Menú
Remedios para el reflujo en bebés
Remedios para el reflujo en bebés

ALIMENTACIÓN

Remedios para el reflujo en bebés

Muchos bebés sufren de reflujo gastroesofágico, por lo que devuelven parte de la leche que ingieren, algo que no es grave pero que preocupa a los padres.

Para muchos padres primerizos, todo lo que pueda pasarle al recién nacido puede convertirse en un drama o un hecho astrológico, pero en ocasiones es simplemente la falta de experiencia lo que los hace exagerar las situaciones y llevarse más de un disgusto sin necesidad. Todo esto, aunque puede ser toda una tragedia griega les hace aprender, curtirse y realizarse como nuevos padres que comienzan a formar a su pequeño y a enseñarle a enfrentarse al mundo.

Uno de los miedos que se suele tener al comenzar a alimentarlos son esos pequeños vómitos que suelen tener al terminar de tomar la leche materna o el biberón y que puede extenderse durante todo su primer año de vida. Esto se conoce como reflujo gastroesofágico y es perfectamente normal, siempre y cuando se produzca dentro de unos límites y no vaya empeorando con el tiempo.

¿Qué es, exactamente, el reflujo gastroesofágico?

El reflujo gastroesofágico se trata de una afección que ocurre cuando los contenidos estomacales se devuelven desde el estómago hasta el esófago, lo que provoca regurgitación y se produce sobre todo en bebés, pudiendo extenderse durante todo su primer año de vida.

Cuando las personas comemos, el alimento pasa desde la garganta hasta el estómago a través del esófago. En este procedimiento, un anillo de fibras musculares, llamado esfínter esofágico inferior, que se encuentra en la parte superior del estómago e impide que lo que comemos vuelva hacia el esófago. Si éste no se cierra bien, el alimento puede volver al esófago y produce el reflujo gastroesofágico que trae tanto de cabeza los papás en los primeros meses de sus hijos.

Dejar que el bebé eructe cada poco aliviará el reflujoDejar que el bebé eructe cada poco aliviará el reflujo

En los bebés, es normal que se produzca una pequeña cantidad, sin embargo, el reflujo continuo con vómito frecuente puede ser un problema al irritar el esófago y provocar también un malestar para el pequeño. Existe un tipo de reflujo más intenso que llega a producir pérdida de peso o problemas más serio como dificultad para respirar. En este caso no sería nada bueno y habría que consultar al pediatra del niño o niña para concretar remedios válidos que acaben con el problema.

Los síntomas que puede incluir este reflujo intenso son:

- Mucha tos, sobre todo después de las comidas.

- Llanto excesivo que pueda dar a entender que el bebé sufre dolor.

- Vómito excesivo durante las primeras semanas de vida y que suele empeorar al tomar la leche, ya sea materna o de biberón.

- Vómito extremadamente fuerte.

- El bebé muestra falta de apetito o no llega a alimentarse como debiera.

- Negarse a comer.

- Crecimiento lento.

- Pérdida de peso.

- Silbidos u otros problemas a la hora de respirar.

Sin embargo, es importante saber que esto sólo ocurre en casos más graves, y que normalmente el reflujo, aunque es molesto e inquietante para los padres, no suele afectar a la buena alimentación y crecimiento de los bebés.

Por lo general, el pediatra suele hacer un diagnóstico simplemente haciendo pregunta a los padres sobre los síntomas de los bebés, o realizando un pequeño examen físico. Sin embargo, existen algunos casos en los que los síntomas son más graves o no los niños no están creciendo bien, en cuyo caso es necesario realizar una serie de pruebas para encontrar los mejores remedios posibles. Algunos de los exámenes que el médico puede pedir son: seguimiento del pH esofágico de los alimentos que entran al estómago desde el esófago, radiografía del esófago o radiografía de las vías digestivas altas después de que se la dado a beber un líquido especial.

Generalmente el reflujo  no se debe a nunca enfermedad grave y desaparece con el tiempoGeneralmente el reflujo no se debe a nunca enfermedad grave y desaparece con el tiempo

Posibles remedios ante el reflujo gastroesofágico

Es muy probable que no sea necesario hacer cambios excesivos en los menús de los bebés, sobre todo si están creciendo bien y que, aún produciéndose estos reflujos, queda satisfecho y bien alimentado. Aunque el pediatra si puede sugerir algunos remedios para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del pequeño, tales como:

- Hacer que el bebé eructe cada 30 o 60 ml de leche de biberón, o en el caso de estar amamantándolo, hacer cada vez que se cambie de un pecho a otro.

- Agregar cereales de arroz, una pequeña cucharada a 60 ml de leche de biberón o leche materna extraída.

- Sostener al bebé erguido durante 20 o 30 minutos después de que haya comido.

- Elevar la cabecera de la cuna.

También existen remedios naturales para aquellos casos más livianos y que pueden ser más útiles para familias ahorradoras o padres más reacios a los productos químicos que existen en las farmacias. Aún así, antes de usarlos, es aconsejable hablar con el pediatra para estar seguros de no darle al pequeño algo que pueda empeorar o perjudicar en vez de hacer que mejore:

- Regaliz en infusión.

- Té de hierbas, hecho con malva, llantén, caléndula, malvavisco y manzanilla a partes iguales.

- Una cucharilla de arcilla verde en medio vaso de agua antes de la comida.

El reflujo puede ser un quebradero de cabeza para aquellos padres primerizos y sin experiencia y un malestar muy incómodo para los pequeños que lo sufren, produciéndoles insomnios y faltas de descanso que pueden hacer que los bebés no estén agusto en sus primeros días. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones no deja de ser una molestia pasajera que suele remitir en cuanto el aparato digestivo del niño se acostumbra a su nuevo funcionamiento y coge algo de fuerza.

Te puede interesar