Tener cambios de humor durante el embarazo es muy común ya que las hormonas son las principales causantes de que esto ocurra. L a progesterona y el estrógeno son las hormonas que más cambios pueden hacer que tengas. El estrógeno puede hacer que te sientas irritable y con ansiedad y la progesterona puede hacer que te pongas triste.
Dependiendo del trimestre de embarazo que te encuentres puedes tener diferentes cambios de humor que deberás tener en cuenta. Además de las hormonas también hay otros factores desencadenantes que pueden provocar cambios de humor durante el embarazo. Vamos a repasar los diferentes trimestres de embarazo para que te hagas una idea de cómo te puede afectar.
El primer trimeste
Las hormonas provocan cambios de humor durante el embarazo, pero no son solo las hormonas. Las incomodidades del embarazo también pueden causar angustia emocional. Por ejemplo, náuseas matutinas.
Náuseas
Las náuseas matutinas (que pueden afectar en cualquier momento del día) afectan hasta al 70% de las mujeres embarazadas en el primer trimestre. Los sentimientos de náuseas y, a veces, vómitos pueden desencadenarse por el más leve dolor de hambre o incluso el olor de cualquier alimento.
Vómitos
Si una mujer lo pasa mal por las nauseas o el malestar puede sentir ansiedad si tiene que vomitar en lugares poco apropiados como una reunión de la oficina. También pueden preocuparse si huelen ciertas cosas mientras caminan en la calle y les dan ganas de vomitar. Es estresante no saber cuándo se pueden sentir enfermas.
Fatiga
La fatiga también puede ser un síntoma en el primer trimestre de embarazo, y esto también puede provocar cambios de humor. Nadie se siente bien emocionalmente cuando está cansado todo el tiempo.
Miedos
Además, las mujeres que durante su primer trimestre han sufrido un aborto espontáneo en otros embarazos anteriores, puede sentir ansiedad por miedo a perder este embarazo también. Estos miedos pueden ser muy agudos durante las primeras semanas de embarazo.
Segundo trimestre
El segundo trimestre del embarazo a menudo se llama la fase de "luna de miel". Las hormonas siguen cambiando, pero mucho menos que durante los primeros tres meses. La mayoría de las mujeres sienten más energía y ya no tienen náuseas matutinas o no tan graves.
Cuerpo
Durante el segundo trimestre comienzan los cambios de cuerpo y muchas mujeres evitan ponerse ropa de maternidad el primer trimestre, pero en el segundo es inevitable hacerlo. Aunque algunas mujeres pueden estar contentas por el cuerpo de embarazada porque es precioso, otras pueden sentir ansiedad, sobre todo aquellas mujeres que han tenido traumas físicos de alguna manera.
Pruebas prenatales
Las pruebas prenatales durante el segundo trimestre pueden causar angustia emocional acerca de los resultados. Muchas mujeres sienten angustia por miedo a que su bebé tenga algún problema o enfermedad que le impida nacer o que cuando lo haga no tenga una buena calidad de vida.
Leer cosas sobre embarazo y parto
Otra cosa que puede conducir a cambios de humor es leer sobre todo lo que puede salir mal durante el embarazo y el parto. Cuando se leen cosas negativas pueden haber sentimientos de miedo de que ocurra algo así en el caso propio, pero no tiene que ocurrir ni mucho menos.
Tercer trimestre
No dormir bien
Durante el tercer trimestre del embarazo puedes sentirte incómoda por la noche y esto puede ser un problema porque al no dormir bien tendrás más fatiga y cansancio. Cuando una persona no descansa bien tendrá mal humor y cambios de humor, y una embarazada aún será peor puesto que ya se encuentra cansada debido a su estado.
El parto
Pueden aparecer temores y preocupaciones sobre el parto y esto puede generar ansiedad intensa. También pueden aparecer miedos sobre cómo cambiará la vida en cuanto nazca el bebé.
Anidación
Anidar es cuando al mujer siente el extremo deseo de limpiar, organizar y preparar las cosas para el bebé. No todas las mujeres experimentan la anidación, y para la mayoría, puede ser una experiencia de estado de ánimo positiva. Para otras mujeres, especialmente si existe el temor de no tener suficiente recursos para satisfacer las necesidades del bebé, anidar puede causar ansiedad.