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Amigdalitis en niños
Amigdalitis en niños

ANGINAS

Amigdalitis en niños

La amigdalitis es una infección muy frecuente en los niños y niñas, aprende a identificarla y a tratarla de manera eficaz para que no vuelva a atacarles.

La amigdalitis es la infección más frecuente en los niños, y no es más que la inflamación y posterior infección de las amígadalas, que son las glándulas que están situadas en la parte posterior de la boca y superior de la garganta. Su signo más evidente es que las amígdalas, que se pueden observar a ambos lados se encuentran más enrojecidas de lo habitual y parecen dos pelotas de pingpong, dando episodios de fiebre . También es conocida esta infección con el nombre de anginas.

Estas glándulas que son las amígdalas tienen como función defender la zona de la garganta de posibles infecciones que puedan atacar al cuerpo y hasta hace unos años era muy frecuente que cuando se tenían amigdalitis o anginas muy a menudo, se acabaran extirpando cuando los niños eran aún pequeños. Hoy en día son muchas las soluciones que podemos encontrar para tratar este problemas antes que extirparlas, ya que al fin y al cabo son una parte importante de nuestro cuerpo para crear anticuerpos.

La fiebre es uno de los síntomas comunes en la amigdalitisLa fiebre es uno de los síntomas comunes en la amigdalitis

¿Por qué aparecen las anginas en los niños?

Para empezar debemos saber que hay dos tipos de amigdalitis o anginas, dependiendo de la procedencia de la infección. Existen las amigdalitis víricas y las bacterianas, que son las causas principales de que los niños desarrollen esta enfermedad. La diferencia entre ambas es que la amigdalitis víricas suele darse en los niños más pequeños de 3 años, y la amigdalitis bacteriana suele darse en otros más mayores, alrededor de los 5 años.

Existe también la posibilidad de que las anginas aparezcan como consecuencia de otras enfermedades que afectan al sistema linfático, como puede ser la mononucleosis o "enfermedad del beso"

Síntomas de la amigdalitis

La amigdalitis suele presentar siempre los mismos síntomas, aunque dependiendo de su origen puede aparecer de diferente forma y con alguna variedad. En la mayoría de los casos, los niños presentarán episodios de fiebre, acompañados de dolor de garganta y otros síntomas catarrales como la mucosidad nasal.

A la hora de realizar una exploración de la zona con un examen médico, veremos que en la zona posterior de la boca, a ambos lados de la campanilla, las amígdalas estarán rojas e inflamadas. En el caso de las anginas bacterianas además encontraremos pus, que se representa en las amígdalas en forma de puntos blancos, también conocidos como placas.

Diagnóstico y tratamiento

Cuando los niños presentan un cuadro de anginas, lo primero de lo que se quejarán es de dolor de garganta, por lo que lo mejor es realizar una exploración de la garganta. Si se encuentra enrojecida o inflamada, acudiremos a la clínica de asistencia médica para que le realicen un examen completo y diagnosticar si efectivamente estamos ante un caso de amigdalitis.

Lleva siempre al niño al pediatra para que le de la dosis de medicación necesariaLleva siempre al niño al pediatra para que le de la dosis de medicación necesaria

El pediatra le hará un examen clínico observando todos los síntomas, además de la exploración de la garganta, tomará la temperatura del pequeño para ver si tiene fiebre y determinará el tratamiento a seguir. Si se trata de una amigdalitis vírica no se administran antibióticos, mientras que en las producidas por bacterias sí, porque se trata de una infección más complicada que puede afectar a otras zonas del cuerpo. Si se trata de una amigdalitis vírica no se administran antibióticos si no que se observa la progresión de la enfermedad, que suele desaparecer con el paso de unos días. Para ello se recomienda no tomar alimentos muy calientes, sino tomar líquidos fríos que alivien la irritación e inflamación.

La mayor parte de los niños notarán la mejoría de la enfermedad en unos días o semanas, sin necesidad de tratamiento severo, pero existen algunos casos en los que finalmente habrá que recurrir a la extirpación de las amígdalas. Esto ocurre en casos en los que las anginas aparecen de forma muy frecuente o la infección es muy fuerte, y pueden producir otros problemas en los niños, como que ronquen de noche y tengan problemas para respirar, o que la fiebre sea tan alta que provoque convulsiones.

Desde Bekia siempre recomendamos que ante cualquier síntoma en niños no nos alertemos y acudamos lo antes posible a nuestro pediatra, que llevará a cabo el diagnóstico y tratamiento pertinente para cada caso.

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