Ser madre puede ser lo más maravilloso del mundo, pero también lo más agotador. Es agotador por las noches en vela, porque cuidar a un hijo recién nacido es cansado y porque a medida que va creciendo también el cansancio estará presente en tu vida. Pero también hay otra parte de la maternidad que puede ser incluso más agotador: lidiar con los consejos de otras personas, que tienen hijos o no, pero que se sienten demasiado libres para darte consejos. Unos consejos que en muchas ocasiones no son bien recibidos.
Sobre todo, si eres una madre primeriza es probable que recibas consejos por todas partes y lo peor, es que harán dudar de ti misma, de tu instinto, pensarás que estás confundida o que hay cosas que no sabes hacer bien. Desgraciadamente, hay madres primerizas que se dejan aconsejar demasiado y esto les provoca demasiada inseguridad.
Los consejos están muy bien, y en muchas ocasiones es probable que los hagan con la mejor intención del mundo... Pero nadie tiene que meterse en tus decisiones más personales, sobre todo cuando se trata de la crianza de tus hijos.
Los consejos no vienen con mala intención, pero no dudes de tus decisiones si han sido meditadasSon tus hijos... Es tu instinto
Quizá no quieras dar el pecho a tu bebé y te digan que lo mejor es la lactancia materna... No permitas que nadie te amedrente en tu decisión. Si tienes unas ideas claras de que quieres alimentar a tu bebé con leche de fórmula, ¿por qué debes cambiar de opinión? O al revés, si quieres dar lactancia materna a demanda y hasta que tus hijos quieran, ¿qué le importa a los demás si quieres dar teta a tu hijo aun cuando tenga 6 años? Nadie tiene que meterse en eso.
Lo mismo ocurre si quieres dormir en colecho con tus hijos o si por el contrario, prefieres que tu pequeño duerma en su cuna desde un primer momento... ¡Es tu decisión! No permita que otras personas decidan por ti. No hagas cosas que realmente no quieres hacer, escucha a tu instinto que es el realmente te puede guiar para escoger la mejor decisión tanto para ti como para tu bebé.
Esto son solo dos ejemplos, pero hay otros muchos más, como la ropa que le pones, cómo le educas, si le coges demasiado o demasiado poco, si le estás malcriando... En fin, son tantos y tantos los consejos y comentarios que se pueden considerar desafortunados aunque sean bienintencionados que deberás armarte de paciencia.
Aprovecha para poner en marcha tu capacidad de ser asertiva, da las gracias y no hagas más casoLidiar con los consejos de otras personas
Para poder lidiar con los consejos de otras personas tendrás que tener paciencia, pero también, es importante que hagas uso de la empatía y la asertividad. Una persona que te aconseja no intenta decirte las cosas por hacerte sentir mal... Ni mucho menos. Cree que con lo que te está diciendo te está ayudando, sin darse cuenta que es una crítica y que puede ser incluso, destructiva.
Por este motivo, si te dicen cualquier comentario y no te gusta, piensa que no lo hace con mala intención pero usa la asertividad para que sienta que has recibido el mensaje, que te sientes agradecida y listo. Por ejemplo, puedes decir algo como: 'Muchas gracias por tu consejo, lo tendré en cuenta cuando sea necesario'.
De esta manera la otra persona recibe que has escuchado lo que te dice, pero sabrá que tienes tus propias ideas y que harás lo que creas conveniente, tanto si quieres hacer caso o caso omiso a su consejo.
Si en algún momento percibes que alguien se está metiendo demasiado en tu vida o incluso sientes incomodidad por lo que te comenta, puedes decirle algo como: 'Gracias por tu consejo, pero si tengo más dudas consultaré al especialista'.