Aquellos y aquellos cuyo nombre empieza con W son el encanto personificado, derrochan simpatía, amabilidad e intentan ayudar siempre que pueden. Adoran la libertad, el riesgo y deseo de conocer y saber más. No hay reto que se les resista, y cuanto más difícil y duro sea, más fuerza y garra le ponen para conseguir sus objetivos.