Una de las palabras más usadas por los padres de hoy en día es sin lugar a dudas el "no". Se trata de una palabra que va unida a un sentimiento de rechazo y que generalmente se usa a la hora de prohibir al niño realizar determinadas cosas o actividades.
Con el "no" se está limitando y coartando continuamente la libertad del pequeño y no se está educando de una manera adecuada. En el siguiente artículo te explicamos cómo deben actuar los padres para evitar optar por el no a la hora de regañar o prohibir a los hijos a hacer determinadas cosas.
A la hora de educar a los hijos muchos padres usan la palabra "no" con demasiada frecuenciaSe usa el "no" con demasiada frecuencia
A la hora de educar a los hijos muchos padres usan la palabra "no" con demasiada frecuencia, excediéndose en su uso. En el caso de que los niños sean pequeños la negación a hacer algo no suele funcionar, llegando a frustrar a muchos padres. Esto suele ocurrir debido a la saturación que sufre el pequeño ante tanto "no". Con el paso del tiempo, el niño se termina por saltar a la torera la prohibición de los padres, haciendo lo que viene en gana.
Por otro lado hay que decir que a ningún niño le gusta que le prohíban, por lo que termina haciendo todo lo contrario. Esto como es normal, termina por enfadar los padres dando lugar a un empeoramiento de la situación.
No hay que educar prohibiendo
Sin embargo y teniendo en cuenta todo lo anterior, la palabra "no" es necesaria a la hora de educar a los niños, ya que necesitan una serie de límites a la hora de actuar. Deben saber en todo momento lo que está mal de lo que está bien.
Por otra parte, el "no" es necesario a la hora de que el niño sepa tolerar en todo momento su frustración. El problema se genera cuando los padres se exceden a la hora de usar el "no" y el niño termina por ignorar el significado de tal palabra, haciendo lo que le da la gana.
La labor o el objetivo de los padres a la hora de educar no es prohibir sino enseñar a los niños a hacer las cosas de otra manera. Para conseguir esto lo primero que hay hacer es ponerse en la piel de los pequeños y entender el por qué hacen determinadas cosas.
La falta de empatía de muchos padres hacia sus hijos suele generar problemas bastante serios. Acto seguido, es importante coger al niño, sentarse con él y argumentar el por qué algo no es correcto o está mal y darle algunas opciones para que lo haga de manera adecuada.
La educación debe llevarse a cabo tanto con amor como con respeto. También es bueno el ser conscientes de que el niño está aprendiendo, por lo que es imposible que haga las cosas según deseen o quieran los padres. Hay que ser pacientes ya que poco a poco los niños irán haciendo las cosas de la mejor forma posible, respetando los diferentes límites.
La falta de empatía de muchos padres hacia sus hijos suele generar problemas bastante seriosEn definitiva, no es bueno abusar de la palabra "no" a la hora de educar a los hijos. No es aconsejable el prohibir, ya que con el tiempo el niño terminará haciendo lo que quiera o desee. Es mucho mejor el darle alternativas para que escoja la que prefiera.
Involucrarles a la hora de tomar alguna que otra decisión es algo que los niños van a agradecer de buen grado y que puede ayudar en lo que hace referencia a la educación. Recuerda también que el autoritarismo y las prohibiciones continuas no son buenas y que es mucho mejor optar por otras vías que permitan educar a los hijos de una manera respetuosa a la vez que constructiva.