Que los jóvenes beban alcohol parece lo normal, pero ¿hasta cuánto?El alcoholismo es la adicción más difícil de superar que existe porque aunque llegar a la dependencia es un proceso más lento comparado con otras drogas (heroína, cocaína, cannabis, etc), es más difícil de dejar por varios motivos. El primero, es que el síndrome de abstinencia puede llegar a matar a la persona y se necesitará en la mayoría de los casos un ingreso ambulatorio u hospitalario para que controlen la fiebre, temblores e incluso alucinaciones. Y en segundo lugar porque el alcohol es muy accesible y las posibilidades de recaída son enormes, por ejemplo las drogas "duras" no las venden en los supermercados, aparte de que hay un bar donde beber en casi cualquier esquina.
¿Cuándo hablamos de abuso del alcohol?
Para saber si una persona tiene problemas con el alcohol tenemos que diferenciar entre abuso de alcohol y dependencia al alcohol . Según el DSM-IV-R (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales escrito por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría) hablamos de que una persona tiene problemas con el alcohol cuando hay un consumo que lleva a un malestar clínicamente significativo al menos en uno de los siguientes criterios, en un periodo de 12 meses.
- Hay un uso recurrente del alcohol que produce incumplimiento de obligaciones como el trabajo, el colegio o la vida familiar.
- Beber alcohol en situaciones potencialmente peligrosas, por ejemplo antes de conducir.
- Problemas legales recurrentes por culpa de seguir tomando la sustancia.
- Problemas sociales o interpersonales debido a la toma de alcohol. Por ejemplo discusiones con la familia por seguir tomando alcohol, con amigos, con tutores o profesores, etc.
¿Cuándo el abuso pasa a ser dependencia al alcohol?
Cuando una persona cumple al menos uno de los criterios anteriores podemos decir sin ninguna duda que realiza un abuso en el consumo de alcohol. Decimos que tiene dependencia al alcohol cuando además presenta:
- Tolerancia : necesidad de tomar cantidades cada vez mayores de una sustancia para obtener los efectos deseados. Es decir, con la misma cantidad de sustancia que antes no consigue obtener los efectos deseados, por lo que cada vez tendrá que tomar más y más cantidad.
- Abstinencia: efectos negativos y no deseados derivados del no consumo de la sustancia, de manera que la persona toma la sustancia o una muy parecida para eliminar los síntomas adversos.
- Pasa demasiado tiempo involucrado en actividades para conseguir dicha sustancia, en este caso el alcohol. Como consecuencia se eliminan o reducen otras actividades placenteras que antes la persona hacía, como actividades sociales, laborales, recreativas o educativas.
El alcohol genera tolerancia, así que cada vez se va necesitando una cantidad mayorBásicamente podemos hablar de abuso como un estadio previo a la dependencia. Es vital que identifiquemos un problema de este tipo antes de que llegue a derivar a un abuso y mucho peor, a una dependencia. Las personas con dependencia acaban siéndolo toda la vida si no se ponen en tratamiento. Una vez que nos hacemos una idea del perfil que tiene una persona con abuso, o mucho peor, con dependencia, tenemos que observar si aparecen en nuestro hijo. Si no estamos seguros de que bebe pero si lo sospechamos tendremos que estar más atentos que nunca a los signos que lo muestran.
Signos y síntomas de abuso del alcohol en adolescentes y jóvenes
Aunque existen criterios médicos para identificar casos de abuso o dependencia al alcohol, como padres podemos observar en el día a día una serie de conductas que nos puedan hacer sospechar de que existe un problema:
- ¿Ha llegado alguna vez ebrio a casa? Llegar a casa borracho es un problema si, pero no tiene porque significar que nuestro hijo tiene dependencia. Si solo ha pasado un par de veces no debemos preocuparnos excesivamente. Deberemos hablar con él y explicarle las consecuencias de venir a casa borracho (con su respectivo castigo). Sin embargo, seguramente no será la última vez que tu hijo consuma un exceso de alcohol y eso no significa que tenga un problema con la bebida, solo que se ha excedido. Aquí lo importante no es la cantidad de alcohol que haya bebido en una sola noche si no la frecuencia con la que lo hace.
Por eso, si ha sido de las primeras veces que se emborracha no le grites según llega porque solo conseguiréis bronca y lo que le entre por un oído le saldrá por el otro. Déjale claro que su actitud te ha decepcionado y que vaya a "dormir la mona". Al día siguiente cuando esté mejor aprovecha para tener la charla sobre las consecuencias del consumo.
- Cambios de humor y forma de comportarse. Lo vais a notar más "rebelde" e inestable, con cambios de humor marcados, pero sobre todo más irritable, todo le molestará. Además, su actitud en general será más "prepotente".
- Cambios en el comportamiento escolar y social. Tenemos que ser observadores y fijarnos en posibles cambios. Algunos se vuelven más rebeldes tanto dentro de casa y en la escuela como en la calle. ¿Qué dicen sus profesores de ellos?¿Ha bajado su rendimiento escolar de repente? ¿Y qué hay de sus compañeros? ¿Sale con gente nueva y los amigos de siempre los deja de lado? A veces un cambio de amistades también conlleva un cambio de hábitos.
Por otro lado una baja motivación en los estudios tampoco tiene que ser un síntoma de peligro, pero habrá que tenerlo en cuenta si también se observa baja motivación en actividades extraescolares o hobbies que antes tu hijo disfrutaba.
- Necesidad de dinero. ¿Últimamente te pide más dinero? ¿Cómo reaccionas cuando te niegas? Aquí es vital que diferencies entre una mala administración por su parte o que realmente sus gastos se han incrementado. Si notas que te falta dinero preocúpate. Si por el contrario sospechas que tu hijo ha incrementado sus gastos pero no sabes cómo se financia (no te pide dinero y no trabaja) quizás también deberías hacerlo, hay jóvenes que empiezan a comerciar de manera ilegal con el objetivo de sacarse un dinero extra y poder financiarse la obtención de alcohol.
El jóvnes con problemas de alcohol presentará problemas para dormir y también emocionales- Problemas de memoria y dificultad para dormir. Cuando una persona empieza a beber de manera habitual desarrolla dificultades para dormir. Esto conlleva también a problemas para recordar porque los aprendizajes diarios los consolidamos durante el sueño, si no dormimos lo suficiente estaremos más despistados y nuestra capacidad de retención será deficiente.
- Ánimo aplanado. En casos extremos en los que hay inicio de dependencia es normal encontrarse adolescentes rozando casi la depresión. Pero aunque no llegue a esos niveles si que notaremos al joven apagado, más mustio. Una razón es que ahora, cuando tiene un problema, acude al alcohol para evadirse de él. Volver a la realidad de nuevo es por tanto duro. Se ha acostumbrado a beber para absolutamente casi todo y ahora es incapaz de divertirse si no hay alcohol de por medio.
Si ves alguno de estos síntomas ponte en fase de alerta porque quizás tu hijo necesite ayuda. Si has confirmado que bebe y encima ha desarrollado abstinencia y tolerancia al alcohol llévalo en cuanto antes a un profesional. Si es menor de edad no necesitas su consentimiento, si por el contario es mayor de 18 años habla con él e intenta hacerle ver que necesita ayuda profesional, en un futuro te lo agradecerá.