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Por qué no debemos decir NO demasiado a nuestros hijos
Por qué no debemos decir NO demasiado a nuestros hijos

EDUCACIÓN Y APRENDIZAJE

Por qué no debemos decir NO demasiado a nuestros hijos

Si estamos constantemente diciendo que no a los niños, la palabra y su sentido pierde la utilidad y el propósito, te damos algunas alternativas para su mejor aprendizaje.

Si tienes hijos seguramente habrás dado negativas alguna vez para que dejasen de hacer algo que considerabas que no era adecuado o para evitar algún tipo de peligro. Muchos padres sienten la necesidad de decir NO a sus hijos muchas veces al día porque piensan que es la única manera de enseñarles el camino correcto. Pero nada más lejos de la realidad. El cerebro humano necesita el refuerzo positivo para poder involucrarse en el aprendizaje y el NO es demasiado negativo para eso.

Pero, ¿sabes por qué no debes decir NO a tus hijos demasiadas veces? Es una práctica demasiado extendida y desde Bekia Padres queremos poner nuestro granito de arena para que los padres se den cuenta de que abusar de esta palabra no es nada positivo y además, podría ocasionar problemas educativos en el futuro.

El exceso de negativas hace que nuestros hijos dejen de escucharlasEl exceso de negativas hace que nuestros hijos dejen de escucharlas

Tu hijo dejará de escucharte

Si abusas de la palabra NO tu hijo dejará de escucharte porque le restará la importancia que tiene. La habrás dicho tantas veces que habrá perdido el significado para él/ella. Si te pasas el día diciendo cosas como:

- No te sientes así

- No molestes a tu hermana

- No hagas eso

- No digas aquello

- No molestes

- No te portes mal

- NO, no, no...

Tu hijo no entenderá exactamente qué quieres de él porque el NO dejará de tener sentido, si realmente quieres que tu hijo entienda qué quieres que haga y que además, se consiga un cambio interno para cambiar el comportamiento a corto y largo plazo, entonces es importante que utilices otras estrategias para establecer límites.

Cambio de actitud y de discurso

Si realmente quieres que tu hijo te escuche y pueda cambiar un comportamiento negativo por otro positivo, es importante que cambies tu forma de dirigirte a él y de cómo debe ser tu discurso. Lo primero que debes tener en cuenta es que los gritos o las malas palabras deberán quedar en el olvido porque solo causarán heridas emocionales a los niños y no les hará aprender en absoluto.

Además, el discurso deberá de dejar de ser tan negativo y volverse positivo. Por si fuera poco, los niños también necesitan opciones y alternativas para poder valorar lo que están haciendo y tener el control de lo que pueden hacer después. De esta manera, los niños podrán escoger si seguir haciendo algo mal aunque haya consecuencias negativas después o tener el poder suficiente en su conducta para escoger la conducta adecuada.

Antes de decir No sin más, piensa una frase que promueva una conducta más adecuadaAntes de decir No sin más, piensa una frase que promueva una conducta más adecuada

Cómo conseguirlo

Para conseguirlo, deberás poner de tu parte y cuando lo hagas, te sorprenderás del cambio de comportamiento que tendrán tus hijos... ¡para mejor! Y tú, te sentirás mucho más tranquilo/a ante la educación de tus hijos. Ya no tendrás ansiedad ni te sentirás nervioso/a cada dos por tres, y lo mejor... estarás involucrando a tus hijos en su cambio de comportamiento a mejor.

Por ejemplo, puedes cambiar el discurso de las siguientes maneras (teniendo en cuenta los ejemplos anteriores):

- No te sientes así: Siéntate de una forma en la que no te hagas daño en la espalda.

- No molestes a tu hermana: Deja a tu hermana tranquila que está haciendo los deberes, después podréis jugar juntos.

- No hagas eso: Sabes que no puedes tirar las cosas al suelo, si no quieres jugar los recogemos juntos.

- No digas aquello: Esas palabras no nos gustan ni son aceptables en nuestra familia, prueba a decir esta otra para sentirte mejor.

- No molestes: Ahora mismo estoy hablando por teléfono, cuando cuelgue te prestaré atención a lo que me quieres decir.

- No te portes mal: ¿Qué te pasa cariño? ¿Ha habido algo que te haya molestado o que te haga sentir mal? Vamos a buscar una solución juntos.

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