Resulta realmente complicado el tener que educar a un niño que sea demasiado autoexigente con su persona. Por una parte dicha autoexigencia puede resultar positiva ya que el niño se siente estimulado en todo momento a mejorar y a crecer en todos los aspectos. Sin embargo, la presión que siente el pequeño a todas horas puede resultar complicado en lo que respecta a su desarrollo. En el siguiente artículo te contamos cómo educar a un niño autoexigente y las características de dichos niños.
Un niño autoexigente va a buscar en todo momento la perfecciónCómo son los niños autoexigentes
Un niño autoexigente va a buscar en todo momento la perfección y darlo todo continuamente y a todas horas. Una autoexigencia desmedida y excesiva puede dañar la salud emocional del pequeño, sobre todo en lo que hace referencia a su autoestima y confianza.
Los niños autoexigentes ven los errores cometidos como un fracaso total. Son bastante trabajadores y constantes en todo lo que hacen. La satisfacción es enorme al conseguir lo establecido y planeado.
Consecuencias de dicha autoexigencia
La autoexigencia medida y controlada hace que el niño dé en todo momento lo mejor de sí mismo y ello le ayude a mejorar de manera constante. El problema de tal autoexigencia se va a producir cuando el niño supera el umbral establecido y se frustra con los errores cometidos. Una autoexigencia excesiva va a tener una serie de consecuencias en la salud emocional del niño:
- Frustración muy alta.
- Baja autoestima y poca seguridad.
- Pérdida de confianza.
- Autocastigo por no hacer las cosas bien.
Qué deben hacer los padres si su hijo es demasiado autoexigente
- Lo primero que deben hacer los padres es dar con los motivos de tal autoexigencia y a partir de ahí, ayudar al pequeño a que pueda gestionarla de la mejor manera posible. Es importante que el pequeño cuente con una serie de herramientas para que la autoexigencia no se le vaya de las manos y se frustre con demasiada facilidad.
- Los padres deben enseñarle a su hijo a que sepa diferenciar entre lo que pueden controlar y lo que no pueden. En la gran mayoría de los casos la autoexigencia se acrecienta ante el hecho de que el niño cree que debe tenerlo todo controlado. Cuando hay cosas que se les escapa a dicho control, es cuando se produce la temida frustración y daño en el estado emocional. De esta manera el pequeño no se frustrará tan fácilmente y sabrá aceptar sus errores.
- El refuerzo positivo debe estar presente en todo momento en la crianza de los hijos. Con dicho refuerzo se consigue rebajar la autoexigencia del niño y hacerle entender que no hay que ir más allá para conseguir las cosas. El refuerzo positivo puede consistir en un beso o en un abrazo por parte de los padres.
- Hay que saber fomentar la flexibilidad mental para que la autoexigencia no sea un obstáculo para saber tolerar o aceptar los errores que pueden llegar a producirse. Los padres deben conseguir que el niño pueda salir de su zona de confort y aceptar nuevos retos u objetivos.
Tener un hijo que se exige demasiado a todas horas puede ser una tarea altamente complicada para los padresEn definitiva, tener un hijo que se exige demasiado a todas horas puede ser una tarea altamente complicada para los padres. Ante ello es importante que los padres ayuden a sus hijos a que puedan gestionar las diferentes emociones de la mejor manera posible. Hay que entender en todo momento su frustración pero hay que conseguir que la exigencia autoimpuesta, no suponga un daño directo en la autoestima y confianza del niño. A partir de aquí la educación o crianza debe ser la adecuada para que la autoexigencia no vaya a más y no incida de una manera negativa en el desarrollo del pequeño.