El trastorno del pulmón húmedo en el recién nacido, también conocido en el ámbito técnico como taquipnea transitoria, es un problema que aunque solo afecta entre el 1 y el 2% de los bebés que acaban de nacer, se debe conocer porque puede ocurrirle a cualquier mujer en el parto.
Aunque parezca mucho más preocupante de lo es, su principal síntoma es la dificultad respiratoria en el bebé en el momento siguiente al parto, y se transmite por una respiración muy acelerada. Esto se produce porque no se ha podido eliminar el líquido de los pulmones. Hablamos del líquido amniótico, un elemento indispensable para el feto durante todo el embarazo, ya que es el encargado de mantenerlo con vida, de que no reciba golpes y de que sus pulmones, huesos y órganos se formen de la mejor manera posible.
Sobre todo en partos prematuros y por cesárea, el recién nacido quizás no ha tenido la posibilidad de poder eliminar ese líquido de los pulmones, eliminación que en los partos naturales se ve facilitado por la presión que ejerce el útero en la salida del bebé. Esto da lugar a que se puedan dar problemas en la respiración del recién nacido, y se produzcan trastornos como el del pulmón húmedo. Normalmente este líquido que queda en los pulmones se reabsorbe o elimina en las primeras respiraciones después del parto, pero en aquellos bebés que han nacido antes de las 38 semanas, o de madre diabética, entre otras razones, esa eliminación es más complicada.
El tratamiento consiste en administrar oxígeno al bebéSíntomas del trastorno de pulmón húmedo
Los síntomas del pulmón húmedo se pueden apreciar desde el momento del parto. Tras las primeras toses y respiraciones fuera del vientre materno, donde todavía se pueden terminar de vaciar los pulmones de líquido, se puede observar la dificultad de respiración si existe dicho trastorno.
La respiración será muy acelerada, siendo de más de 60 respiraciones por minuto, llegando a producir ruidos como gemidos o gruñidos, e incluso visualmente se verá como se le abren las aletas de la nariz al recién nacido, e incluso ver como las costillas se contraen por la dificultad. En casos muy extremos, la piel del bebé puede llegar a tornarse azulada.
Hay que realizar un verdadero estudio del bebé porque la dificultad respiratoria puede deberse a muchas otras enfermedades aparte del trastorno del pulmón húmedo. Por ello en el momento en que haya alguna duda se llevará a la unidad de neonatales para realizar las radiografías oportunas y descartar los restos de líquidos en los pulmones, o confirmarlo.
Además del estudio por radiografía, se estudiarán los antecedentes de la madre tanto en su rutina diaria como durante el embarazo. Además se realizarán pruebas como el homocultivo para descartar cualquier infección pulmonar y monitorear los niveles de oxígeno, la respiración real y como esta puede llegar a afectar a otros órganos como el corazón.
Tratamiento y prevención
Si tras las pruebas oportunas, confirmamos el diagnóstico de trastorno de pulmón húmedo en el recién nacido, no debemos alarmarnos. Este problema es como su nombre técnico indica, transitorio, por lo que no suele durar más de 3 días en el bebé. Aún así y para evitar complicaciones, habrá que llevar a cabo un tratamiento.
Antes de los 3 días el bebé estará totalmente recuperado del pulmón húmedoGeneralmente la función clave es suministrar al bebé el oxígeno que no puede producir con sus propios pulmones a través de un tubo colocado en la nariz. En casos un poco más complicados, la solución puede ser enchufar al bebé en un respirador artificial que le marque el ritmo correcto a la respiración y que con ella se termine de eliminar el posible líquido que ha provocado ese problema. La mayor parte de los pacientes responden positivamente a este tratamiento antes de las primeras 24 horas tras el parto.
Aunque se hayan realizado cultivos para descartar las infecciones, en tan poco tiempo es muy dificil acertar por lo que si es un caso más complicado y mientra se consiguen los resultados precisos, se pueden llegar a suministrar antibióticos, que se eliminarán en el momento en el que la infección sea perfectamente descartada.
No existe una manera exacta de prevenir el trastorno de pulmón húmedo en recién nacidos ya que en la mayoría de los casos depende de las condiciones a la hora del parto, si es prematuro y si el parto es por cesárea o vaginal. Aún así se recomienda que durante el embarazo, la madre lleve una dieta lo más equilibrada posible, rica en cereales, frutas y verduras. También se pide que no se fume ni se ingiera alcohol y que se realicen las consultas pertinentes al médico especializado para que lleve un control.