La llegada de un bebé a casa supone un gran número de cambios en el quehacer de los padres. Uno de dichos cambios tiene que ver con el descanso y con el sueño. Hay un dicho que dice que unos padres ya no van a volver a dormir nunca más como lo hacían antes de tener un bebé.
Es normal que durante los primeros meses de vida del bebé, el descanso se vea alterado y el cansancio se vaya acumulando con el paso de los días. En el siguiente artículo te damos una serie de consejos que van a ayudar a que el bebé y los padres duerman mucho mejor.
El sueño en los bebés
Muchos padres lo desconocen pero es bastante normal y natural que el sueño de los bebés en los primeros años de vida sea totalmente irregular. El sueño de los pequeños es evolutivo llegando a contar con solo dos fases, a diferencia de las cinco fases que se dan en los adultos. Todo esto explica que el sueño de los bebés sea muy ligero y se despierten con frecuencia sin diferencia el día de la noche.
A parte de ello, cada bebé es diferente por lo que los habrá que duerman más horas y otros que duerman mucho menos. Los padres deben tener por tanto paciencia sobre todo durante los primeros meses de vida, ya que llegará algún momento en el que el bebé sea capaz de dormir muchas horas seguidas. Acto seguido vamos a darte una serie de consejos que pueden ayudar a que el pequeño duerma mucho mejor junto con los padres.
La clave es la rutina
La rutina es clave a la hora de ayudar al bebé a dormir de la mejor manera posible:
- Es bueno darle un baño unos minutos antes de acostarlo.
- Los masajes y las caricias ayudan a que el bebé se relaje y pueda conciliar mucho mejor el sueño.
- Antes de dormir es bueno que coma algo y se quede totalmente saciado.
- Es aconsejable que la rutina sea diaria y el momento de dormir sea a la misma hora.
Ambientar el lugar del descanso
El lugar en el que vaya a dormir el bebé debe ser el adecuado y alejado de cualquier tipo de estímulo que pueda entorpecer el sueño. La iluminación debe ser tenue, contar con un poco de música relajante y con la temperatura adecuada. Todo es poco con el fin de conseguir que el pequeño pueda conciliar el sueño de la manera más óptima posible.
Dormir en la misma habitación
Otro de los consejos es el de que tanto los padres como el bebé duerman en el mismo lugar. El pequeño puede dormir en su cuna o en una de colecho junto a la cama de los padres. El bebé al sentir a los padres cerca, se relaja y se tranquiliza mucho más. En el caso de optar por el colecho, el bebé debe tener más de tres meses de edad. En el caso de hacerlo en la cuna o en colecho, es importante que el bebé duerma sin peligro de sufrir ningún tipo de asfixia. El colchón en el que va a dormir debe ser lo más firme posible.
En definitiva, estos consejos o recomendaciones no aseguran que el bebé y los padres vayan a dormir más pero si ayudan a que el pequeño pueda conciliar mucho mejor el sueño. Como ya hemos comentado más arriba cada bebé es diferente por lo que los padres deberán seguir tales consejos pero adaptándolos a las necesidades propias del pequeño. Hay que seguir la mejor rutina posible ya que de esta forma el bebé podrá dormir mucho mejor y los padres podrán recuperar el sueño perdido.