido te hablo un poco más detalladamente de los terrores nocturnos y de las causas que lo provocan.
Los terrores nocturnos al igual que ocurren con las pesadillas son una clase de parasomniasEn qué consisten los terrores nocturnos
Los terrores nocturnos al igual que ocurren con las pesadillas son una clase de parasomnias que se suelen producir a las tres horas en las que el menor ha empezado a dormir o lo que es lo mismo durante la etapa de sueño no REM. En el caso de las pesadillas las mismas se producen durante la fase REM. Es por ello que al no estar profundamente dormidos permanecen con los ojos abiertos.
Al padecer el terror nocturno, el niño sufre una serie de síntomas bastante claros y evidentes tales como una aceleración del ritmo cardíaco, un exceso de sudor en todo el cuerpo y un gran nerviosismo. En muchos casos los niños se sientan en la cama o se levantan bruscamente de la misma dirigiéndose a la puerta de su cuarto con la intención de abrirla. Pasado unos minutos se suelen calmar y seguir durmiendo de una manera plácida. Al despertarse a la mañana siguiente es bastante normal que el menor no recuerde nada de lo ocurrido.
En cuanto a las causas se puede deber al cansancio del niño o a un componente genético. Es bastante normal que los padres de dichos niños hayan padecido en su infancia dichos terrores nocturnos. Como ya he comentado más arriba, los terrores nocturnos suelen desaparecer con los años y no crean ningún tipo de trauma en el pequeño.
Cómo actuar ante los terrores nocturnos de los niños
Aunque es una situación complicada el ver como tu hijo lo pasa mal durante unos minutos, es importante el mantener la calma y seguir una serie de pautas que te explico enseguida. Mientras el menor este teniendo el terror nocturno no se le debe despertar ni moverlo. Hay que esperar a que el episodio de terror pase y tener mucho cuidado de que no se haga daño en ningún momento.
Es bastante normal que los padres de dichos niños hayan padecido en su infancia dichos terrores nocturnos.Si se quiere intentar prevenir el que tenga terrores nocturnos, hay que conseguir que el menor vaya lo más relajado posible a la cama y seguir una serie de rutinas diarias. En muchas ocasiones el exceso de estrés al que está sometido el pequeño es el causante de que sufra diversos terrores nocturnos. Como ya comentado anteriormente, los terrores nocturnos desaparecen con los años por lo que no hay por qué preocuparse en exceso. En el caso de que dichos terrores vayan a más y no desparezcan, es importante el ir a un especialista en el campo de los sueños para que lo examine convenientemente.
Al igual que ocurre con el sonambulismo o las pesadillas, los terrores nocturnos son un tipo de parasomnia que se suele dar durante la infancia. En el caso de que tu hijo los sufra, sólo te queda armarte de mucha paciencia y comprender que con el paso de los años termina por desaparecer.