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Tratamiento del síndrome frontal o disejecutivo en niños
Tratamiento del síndrome frontal o disejecutivo en niños

TRATAMIENTO

Tratamiento del síndrome frontal o disejecutivo en niños

¿Sabes qué es y cuál es el tratamiento adecuado para el síndrome frontal o disejecutivo en niños? A continuación te lo contamos.

El sistema nervioso humano es el responsable de regir la mayoría de las funciones y procesos que realiza nuestro cuerpo. Funciones motoras y psíquicas dependen de este sistema, por lo que si deja de funcionar debidamente, puede dar lugar a diversas enfermedades como el síndrome frontal o disejecutivo. Pero en primer lugar, para entender bien este síndrome que afecta al lóbulo frontal por una lesión, debemos explicar qué son las funciones ejecutivas.

Se puede definir como funciones ejecutivas al conjunto de procesos cognitivos que ayudan a procesar la información del exterior, gestionar nuestro comportamiento y adaptarnos de una forma más idónea al medio y nuestro entorno, además de ayudar a regular la forma en la que nos relacionamos con los demás y a nuestra motivación. Estas capacidades y procesos intelectuales son controlados principalmente por la parte más grande de la corteza cerebral: el lóbulo frontal. Es aquí, en esta parte del cerebro donde se encuentran las áreas implicadas en la realización de las conocidas funciones ejecutivas. La presencia de lesiones en este área van a provocar la existencia de modificaciones en las funciones ejecutivas, que pueden tener consecuencias en la vida.

Por tanto, el denominado síndrome disejecutivo,es un conjunto de altibajos de tipología y gravedad diversos que se producen como consecuencia de la existencia de lesiones en el lóbulo frontal, especialmente en el área prefrontal del cerebro y cuya mayor afectación se da en las funciones ejecutivas. Los síntomas de esta enfermedad pueden ser muy variables, dependiendo siempre de la zona exacta que se encuentra dañada: dificultades para adaptarse al medio, impulsividad, agresividad repentina, apatía, pensamientos obsesivos o problemas de concentración son algunos de ellos.

El síndrome disejecutivo puede dividirse en tres tipos El síndrome disejecutivo puede dividirse en tres tipos

Tipos de síndrome frontal

El síndrome disejecutivo puede dividirse en tres tipos en función de la región del cerebro que se haya lesionado y el tipo de síntomas que tenga. El primero de ellos es el llamado síndrome dorsolateral, probablemente el más común entre niños y jóvenes, que se caracteriza por los problemas de memoria, complicaciones a la hora de razonar y toma de decisiones, y falta de concentración que provoca. Así como problemas en la fluidez verbal e incluso en el movimiento. Se produce cuando existe algún daño en la corteza dorsolateral del prefrontal.

El segundo tipo es el conocido como orbitofrontal. Los síntomas más evidentes tienen que ver con el control de los impulsos y los cambios de personalidad, además de ser personas muy dependientes y con trastornos obsesivos. Y en tercer lugar está el síndrome mesial frontal cuyos síntomas más comunes son la falta de interés en cualquier tema o tarea, la desmotivación y el mutismo, en el que no responde a la estimulación ambiental a pesar de poder hacerlo y estar capacitado para ello.

Causas y tratamiento

La manifestación del síndrome disejecutivo se debe a la presencia de modificaciones o lesiones en la parte prefrontal y sus conexiones con el resto del encéfalo. Las causas pueden depender de otro factores.

Laceraciones o traumatismos

Los ataques físicas, caídas o accidentes son algunas de las causas más evidentes de este trastorno y que más afectan a la parte dorsolateral del cerebro. El caso más famoso de síndrome frontal es el de Phineas Gage, un hombre al que una barra de acero le atravesó el cerebro perforando el prefrontal y que terminó padeciendo alteraciones muy complicadas del comportamiento durante toda su vida.

Problemas cerebrovasculares

Esta es la causa menos probable entre niños, sin embargo, también es necesario conocerla por su pudiera darse esta situación. Los ictus o derrames cerebrales en el frontal o en el resto del encéfalo pueden provocar el síndrome frontal al deteriorar las neuronas del lateral encargadas de estas funciones.

Tumores cerebrales

Un tumor cerebral, tanto si se da en el frontal como si se da en otra parte del encéfalo, es capaz de generar un síndrome disejecutivo provocando que el cerebro se comprima contra el cráneo.

La estimulación y la terapia ocupacional permiten el ejercicio mentalLa estimulación y la terapia ocupacional permiten el ejercicio mental

Enfermedades neurodegenerativas

En las enfermedades naurodegenerativas también se pueden observar algunos de los síntomas del síndrome disejecutivo, debido a la progresiva muerte neuronal que hace que el prefrontal deje de funcionar adecuadamente.

Ahora sí, siendo conocedores de toda esta información responderemos a la siguiente pregunta: ¿cómo se puede tratar este síndrome?. El tratamiento dependerá siempre de la causa concreta y sus síntomas. No se puede curar totalmente, pero sí trabajar y mejorar los síntomas que causa desde una perspectiva multidisciplinar. Generalmente, el tratamiento se centra en recuperar las habilidades perdidas y los déficits generados por las lesiones producidas en el encéfalo, así como potenciar las habilidades que aún se conserven y evitar tener nuevos daños.

La estimulación y la terapia ocupacional permiten el ejercicio mental y la recuperación de gran parte de las funciones. Por otro lado, se pueden usar ciertos fármacos para superar problemas como la ansiedad o la paranoia, y recurrir a terapia psicológica para los cambios de comportamiento y los problemas de agresividad o concentración, especialmente en los más pequeños de la casa. También se recomienda que los profesores y maestros sepan de este trastorno y sean capaces de diferenciar en todo momento entre la inteligencia y la disfunción de estas funciones. Al medir la inteligencia se observa el nivel de vocabulario, los conocimientos, los razonamientos. Sin embargo, en la función ejecutiva se mide cómo se aplica todo esto.

Los expertos apuntan a que para ciertas cosas hay que ser muy ejecutivos, pero no lo es todo en la vida. Por eso, los profesores deben de comunicar a los padres que su hijo puede tener este síndrome en cuento detecten algún síntoma, siempre evitando asustarles y comunicándoselo con mucho tacto. Hay que explicarles que sus hijos sí van a poder llegar lejos y tendrán una vida similar a la de cualquier otro niño de su edad, pero es importante que se organicen quizá de un modo diferente, que haya más rutinas en casa.

Los niños pueden llevar los platos al lavabo y si tienen edad para hacerlo, lavarlos. Necesitan estructura y tener desde pequeños responsabilidades. Profesores y padres deben saber que un niño con esta disfunción puede expresar frustración extrema, malestar, rabia, tiene ganas de gritar, frustración y puede llegar a tener un comportamiento inflexible porque quiere algo en ese momento y una recompensa inmediata.

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