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Cómo puedes ayudar a tu hijo con los deberes escolares... ¡primero que juegue!
Cómo puedes ayudar a tu hijo con los deberes escolares... ¡primero que juegue!

TAREAS ESCOLARES

Cómo puedes ayudar a tu hijo con los deberes escolares... ¡primero que juegue!

Así es cómo puedes ayudar a tu hijo con los deberes escolares... ¡primero debe ser niño y luego tener un espacio de aprendizaje!

Cuando ayudes a tus hijos no tienes que hacerle las tareas escolares, porque ayudare no significa a hacerle lo que debe hacer él. Antes de hacer los deberes en casa será mejor que le dejes jugar en el parque porque primero antes de hacer las taras escolares, ¡debe ser niño! El juego ayuda a los niños pequeños a concentrarse, según un estudio de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania.

Es probable que tu hijo tenga un horario semanal bastante ocupado con las actividades extra escolares... es posible que algunos días no pueda comenzar los deberes demasiado temprano. En estos casos, será necesario crear un plan para que los deberes no le agobien en demasía. Escribid en una agenda cómo se organizará la tarde para hacer las tareas, priorizando lo más importante primero. Así tu hijo sentirá seguridad cuando esté todo organizado.

Es probable que tu hijo tenga un horario semanal bastante ocupado con las actividades extra escolaresEs probable que tu hijo tenga un horario semanal bastante ocupado con las actividades extra escolares

Haz que escoja un buen lugar

Es posible que tu hijo prefiera tener su propio escritorio, pero algunos niños trabajan mejor acostados en el suelo o sentados en la mesa de la cocina. Mientras lo haga, y los dispositivos electrónicos permanezcan apagados, déjale decidir. Al darle este poder de elección hará sus tareas mucho mejor que si le obligas a estar sentado en un lugar concreto.

Escoge una caja bonita y mete en ella todo lo que tu hijo necesitará: lápices de colores, reglas, calculadora... Así le será mucho más fácil escoger las cosas cuando vaya a realizarlas sin que le falte nada de material.

 Escribid en una agenda cómo se organizará la tarde Escribid en una agenda cómo se organizará la tarde

Dale autonomía

No vas a enseñar autosuficiencia al pasar sobre tu hijo. Así que haz que trabaje independientemente. Por otro lado, está bien modelar tareas similares a las tareas. Paga cuentas mientras tu hijo resuelve ecuaciones. Escribe tu lista de compras mientras estudia ortografía. Esto le permite ver que lo que está aprendiendo en la escuela es relevante en el mundo real. No le señales siempre los errores, eso es trabajo del maestro. Sólo asegúrate de que acaba su tarea Y de que si necesita ayuda la puede obtener.

Siempre que necesite ayuda proporciónasela

Saber cuándo solicitar ayuda es una lección en sí misma. Los niños a menudo se avergüenzan de pedir ayuda porque piensan que significa que han fallado o que no son capaces de hacer las cosas bien por ellos mismos, así que hazle saber a tu hijo que está bien si se atasca.

Esto no significa que debas darle la respuesta. Más bien, hazle algunas preguntas importantes o dale algunos consejos. Si aún no puede resolverlo, escribe una nota al maestro diciendo algo como: "Mi hijo no entiende esto. ¿Puedes revisarlo con él? Gracias" 

Tratar de explicar un concepto por sí mismo puede ser contraproducente, especialmente en matemáticas. Los métodos utilizados en la escuela hoy en día a menudo son muy diferentes de los que aprendiste cuando eras estudiante. 

Lidiar con el drama

Si tu hijo sufre un colapso mientras realiza una tarea difícil tendrás que decirle que tome un descanso antes de que esas emociones tan intensas le bloqueen mentalmente. Si quiere darse por vencido, no le grites, ni te enfades ni tampoco le digas que no podrá jugar si no acaba las cosas. Es mejor decirle con calma: "Tal vez quieras pensar en lo que le vas a decir a tu maestra cuando te pregunte por qué no lo hiciste", y después ofrece tu ayuda.

Si normalmente se bloquea por culpa de la tarea, tendrás que establecer una regla sobre cuánto tiempo deberá dedicar a cada asignatura al día. Cuando llegue al límite, aunque no haya acabado pero sí se haya esforzado, permite que descanse e incluso que acabe por ese día. Después, explica al maestro que la tarea le ocupó demasiado tiempo. De todos modos, cuando los niños saben que la tarea acabará en una hora determianda, son más cooperativos y productivos.

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