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Trabajo de parto, ¿qué es y cómo comienza?
Trabajo de parto, ¿qué es y cómo comienza?

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Trabajo de parto, ¿qué es y cómo comienza?

El trabajo de parto no es más que el proceso de expulsar al bebé, pero ¿cómo se desarrolla de manera normal? ¿Cuánto dura? ¿Hay algo que deba saber antes del ese momento?

Hay muchas incógnitas por resolver frente al embarazo y, sobre todo, frente al parto. No porque sea un tema excesivamente complicado (aunque sí que puede llegar a tener su complicación), sino porque es un tema con muchos tabúes. Como todo lo femenino, se suele esconder y tapar; en ocasiones, se puede llegar a ver como algo obsceno, sucio o desagradable. Hemos hecho del proceso del parto algo tan privado e íntimo que, en muchas ocasiones, sufrimos más de la cuenta simplemente por no compartir entre nosotras nuestras vivencias. Creemos que eso que nos ha pasado, eso tan vergonzoso y que debemos esconder (como, por ejemplo, hacerse de vientre durante el parto), solo nos ha pasado a nosotras.

Si supiéramos que le pasa a prácticamente todas las mujeres, que es algo natural fruto del propio esfuerzo de dar a luz, probablemente comprenderíamos también que no es algo de lo que debamos avergonzarnos.

Aunque ese es solo un ejemplo más. Hay infinitas situaciones relacionadas con el embarazo en general, y con el parto en particular, que nos vienen a mostrar el secretismo que hay en nuestra sociedad al respecto. Escondemos nuestro dolor y nuestras incertidumbres, escondemos que no siempre adoramos al bebé del mismo momento en el que nace (porque es complicado, porque es un ser que llega a nuestras vidas y que apenas conocemos, al que tenemos que acostumbrarnos a cuidar) porque creemos que admitirlo nos hará malas madres. Y nada más lejos de la verdad. No nos hará malas madres, nos hará seres humanos. Nos hará reales.

Es por este desconocimiento que hay que, en muchas ocasiones, las mujeres ni siquiera saben lo que es el trabajo de parto. Algo tan esencial como eso, y que desconocen hasta su significado. Pero no pasa nada, porque estamos aquí para formarnos, para continuar creciendo y aprendiendo. Para conocer nuestro cuerpo, el proceso que nos lleva a traer vida al mundo. ¡Así que vamos a ello!

Cada trabajo de parto es distintos, en cada mujer y con cada nacimientoPCada trabajo de parto es distintos, en cada mujer y con cada nacimiento

Qué es el trabajo de parto

La definición del trabajo de parto es tan sencilla que hasta podría llegar a pareceros una broma. Y es que el trabajo de parto no es más que el proceso a través del cual se expulsa tanto al bebé como la placenta del útero. Puede darse de forma natural, en cuyo caso sería una expulsión vaginal, o por cesárea porque haya algún tipo de percance con la madre o con el bebé. En cualquiera de los dos casos, recibe el nombre de trabajo de parto. Sería algo así como el final del embarazo, por completo.

Si le preguntáis a cualquier persona qué es el trabajo de parto, puede que, en un primer momento, ni siquiera sepa de qué le estáis hablando. Lo relacionará con el embarazo y el parto, sí, pero no sabrá qué momento fijo es. Si a esto le aunamos que el trabajo de parto tiene tres etapas distintas, y que en cada una sucede algo distinto, podremos ver hasta qué punto llega el desconocimiento respecto al cuerpo humano y la fisonomía femenina.

El embarazo es un proceso largo, de entre treinta y ocho y cuarenta y un semanas (aunque a veces puede acortarse más, dependiendo de las circunstancias exactas). Es a partir de las treinta y ocho semanas que, por regla general, un bebé ya está completamente listo para abandonar el útero materno. Será entonces cuando podría comenzar lo que llamamos el trabajo de parte.

Pese a lo que se pueda pensar en un primer momento, el trabajo del parto no comienza en el mismo momento en el que va a nacer el bebé. Puede comenzar incluso semanas antes, y la mujer lo notará prácticamente desde el primer momento. Se puede considerar comenzado el trabajo de parto cuando comienzan a notarse las primeras contracciones, normalmente leves. En algunos casos, estas contracciones pueden prolongarse durante días y días, sin que el proceso de expulsión en sí dé comienzo. Pero también hay trabajos de parto mucho más rápidos, donde las contracciones comienzan con fuerza, la mujer dilata en unas horas y el bebé ya está listo para ver el mundo.

La primera fase del trabajo de parto sería, pues, en la que comienzan las primeras contracciones y el cuello del útero comienza a abrirse. La mujer no estaría completamente dilatada hasta que la medida del cuello del útero fuera de diez centímetros exactos; sería justo en ese momento cuando comenzaría la segunda etapa del trabajo de parto.

La expulsión comienza cuando la madre ha dilatado 10 centímetrosLa expulsión comienza cuando la madre ha dilatado 10 centímetros

La expulsión, una parte más "rápida" del trabajo de parto

Una vez que ya ha pasado la primera fase, que suele durar bastante tiempo (aunque no se pueden dar medidas exactas, puesto que depende mucho de cada mujer en particular), comienza la segunda fase, que es la expulsión. Es una etapa mucho más activa, donde la mujer debe comenzar a empujar hacia abajo para que, de esta forma, el bebé abandone el útero.

Por regla general, esta fase no suele prolongarse excesivamente. Como hemos señalado, depende mucho de cada mujer, de las circunstancias en las que se encuentre y de la situación del bebé en ese momento. Es una de las partes más rápidas del proceso, puesto que consiste en empujar para que el bebé se vaya desplazando.

Una vez que el bebé comience a salir del útero, empezará la tercera etapa, o etapa placentaria. Será el momento del nacimiento, tal y como nosotros lo conocemos de forma habitual. Esta tercera etapa, que siempre es la más gratificante para la mujer (porque es la última) comienza con el nacimiento y terminal cuando se expulsa por completo tanto la placenta como los restos que pueda haber dentro del útero.

Los signos que nos muestran que el trabajo de parto ha comenzado son distintos en cada mujer. Y es que cada cuerpo es diferente, cada embarazo es distinto, y eso provoca que cada trabajo de parto sea también completamente dispar. Sí que hay algunos signos que pueden comenzar a entreverse, como es un " aligeramiento ", es decir, que el feto comienza a situarse en la parte más baja del útero. No obstante, esto no es algo que hagan todos los fetos, con lo cual tampoco tiene por qué ser significativo. Aunque el hecho de tener contracciones sí que suele ser siempre un indicativo bastante claro; y si las contracciones se dieran antes de tiempo, lo mejor que se puede hacer es acudir rápidamente a un especialista.

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