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¿Tienes una madre tóxica?
¿Tienes una madre tóxica?

RELACIONES FAMILIARES

¿Tienes una madre tóxica?

Una madre es única en el mundo, pero no siempre la relación tiene que ser buena... ¿tienes una madre tóxica?

La relación con una madre siempre es complicada. Se trata de una relación especial desde el comienzo. Tanto por su intensidad como por su frecuencia lo que lleva a que nos conozcamos muy bien y que surjan los conflictos. Porque como dice el dicho " donde hay confianza da asco ".

Estos conflictos o enfrentamientos más o menos frecuentes, por lo general, no implican que exista una mala relación. Sin embargo, existen hogares donde la relación que se establece es del todo dañina que conlleva otro conjunto de problemas.

Cuando el origen del malestar y la mala experiencia de cariño es la madre hablamos del fenómeno conocido como " madres tóxicas ".

¿Cuáles son las características de una madre tóxica?

La madre, más allá del rol tradicional de cuidadoras que tienen en la mayoría de las culturas, es un elemento esencial de la crianza por tratarse normalmente de la figura de apego principal del niño o niña.

El apego se refiere a la vinculación afectiva intensa, específica y duradera que se establece en los primeros meses de vida (se considera conformado alrededor del noveno mes) entre el bebé y la madre y que se consolida a través de interacciones recíprocas más allá de la nutrición básica.

Una madre tóxica, voluntaria o involuntariamente, movida por el amor hacia la criatura o el interés propio, transforma la crianza en una experiencia enormemente negativa que puede provocar problemas a largo plazo.

Estas personas establecen un vínculo negativo que se caracteriza por un control excesivo que limita la libertad y el bienestar del otro. Este control provoca que no se nutra afectivamente lo suficiente al menor y que no se facilite su autonomía.

Por lo general la figura de apego transmite miedo en lugar de protección, confusión y no cariño y tampoco tiene las características de estabilidad y valores que favorecen la crianza saludable.

En el día a día del hijo o hija cada decisión debería contar con En el día a día del hijo o hija cada decisión debería contar con "la opinión" de la madre

¿Cuáles son las señales para identificar a una madre tóxica?

1. Controladora

Se trata de una característica que se hace manifiesta en las pautas educativas de la madre tóxica. Estas personas asumen la responsabilidad completa de los hijos hasta el punto de limitar su capacidad de decisión, incluso imposibilitando su aprendizaje correcto.

En el día a día del hijo o hija cada decisión debería contar con "la opinión" de la madre, renunciando a su autonomía y al importante aprendizaje que se obtiene al acertar y cometer errores pon uno mismo.

El control también se puede ejercer a través de comparaciones y humillación que provoquen una baja autoestima e inseguridad que impida al niño o niña ir más allá de el paraguas protector de su madre.

2. Indiferente

Como en el caso de la personalidad controladora, otra forma de falta a esa necesaria proporción de cariño y afecto es la negligencia.

Frente a las madres controladoras encontramos aquellas que, por el contrario, ignoran por completo los necesarios choques con los pequeños. Esto queda de manifiesto con una excesiva permisividad.

Suele llevar en la vida adulta a tener baja tolerancia a la frustración al no saber resolver conflictos y también baja tolerancia frente a situaciones generadoras de ansiedad.

3. Manipuladora

Son comunes los juegos de manipulación de los que la otra parte también es partícipe. Sarcasmos, gritos, desprecios, ironías, sarcasmos, reproches o chantajes.

Si el hijo o hija contesta de la misma forma suelen tomar una actitud de víctima, sentirse herida, con el objetivo de despertar sentimientos de culpa en el otro. Este malestar lleva a se mantenga el control o bien el espacio que se desea desde la indiferencia.

4. Egoísta

Aunque cuando se trata de una persona diferente en más comprensible ver que se trata de una madre egoísta, el control excesivo puede hacer que nos preguntemos si ésta realmente es una característica de una madre tóxica.

La respuesta es afirmativa ya que el control responde más a una necesidad interna de reafirmarse en su rol de figura responsable.

Es común que esta característica se haga manifiesta cuando el pequeño crece y comienza a desarrollar relaciones más íntimas ya sean de amistad o de pareja. La madre tóxica suele ser envidiosa y mostrar una actitud posesiva infantil.

¿Por qué las madres son madres tóxicas?

Al tratarse de un concepto aún poco investigado, las causas que llevan a esta pauta de comportamiento no son claras, aun así existen varias posibles hipótesis explicativas.

Una de las explicaciones con más peso a día de hoy, es que se trata de una pauta de interacción aprendida.

Esta forma de actuar habría sido modelada por la madre de la actual progenitora e interiorizada de forma que no se es consciente de que se están siguiendo esos patrones tan nocivos. O bien que se considera, al ser la única forma de interacción conocida, que esa es la forma normal de proceder en la educación.

Esa pauta de crianza es común que provoque miedo al abandono y a la soledad. La estrategia para afrontar estos sentimientos sería las de manipulación o control.

Para superar toda esta problemática serán fundamentales las relaciones con personas sanasPara superar toda esta problemática serán fundamentales las relaciones con personas sanas

¿Cómo actuar si te encuentras en esta situación?

Como en cualquier otro vínculo las dos personas que forman parte de él tienen una forma de comportarse que mantiene la interacción negativa. Por ello hay que buscar realizar ciertos cambios que nos permitan romper la dinámica.

No se trata de una decisión fácil ya que todos tenemos la idea de que una madre te tiene que querer siempre y que tú a ella también.

El primer paso es aceptar la situación y dejar de buscar un posible entendimiento. Esta renuncia conlleva una pérdida y, como tal, un duelo que será necesario sobrellevar.

Este proceso suele comenzar por la distancia física aunque lo más importante es alcanzar cierta distancia emocional que nos permita protegernos. Poner nuestras necesidades y sentimientos, tomar decisiones y buscar autonomía.

Mira a tu alrededor y analiza cómo son el resto de relaciones. Desde la infancia estamos rodeados de personas que también nos educan (padre, amigos, profesores....). Todo este conjunto de vínculos puede ayudarnos a hacer clic y ver cómo las cosas pueden ir en otra dirección.

Para superar toda esta problemática serán fundamentales las relaciones con personas sanas, no repetir interacciones destructivas, el perdón y, por qué no, el sentido del humor.

Es innegable que una relación así con una madre deja huella, sin embargo, debemos desechar la idea de que nuestro pasado determina nuestro futuro. Toma tu presente y ve hacia el futuro que tú elijas.

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